Resistirse a la magia y a los encantos de la provincia de Cádiz es casi imposible en cualquier época del año, ya sea primavera, verano, otoño o invierno. A pesar de que el road trip por la costa gaditana es el más demandado de la época estival, hay veces que basta con desviarse un poco del circuito más turístico para seguir descubriendo verdaderas joyas no tan transitadas e igual de bellas que los pueblos del litoral como Vejer de la Frontera, Zahora, Conil de la Frontera, Zahara de los Atunes o Chiclana de la Frontera.

Ahora toca arrancar el motor, lanzarse a la carretera y hacer kilómetros por el interior de Andalucía para descubrir algunos de los enclaves de la Ruta de los Pueblos Blancos de Cádiz (donde se pueden encontrar Arcos de la Frontera, Bornos, Espera, Villamartín, Algodonales, El Gastor, Olvera, Torre-Alháquime, Setenil de las Bodegas, Alcalá del Valle, Prado del Rey, El Bosque, Ubrique, Benaocaz, Villaluenga del Rosario, Grazalema, Benamahoma, Zahara de la Sierra y Algar).

Desde Harper's Bazaar hemos escogido los que consideramos parada imprescindible entre los 19 que forman parte de la selección de este paisaje declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO. ¿Empezamos con la ruta gaditana? #redescubriendoespaña #veranobazaar #unveranodiferente

Arcos de la Frontera

de viaje por la ruta de los pueblos blancos de cádiz
Luis Davilla//Getty Images

La primera parada de este road trip con sabor a sur nos lleva hasta Arcos de la Frontera, a unos 65 km de Cádiz. Es el punto de partida de la Ruta de los Pueblos Blancos y uno de los más visitados por su encanto, por sus calles, su deliciosa gastronomía y por ser el municipio más grande y extenso de la Sierra de Cádiz. Fue capital en la época musulmana y del Ducado de Arcos.

¿Qué no perderse? En cuanto cae la tarde lo más idóneo es callejear sin rumbo fijo y dejarse llevar por los rincones de Arcos de la Frontera. Ahí uno se encontrará con la majestuosa fachada de la Iglesia Parroquial de San María de la Asunción, el castillo de Arcos, la Casa Palacio del Conde del Águila, el Ayuntamiento y por supuesto algunos de los impresionantes miradores desde los que se puede apreciar toda la sierra interior gaditana.

Para las mañanas en las que el calor aprieta, el pueblo cuenta con su propia playa artificial de 250 metros desde la que se pueden practicar todo tipo de deportes acuáticos como el piragüismo, la vela, paseos en barca o esquí acuático.

¿Y para comer o cenar? NO hay nada como darse un fantástico homenaje a un precio de lo más económico en la pensión bar San Marcos ( Calle Marqués de Torresoto, 6) a pocos pasos de la catedral. Propuestas como el atún, las gambas, el salmorejo, el rabo de toro o los chipirones están de muerte. ¡100% recomendable!

Ubrique

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Chiara Salvadori//Getty Images

Ubrique es la localidad que sirve como nexo de unión del Parque Natural de Grazalema y el Parque Natural de los Alcornocales por lo que es el perfecto punto de partida si en algún momento el viajero desea visitar alguno de estos dos enclaves naturales. Gracias a su estratégica localización nos encontraremos con un hermoso valle rodeado de un paisaje rocoso repleto de abundante vegetación y fauna característica de la zona.

Además de sus callejuelas custodiadas por casas blancas, uno de los principales atractivos de este pueblo gaditano es su amplia producción de piel para las grandes casas de moda del momento, convertido con el paso de los años en la meca mundial de la marroquinería.

Desde Ubrique se confeccionan bolsos y otros accesorios de piel tanto para hombre como mujer destinadas a firmas como Loewe, Gucci, Chanel, Tita Madrid, Polène, entre otras. A pesar de que es conocido por muchos, alrededor de esta practica existe un secretismo tradicional en el que la mayoría de las personas que producen estos productos no saben para quién están trabajando. La estancia no puede acabar de otra forma que visitando el Museo de la Piel de Ubrique.

Por lo que estate atenta, que puede que en las próximas pasarelas internacionales los bolsos que veas a pie de pista estén trabajados de manera artesanal en este pueblo de Cádiz.

