En tiempos boyantes para el imperio del lujo online –la unión titánica entre Net-a-porter y Yoox se daba a conocer finalmente ayer– parece que el último bastión se ha rendido finalmente a la moda que se vende a través de un clic. Anoche, durante la presención neoyorquina de la colección París-Salzuburgo Metiers d'Art en Nueva York, Bruno Pavlovsky –presidente de Chanel– dejó entrever que la maison francesa vendería sus productos a través de la web, según recoge WWD. Sin especificar que líneas o productos saldrán a la venta, Pavlovsky ha asegurado que la firma estrenará su tienda online en el último cuatrimestre de 2016, incidiendo en que se trata más bien de una evolución natural que de un giro drástico u obligado. "Es una evolución para servir mejor a los clientes. Algunos de ellos pueden venir a la boutique. Pero a veces no quieren ir a la tienda porque quieren comprar rápido y saben exactamente lo que quieren, así que debería ser una manera de responder las necesidades del cliente. Es más un servicio online que un enfoque de e-commerce". Este nuevo camino viene apoyado por otras decisiones que ha tomado la firma en los últimos meses, como la globalización de sus precios o la vuelta al mundo con que la firma pretende mostrar sus colecciones crucero en los próximos meses, con paradas en Roma o Seúl.

Firmas como Hermès dejan la experiencia de comprar un bolso Kelly exclusivamente para la tienda ya que, parafraseando a Bruno Pavlovsky, "para poder comprar algo de Chanel, necesitas probártelo primero". Es por este motivo que muchas firmas dejan sus productos más artesanales, aquellos bolsos o accesorios estrella, resguardados en sus tiendas dispuestos a ser partícipes de una experiencia de lujo. Porque comprar un 2.55 o un Amazona –a pesar de que Loewe vende todos sus productos online– no es una experiencia cualquiera.