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Conciliar el sueño es una de las tareas más complicadas para una gran parte de la población. Cuando se acerca la noche, el temor a no ser capaz de dormir o a desvelarse puede llegar a suponer un auténtico problema para esas personas que se consideran búhos nocturnos. Más aún, cuando acechan constantemente nuestros pensamientos generando estrés y ansiedad que no siempre se manifiestan en nuestro comportamiento.

Si bien los consejos para dormir bien son infinitos, implementarlos debe ser una obligación para las personas a las que les cuesta conciliar el sueño y, por consecuencia, dormir bien. Desde desconectar los dispositivos digitales con conexión a Internet en cuanto llega la noche, hasta realizar ejercicio para desprender la adrenalina durante el día o evitar las siestas de la tarde. Pero si a pesar de seguir estos trucos los problemas de sueño todavía perduran y la cabeza piensa más de noche que de día, existen todavía más métodos con los que paliar este problema.

Trucos que te ayudarán a mejorar la calidad de tu sueño

Ten una rutina

Es fundamental que al finalizar el día iniciemos una serie de rutinas que nos ayuden a que el sueño sobrevenga en el momento deseado. "Es bueno relajarse, lo que implica evitar la actividad intelectual y utilizar una iluminación lo más tenue posible, para que empiece a producirse la melatonina. Hay que acostarse cuando llegan los primeros signos del sueño: los bostezos, el parpadeo acelerado, la sequedad de ojos... Si no se hace así, la necesidad de dormir desaparece a los 15 minutos y tarda una hora y media más en volver", explican desde Sanitas.

Condiciones ambientales

Por un lado, es necesario tener la cama limpia y despejada: sin cojines de más y sin dispositivos. El entorno, además, debe ser idóneo para favorecer el sueño por lo que si necesitas luz, que sea tenue y cálida. También un baño con aceites esenciales relajantes antes de dormir ayuda a conciliar el sueño así como la lectura o tomarse una bebida caliente sin cafeína antes de acostarse.

Muy importante es, además, evitar mantener las conversaciones complicadas sobre asuntos preocupantes antes de dormir por lo que se recomienda agendarlas para el día siguiente, ya no solo por la incapacidad de dormir a buena hora, sino también por la sensación de angustia que produce al despertarse por la mañana ya que, una noche sin dormir puede llegar a condicionar hasta una semana al completo.

Practica ejercicio a diario y cuida la alimentación

Realizar ejercicio a diario (durante el día) es muy recomendable ya que favorece el descanso durante la noche. "Lo mejor es realizarlo al levantarse o al caer el día, antes de cenar. Pero no antes de acostarse, pues la energía movilizada hace que se aplace el momento en que se pueda descansar", añaden desde Sanitas. Asimismo, es fundamental que las cenas sean ligeras y se realicen al menos una hora antes de acostarse. Por ello, lo recomendable sería optar por platos sencillos, evitando las comidas grasas o especiadas, las frituras...

La meditación

Otra de las alternativas para conciliar el sueño es la meditación. Realizar prácticas de respiración para relajar el cuerpo y la mente puede llegar a generar tu bienestar al completo, pero si incluso de esta manera tampoco consigues cerrar los ojos y evadirte, tan solo te queda una opción: escribir tus pensamientos, a modo de desahogo, en una libreta. Exteriorizar las emociones puede llegar a eliminarnos o a reducir la importancia que le damos a las mismas. Ya sabes: prueba los métodos y escoge el que mejor funcione.

Cuida los horarios

"Hay que procurar acostarse y levantarse todos los días a la misma hora, incluso los festivos, teniendo en cuenta el tiempo de descanso que cada uno necesita para levantarse despejado y con ganas de afrontar el día. Cada persona necesita un tiempo determinado de sueño, pero lo normal es que éste se prolongue entre 6 y 8 horas. Si se permanece en la cama más tiempo del acostumbrado cuando se ha dormido mal, puede hacer que la noche siguiente sea peor", concluyen desde Sanitas.