Grazalema

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Jeremy Woodhouse//Getty Images

En el corazón del Parque Natural de la Sierra de Grazalema encontramos la localidad que lleva su mismo nombre, un reducto de paz y tranquilidad que al igual que Ubrique, sirve de perfecto punto de partida para los visitantes del parque. Como dato curioso debes saber, que es considerado como el pueblo más lluvioso de toda España.

Pero antes de ponernos las botas de montaña o las deportivas para practicar senderismo o algunos de los deportes de montaña como el piragüismo, escalada o montar a caballo, toca deambular por las calles adoquinadas del pueblo Grazalema para deleitarse con su esencia y con su espectacular gastronomía local de la sierra gaditana.

¿Qué no perderse? Casa Martín 1920 es el templo culinario del vino, del queso y de los embutidos del que no vas a querer salir en toda tu estancia en este pueblo de Cádiz. Esta tabernilla lleva generación tras generación ofreciendo producto de calidad. Además de su carta donde encontraremos tostas, tablas y platos como el pulpo o el tartar de atún rojo de Barbate, los fines de semana y festivos trabajan con dos menús degustación que son pura delicia para el paladar. Además, Gastrobar La Maroma y Mesón el Simancón también son dos propuestas culinarias de lo más recomendables en nuestro paso por Grazalema.

¿Y para descansar y recargar fuerzas para el día siguiente? El Hotel Fuerte de Grazalema es uno de los más demandados de la zona. Ideal para desconectar, relajarse y disfrutar del confort rodeado de plena naturaleza.

Zahara de la Sierra

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Douglas Pearson//Getty Images

La primera vez que se deslumbra en lo alto de la ladera de la montaña Zahara de la Sierra, uno ya se imagina que este pueblo va a tener mucho de especial. Su posición estratégica, sus casitas blancas y su castillo que se remonta a la época nazarí invitan a la mejor de las escapadas. Todo ello protegido y custodiado por el Embalse de Zahara-El Gastor ideal para practicar actividades acuáticas sobre todo en los días de buen tiempo.

Una vez en Zahara de la Sierra se puede ir a su mirador de la Alameda de Lepanto donde una espectacular panorámica nos da la bienvenida al pueblo. Tras las vistas se puede ir serpenteando por sus adoquinadas calles siendo obligatorio visitar la Torre del Reloj, la Plaza de San Juan, el castillo con su torre del Homenaje y la Iglesia de Santa María de la Mesa.

Para picotear en el Paseo de la Fuente (El Cortijo de Zahara), en la Calle de Ronda (Cervecería el Gallo) o en la Plaza del V Centenario (Bar Josefi) numerosas tabernas esperan al más hedonista de los disfrutes gastronómicos.

Setenil de las Bodegas

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© Silvia Ruiz de la Prada Sanchis

En nuestra última parada dejamos lo mejor para el final. Setenil de las Bodegas está dentro de la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de España. Y son muchos los que lo han incluido en los rankings en los destinos más recomendables para visitar dentro de nuestras fronteras. Lo idóneo es aparcar arriba del todo, bajarse del coche e ir descendiendo poco a poco a pie a medida se va descubriendo todo el pueblo. ¡La panorámica desde algunos de los miradores de la parte superior promete la mejor de las instantáneas para nuestro feed de Instagram!

Aquí el principal atractivo turístico son las casas-cueva, viviendas que son excavadas de la propia ladera de la montaña y que son verdaderos refugios para los fríos inviernos y los calurosos veranos.

Una de las calles más emblemáticas de Setenil es la calle Cuevas de la Sombra donde el techo de la misma es pura roca. Una vez visitada esta, se puede seguir descubriendo este pueblo con encanto y tomar una cervecita o vinito en alguno de los bares que se localizan en la Calle Cuevas del Sol y cuyo interior son auténticas cuevas que se ubican en el interior de la montaña. ¿Algunos de los más recomendables? La Tasca, La Bodeguita o Bar La Escueva. Pipirrana, bacalao frito, tomate de la huerta, montaditos...¡y muchas propuestas culinarias más!

Qué me dices...¿organizamos el mejor road trip por el interior gaditano?