Las mujeres alcanzan cada vez más protagonismo en los museos como autoras de las exposiciones de sus programas. Y, el Museo Reina Sofía, parece comprometido con ello, pues acaba de ceder paso a una la bailarina, coreógrafa e investigadora Olga del Soto con la exposición Reconstrucción de una danza macabra, una muestra que se enmarca dentro del programa Fisuras de la institución y que abrió sus puertas el 28 febrero y estará abierta al público, de manera gratuita, hasta el 1 de julio de este mismo año.

En esta iniciativa, Olga del Soto profundiza en su investigación sobre La mesa verde, un ballet antibelicista de Kurt Jooss que fue creado durante el ascenso del nazismo, y que nació inspirado en las danzas macabras medievales y en diferentes alertas políticas contra el nacionalsocialismo. Siguiendo esta estela, y consciente de que sobre esta obra se han realizado numerosas reinterpretaciones y funciones, la artista va un paso más allá y, además de indagar en el contenido de la misma, examina la huella que Kurt Jooss dejó en los espectadores y bailarines que ayudaron a crearla y a darle la dimensión con la que se alzó. Lo hace, nada menos, que recogiendo más de 67 horas de testimonios de dos continentes distintos y seis países, en cuatro idiomas diferentes.

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Gautier Deblonde / Cortesía de Museo Reina Sofía

En este proyecto, que fusiona danza, historia y memoria, plantea preguntas sobre la preservación y trascendencia de eventos coreográficos. Aborda la transformación de la disciplina y su traducción al espacio expositivo invitando a una experiencia corporal en el Museo Reina Sofía. Tal y como señala el museo, "el trabajo de investigación de Olga de Soto sobre el propio medio de la danza, su historia, recepción y transmisión, la convierten en una figura clave que reflexiona tanto la disciplina como otras cuestiones: el archivo de lo coreográfico, la memoria oral y corporal o las posibilidades de traducción de lo escénico al espacio expositivo". Ahora, gracias a esta exposición, podremos también ponernos en el lugar de quienes formaron ese archivo que recogió la artista, y explorar todos los interrogantes que le llevaron a hacerlo. Un plan cultural en Madrid ideal para conocer a dos de los emblemas de la danza.