El total de ropa cuyo destino final no es otro que el vertedero asciende hasta la friolera de 100 mil toneladas al año, una cifra que supone 30 kilos de textil desperdiciado a nivel individual al año. Por eso surgió Rudi, la primera empresa española de diseño e interiorismo circular que le da una nueva vida a los residuos textiles fuera de la industria de la moda, porque para su fundadora Elena Hinrichs "reciclar ya no es suficiente". Tras años de investigación y de darle muchas vueltas a cómo poder incorporar de nuevo en el circuito textil esos residuos de una manera correcta, se dio cuenta de que simplemente ese no era el lugar adecuado, tenía que sacarlo del círculo para otorgarle una nueva función.

Hinrichs cuenta que, en realidad, cuando reciclas un tejido para crear una nueva prenda necesitas un porcentaje muy alto de materia prima nueva. "Por ejemplo, de algodón puedes reciclar solo hasta un 20%, porque si no la calidad de la fibra es muy pequeña y no sirve para hacer la torsión del hilo. Y, en cuanto al poliéster, consiste en derretir plástico para transformarlo en fibras nuevas, por lo que el proceso tampoco es el más sostenible del mundo", explica.

En su búsqueda por generar un cambio positivo a largo plazo, nombró a la primera colección de su empresa como Huella y, con ella, nombró también a cada uno de sus muebles como si de hijos se tratase, "porque ellos son el futuro", concede la fundadora. Sus diseños son brutalistas y de una presente estética minimalista para así permitir al público discernir la nueva materia creada sin artificios ni decoraciones. Hablamos con su fundadora para descubrir esta 'reencarnación' de la ropa que promete ser un nuevo aliado para la industria de la moda.

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Cortesía de Rudi

Cómo definiría Rudi para aquellos que aún no conocen su proyecto.

Yo tengo una estrella en el cielo que es mi padre y que se llama Rudi, el nombre de la empresa es en honor a él, porque esta idea vino a mí a la semana de que muriese. Es un proyecto pensado para transformar todo el residuo textil y, en vez de devolverlo a la cadena textil, transformarlo y darle una nueva vida, es decir, reencarnarlo en otra cosa. Rudi añade una nueva 'R' a las que ya conocemos: repensamos, reciclamos, redistribuimos, reutilizamos, reducimos, rediseñamos y recuperamos. Esto va más allá del reciclaje, y va más allá de una temporada. Al reencarnar el textil en otra forma física, se genera nueva materia capaz de funcionar en otro sector.

¿Cómo surgió la idea inicial de convertir residuos textiles en mobiliario de diseño?

La pronto moda la creó el señor Amancio Ortega y después le siguieron muchas empresas. Aunque creó algo maravilloso que es democratizar la moda para el alcance de todos, ha crecido a un ritmo tan rápido y vertiginoso que el planeta no está preparado. Y por eso todas las empresas, Inditex sobre todo, se están poniendo las pilas a tope para mejorar esta situación y nosotras también queremos formar parte de ese cambio.

Al final, la idea surgió después de muchos años trabajando en el sector textil y viendo fábricas en Bangladesh, en China, en Turquía, viendo todo lo que se genera. Teniendo cuatro hijos, pensé ‘¿qué futuro les voy a dejar a estos niños y a mis futuros nietos que algún día tendré?’. Y aunque estoy muy lejos de ser perfecta, esto es un comienzo y una manera de intentar dar un cambio.

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Cortesía de Rudi

Los residuos textiles, ¿de dónde los obtienen?

Tanto de pre-consumo como de pos-consumo. Pre-consumo son los restos de cortes de fabricación, ahí hay un desperdicio más o menos de un 15% del tejido que se compra inicialmente; y el pos-consumo son todas esas prendas que vemos amontonadas en los vertederos. Luego hay prendas con taras, producciones que han tenido errores y devoluciones de 40.000 unidades. Y, en realidad, nadie sabe qué hacer con todas esas prendas. Los humanos desechamos mucho a lo largo de nuestra vida.

Con su solución patentada generan nueva materia para la fabricación de todo tipo de diseños, ¿qué nos puede contar de ese método?

Lo que están patentados son dos métodos de uso diferentes, dos sistemas que utilizamos para mezclar nuestros residuos. Uno consiste en una amalgama de fibras textiles, un aglomerado en diferentes versiones y con diferentes mezclas; y luego otro sistema en el que hacemos una especie de base estructura al 100% con material textil seco y lo cubrimos con esa amalgama nuestra. Con lo cual podemos mezclar cualquier material ahí.

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Cortesía de Rudi

Además del mobiliario, ¿trabajan otros aspectos del interiorismo?

Los muebles son una carta de presentación para mostrar nuestro material, teníamos que empezar por alguna parte, pero la nueva materia creada por Rudi tiene mucha más proyección, como aplicaciones en el diseño de interiores de viviendas, oficinas, hoteles o proyectos de retail, ahora estamos construyendo incluso una casa. Y ya es no solo eso, es que el textil abarca también el hogar: sábanas, cortinas, toallas, delantales... Entonces, esto supone una solución también para muchísimas otras empresas que no saben qué hacer con sus propios residuos. Por ejemplo, un hotel puede transformar sus sábanas en desuso en un hall de diseño.

En la era del consumismo acelerado, ¿qué ofrece Rudi frente al resto de opciones en el mercado?

Creo que todos somos los culpables de este consumismo enloquecido en el que nos hemos metido desde el primero al último y creo que los gobiernos son los que deberían poner un poco más de límites en todo esto y hacer las normativas un poco más estrictas. Pero dado que eso, de momento, no está muy regulado y va bastante por detrás de la industria, nosotros podemos aportar innovación.

Principalmente ofrecemos muebles que son super duraderos, por lo que aportamos a reducir la huella de CO2 a tope. Pero también beneficiamos a las empresas a nivel reputacional, ya que ahora están obligadas a invertir en sostenibilidad y están muy receptivas a este tipo de creatividad. Y, al final, no solo ofrecemos un producto que es sostenible, sino que engloba todo un cambio de conciencia y de marca que va unido al propio producto, queremos que los clientes sientan que están haciendo algo bueno.

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Cortesía de Rudi

Y posando la mirada en un futuro no muy lejano, ¿cree que la industria textil conseguirá ser sostenible?

Hay una parte un poco complicada y es que las superproducciones de momento es difícil que sean sostenibles. Creo que cada vez más están invirtiendo en fuerzas y apuestas para intentar crear un mundo textil mucho mejor del que ha habido hasta ahora. Creo que se pueden lograr cosas muy buenas en los próximos años si se invierte mucho en I+D, por ejemplo, sé que Inditex está invirtiendo muchos millones en proyectos nuevos de sostenibilidad y creo que ese es el camino correcto a segur. Aún así creo que nos falta mucho recorrido.