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Un viaje puede cambiarte la vida. Y eso es, precisamente, lo que le sucedió a Teresa Golpe (1965). Tras recorrer diferentes partes del mundo, un gran proyecto laboral le llevó a pisar Portugal, concretamente la ciudad de Comporta. La conexión con la ciudad y las tradiciones portuguesas fueron inminentes, y tras un año recorriendo diferentes rincones del mapa, el país vecino terminó por convertirse no solo en su lugar de residencia, también en parte de su nuevo proyecto: Devagar Living.
Una marca de decoración que va más allá de lo que vemos a simple vista. Un sello muy personal que redefine el concepto del lujo y aúna atemporalidad y calidad, tradición y modernidad. El compromiso de Teresa por los procesos naturales y el objetivo de resaltar la gran labor de los artesanos portugueses es palpable en cada una de las creaciones, diseños que captan "la esencia de generaciones pasadas y se presentan al mundo moderno con el objetivo de perdurar en el tiempo", tal y como ella misma apunta.
Hablamos con Teresa Golpe sobre Devagar Living, el emprendimiento, los obstáculos de su carrera y las próximas metas.
¿Cómo y cuándo surge la idea de Devagar Living?
Trabajé durante tres años en el equipo creativo de un proyecto hotelero en Comporta, y allí investigamos muchísimo sobre artesanía portuguesa, ya que la idea era que toda la decoración fuera fabricada en Portugal y mayormente por artesanos. Viajé mucho por el país conociéndolos y me enamoré de su trabajo. Me pareció que no había ninguna firma de lujo que tuviera productos únicos fabricados artesanalmente en Portugal y de ahí surgió la idea.
¿Es la primera vez que emprendes?
No. A los 26 años monté en La Coruña una taller de bordado industrial donde además de bordar vendía toallas, artículos de regalo y de bebé personalizados. La vendí años después y a día de hoy sigue abierta y tiene éxito. Posteriormente empecé en Londres mi carrera profesional como interiorista.
¿Qué te dio el empujón definitivo para poner Devagar Living en marcha?
Karl Fournier, de Studio KO, me dijo un día: "ahora tienes el tiempo, tienes el gusto y la energía y tienes una lista de 300 artesanos, si alguien puede hacerlo, eres tú". Mi amiga, Amaia Arrieta, de Amaia Kids, me dio mil consejos y siempre está al otro lado del teléfono cuando tengo dudas.
¿Cómo ha sido emprender? ¿Qué trabas has tenido en el proceso?
Ha sido un trabajo inmenso, porque casi todo lo he hecho sola. Soy muy meticulosa y muy exigente con la calidad, y tenía muy claro lo que me gustaba. Por eso, sobre todo al principio, me resultó imposible delegar.
Me he involucrado en todo el diseño de cada uno de los productos, la relación con los artesanos, el seguimiento de los pedidos, el trato con los clientes, el packaging, la creación de la web, las fotos… El idioma fue una traba. Ahora ya hablo portugués pero al principio era más difícil. También fue complicada la dispersión de los artesanos ya que para llegar a ellos he tenido que conducir muchísimos kilómetros. La parte buena es que ahora conozco pueblos y zonas maravillosas de Portugal. Además, los trámites para poner en marcha una sociedad en Portugal son muy rápidos.
¿Qué dirías que ha sido lo más difícil?
Entender que el ritmo es otro. Yo era una persona muy impaciente, pero ahora he aprendido a trabajar de otra forma ya que en Portugal todo va más despacio y en este sector todavía más.
Ganarme la confianza de los artesanos también me llevó mucho tiempo porque normalmente son personas mayores que viven bastante aisladas y a los que les cuesta aceptar nuevas ideas. Tampoco fue fácil la parte de la informática. Hoy los bebés nacen con una tableta debajo del brazo pero yo tengo 58 años y esa parte no es mi fuerte.
¿Cómo definirías Devagar?
Devagar es una empresa muy personal que nació de mi pasión por el diseño, la artesanía y mi convicción de que hay otra manera de consumir. Yo quiero que mis cosas cuenten mi historia, que perduren y que mis nietos se acuerden de cuando comían en mi casa con aquellos platos o aquellos manteles. Lo que los americanos llaman “crear recuerdos”, esa es la filosofía de Devagar. Hacemos piezas que perduran, respetando los tiempos y los procesos. En muchos casos, desde que el cliente encarga algo hasta que llega a su casa tardan tres meses, pero es que hacer un metro cuadrado de alfombra lleva 2 semanas…
La artesanía y el valor de la tradición portuguesa son las grandes señas de identidad de la firma, ¿por qué esta apuesta?
Porque me parece un país extraordinario con una historia y unas tradiciones muy ricas y al vivir en Lisboa, he tenido ocasión de aprender sobre ello. Estoy muy orgullosa de que les guste tanto a los portugueses. Me he preocupado mucho de diseñar desde el respeto y la admiración. Incluso el nombre Devagar, que significa “despacio" en portugués, describe una manera muy portuguesa de hacer las cosas.
¿Qué diferencia a Devagar Living del resto de marcas de decoración?
Lo primero es que es 100% hecho a mano en Portugal, con técnicas ancestrales transmitidas por generaciones y materias primas locales. En el caso del lino, algunos artesanos lo cultivan, lo recolectan, lo hilan y lo tejen en su telar. Las ceramistas fabrican las piezas una a una, las pintan, las vidrian y las hornean. Es verdaderamente un lujo poder seguir todo este proceso.
La oferta de Devagar es variada desde alfombras a platos, cojines o muebles. También podemos adaptar las medidas a las necesidades de cada cliente.
¿Cómo es el proceso de creación de tus piezas?
Leo sobre la historia de Portugal, voy a muchos museos, a subastas, callejeo… Lisboa es una fuente constante de inspiración. Cuando encuentro algo que me llama la atención, empiezo a pensar en cómo convertirlo en un producto Devagar Living. En el caso de las colchas tejidas en telar, me pareció fascinante como estaban hechas pero tenían tanto dibujo que no se podía apreciar la técnica. A partir de ahí, voy “limpiando” y haciendo muestras hasta dar con lo que me gusta. Es un proceso que dura meses y así funciona con cada artículo.
Las alfombras Seteais, por ejemplo, están basadas en un patrón portugués de más de 200 años. En ese caso primero dibujé el diseño en Illustrator, y fui modificando los colores hasta encontrar la combinación que me pareció más armónica. Yo soy muy intuitiva. Enseguida sé si funciona o no.
¿Qué crees que busca el cliente que acude a ti?
El cliente Devagar es una persona culta, preocupada por la sostenibilidad y que valora la calidad y siente respeto por el trabajo artesanal. Devagar Living es una marca de lujo de piezas únicas y exclusivas hechas para perdurar. Los productos Devagar son sofisticados y singulares y añaden una nota de color a cualquier habitación.
¿Próximos objetivos de la marca?
A corto plazo quiero crear más colecciones de alfombras. Ya estoy trabajando en ellas. Me encantan los suelos con color! También me han contactado de algunas tiendas fuera de España para hacer colecciones de diferentes productos exclusivas para ellos, y estoy muy ilusionada con la idea.
A largo plazo me gustaría consolidar Devagar como una marca exclusiva y ser capaz de contagiar mi entusiasmo por la artesanía. También me encantaría tener un showroom en una Quinta en el Alentejo, pero eso me parece que aún va a tardar...
