Sevilla siempre es buena idea. Sin importar la estación o el motivo del viaje, mucho menos la compañía. La capital andaluza es uno de esos lugares que crea adicción. La alegría de sus calles, la gracia y poderío de quienes allí conviven o la siempre presente arquitectura mudéjar. El amor por el flamenco y el arte, y cómo no, la sabrosa gastronomía. Sevilla enamora desde que pones un pie en ella, lo que nos hace querer volver una y otra vez a orillas del Guadalquivir.

Cuando crees conocer todos sus rincones, llega ella y te sorprende con nuevos descubrimientos cuanto menos fascinantes. Más allá de la admirada Giralda, la Torre del Oro o la siempre recomendada calle Betis, lugares marcados en rojo en cualquier itinerario, Sevilla esconde rincones de ensueño, muchos de ellos todavía por descubrir para el gran público. Dejando de lado a quienes caminan a diario por sus calles. Lugares cuyas paredes han sido testigo de historias brillantes, algunas de ellas grandes desconocidas para el resto de los mortales. El Hotel Colón de Gran Meliá es quizás uno de los mejores ejemplos.

Por culpa de la pandemia, esta joya arquitectónica ubicada en pleno centro de Sevilla tuvo que parar de forma obligada. Un duro golpe que terminó por convertirse en el aliciente para devolverle lo que el tiempo había podido olvidar, la esencia que le llevó a la cima: el reflejo de las costumbres y tradiciones de la ciudad. De la mano del arquitecto Álvaro Sans, el Hotel Colón de Gran Meliá ha rediseñado la mayor parte de los espacios comunes, bajo un estilo más vanguardista que mantiene, en todo momento, el “pasado deslumbrante y el aprecio por el valor de las historias” propias del lugar, como bien informan desde el hotel cinco estrellas. “Queremos hacer brillar el hotel de la mano de la historia de Sevilla, haciéndole un homenaje a la ciudad, a su cultura y a sus artes. Devolviendo a las zonas comunes un carácter sevillano cien por cien”, explica Rosana González, General Manager de Hotel Colón de Gran Meliá.

Dormir en un hotel que aúna arte, gastronomía y tradición del sur

Símbolo del arte, la riqueza cultural, social y gastronómica de Andalucía, abrió sus puertas por primera vez en 1929. Casi cien años de historia que le han valido para enamorar a grandes personalidades de múltiples ámbitos, desde el arte al cine, pasando por la política. Asimismo, se ha situado como la cuna de la cultura taurina de la península, lo que le llevó a ser bautizado, coloquialmente, como el “hotel de los toreros”. Un reflejo de las tradiciones y costumbres sevillanas que han hecho de él uno de los lugares más selectos y alabados no solo de la capital andaluza sino de España.

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Cortesía Hotel Colón Gran Meliá
Suite de Hotel Colón Gran Meliá
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Cortesía Hotel Colón Gran Meliá

Arte por cada rincón (y habitación)

Los cambios son notables, pero también aquellos detalles que permanecen intactos. Uno de ellos ha sido la cúpula original hecha con miles de cristales de colores que sigue siendo la protagonista absoluta del lobby. Es para muchos el corazón del hotel cinco estrellas.

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Cortesía Hotel Colón Gran Meliá
Cúpula original hecha con miles de cristales de colores(con un diámetro de 7,2 metros) del Hotel Colón Gran Meliá.
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Cortesía Meliá/ Thierry Delsart
Habitaciones Hotel Colón Gran Meliá.
Queremos hacer brillar el hotel de la mano de la historia de Sevilla

Otro de los mayores atractivos, también intacto tras la reforma, son las estancias que conforman las siete plantas de este mágico lugar, que bien podrían salir de un verdadero museo de arte. Algunos de los artistas de mayor renombre a nivel mundial, iconos de la talla de Velázquez o Goya son los encargados de dar la bienvenida a los huéspedes; y es que las puertas de las habitaciones son majestuosas representaciones gráficas de sus cuadros más emblemáticos.

Sevilla, de principio a fin

En el Hotel Colón se respira Sevilla. Parece obvio, pero es que tan solo es el reflejo de una realidad que ahora, gracias a la reforma, es más evidente. Junto al hall, han incorporado grandes librerías que muestran, de una forma muy descriptiva, algunos de los puntos únicos de Sevilla para que "nada más entrar, pueda ya empezar a conocer lo que esconde esta mágica ciudad". Desde grandes trajes de luces de algunos de los toreros más emblemáticos de las últimas décadas, a bocetos únicos Aníbal González o replicas de imágenes de mujeres que han dejado huella en el flamenco, esencia de Sevilla.

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Cortesía Hotel Colón Gran Meliá
Para que nada más entrar, pueda empezar a conocer lo que esconde esta mágica ciudad

Mención aparte para la representación de las hermandades de mayor renombre en la ciudad, La Macarena, la Esperanza de Triana y la del Gran Poder. Cada una de ellas, tomando como referencia el objetivo del hotel, han cedido insignias a los que ningún otro lugar tiene acceso. Piezas únicas que erizan la piel a todo amante de la cultura andaluza.

Más allá de los nuevos tonos que protagonizan las estancias principales, una delicada combinación de ocres, dorados y madera sobre bases de terciopelos, seda y cueros convierten el ambiente en algo único, es el nuevo espacio gourmet, dentro de el Bar Colón, ubicado en la planta principal, el que ha despertado gran interés entre el público.

Bautizada como La Abacería de Colón, representa a la perfección uno de los tradicionales espacios que es fácil encontrar por la ciudad en el que el cliente puede degustar productos típicos de Sevilla, pero también de otros rincones de Andalucía e incluso de la península ibérica. Un concepto nuevo que junto a Burladero, el restaurante del hotel, ahora abierto a la ciudad en su totalidad, promete ofrecer un servicio diferente, adaptado a las necesidades del cliente.