La primera vez que Eva Dimas conoció al diseñador Javier Simorra fue en su fiesta de 40 cumpleaños... desde la barriga de su madre. "¡Mi familia siempre bromea con eso! Más adelante, tengo recuerdos de Javier viniendo a casa a menudo. Era un amigo muy cercano. Pronto entendí que formaba parte de un círculo de confianza en el que él y mi familia se apoyaban mutuamente para debatir y afrontar el futuro del sector textil", cuenta. Eva ha crecido rodeada de tejidos. Sus abuelos fundaron la compañía familiar de textiles donde sus padres después dedicaron cuerpo y alma a crear materiales de gran calidad para otras marcas nacionales e internacionales, entre ellas Javier Simorra. En 2016, dieron un paso más allá fusionándose con la firma. "Nos incorporamos con el fin de unificar el amplio conocimiento de las materias primas de mi familia con el legado de Javier Simorra. Fue una unión win-win que desbordaba saber hacer por todos lados".
Hoy, Dimas es responsable de la marca desde su posición de Head of Brand y, junto a Victoria Mitjans, Head of Design, trabajan para revivir la célebre firma que creó Javier Simorra en 1978. "En esta nueva generación tenemos el reto de mantener el legado y adaptarlo y reinterpretarlo al signo de los tiempos", apunta Eva ataviada con un total look de punto de Simorra en las oficinas de la firma en Barcelona. No es un objetivo fácil, pero trabajan con una base tan enriquecedora que, dicen, es tremendamente inspirador. "Es impresionante cómo Javier logró trasladar la costura al prêt-à-porter, y me inspira mucho a buscar que cada pieza tenga ese 'algo más' que represente el mimo y el cariño que hay detrás de cada prenda", remata Mitjans.
"En esta nueva generación tenemos el reto de mantener el legado y adaptarlo y reinterpretarlo al signo de los tiempos", Eva Dimas.
Su familia enseñó a Dimas a hablar con los tejidos. Es por ello que ahora, en Simorra, el material es la primera carta del juego, la casilla de salida, el origen de todo. "Mis padres me inculcaron que los tejidos pueden contar historias. Por un lado, por su producción, las técnicas que hay detrás, su tradición, y, por otro, como un lienzo en blanco sobre el que crear, como hacemos con cada colección. Fabricamos nuestros propios tejidos, y son ellos los que nos permiten innovar y superarnos". Aquí, en la creación de materiales especiales, enriquecidos y diferenciadores, la artesanía juega un papel clave. "La tradición y las técnicas ancestrales nos permiten volver al origen, y trabajamos incansablemente para trasladarlas a la actualidad en la creación de nuestros tejidos, o colaborando con artesanos que nos ayudan a conseguir piezas únicas. Hay cosas que sólo podemos hacer de forma artesanal, pero también otras que necesitamos abordar desde la innovación para poder crear verdaderos tesoros. El equilibrio entre ambos es el alma de Simorra", cuenta Mitjans.
En 2021, la marca decidió romper con todo y empezar de cero. La apuesta era clara: la colaboración entre los Dimas y Mitjans a la cabeza creativa, junto al expertise incomparable de la marca con los tejidos, posicionarían la firma en el lugar contemporáneo que merece, dentro y fuera de nuestras fronteras. Simorra (que hoy produce entre Portugal, España, Europa o Japón, siempre con talleres familiares con los que llevan años trabajando) se despojó del nombre propio de Javier, y arrancaron esta nueva etapa humilde e ingeniosamente: con una cápsula de camisas —el modelo Clara— que recuperaba un favorecedor patrón clásico de la marca. El éxito de su acogida fue el pistoletazo de salida de esta nueva carrera de fondo, en la que Simorra, partiendo de sus exquisitos tejidos, pretende llenar el vestidor de mujeres de todas las edades que valoran la moda y buscan piezas que sean relevantes hoy y para siempre. "Nuestra consumidora busca versatilidad, calidad y creatividad", matiza Dimas. Mitjans la releva: "Y no tenemos en cuenta una edad, sino una actitud. Pensamos en una mujer que quiera verse guapa y cómoda tanto en un día de oficina como en una cena". Las dos creativas desbordan ilusión por este proyecto tan especial. Eva recuerda cuando, de pequeña, iba siempre con su madre de compras a la boutique de Javier Simorra en Tenor Viñas, en Barcelona. "Pasábamos grandes ratos juntas mientras yo la miraba y pensaba que, algún día, haría lo mismo con mi hija. Hoy sigo yendo a esa tienda, ahora con mi hija recién nacida, y me emociona ver la evolución que ha hecho la marca en todos estos años. Es un sueño y un honor estar siendo partícipe de ello en primera persona".
Peluquería y maquillaje: Antonio Romero (One-Off Artists). Producción: Beatriz Martínez Velasco
