Cuando eres pequeña, todo se magnifica. Para Alexia Putellas, la plaza del ayuntamiento de su pueblo, Mollet del Vallès, a las afueras de Barcelona, era un estadio de fútbol inmenso. Es viernes de algún momento de principios de los dosmil y, como es tradición, sus padres tienen cita para cenar allí con sus colegas. Ella no llega siquiera a ocupar una silla del bar, sino que espera ansiosa, de pie y apretando los labios, el consentimiento de su míster personal, su padre, para lanzarse al terreno de juego. Es su momento favorito de la semana: los límites del campo los ponen los edificios, y las columnas son las porterías. Nada que no consiga un poco de imaginación infantil. Lo que nunca piensa esa niña apasionada por el fútbol es que eso pueda llegar a ser algo más allá de un hobby al que echarle unas horas con los chicos de su pueblo. Porque ella es chica. Ojalá hubiera sabido que algún día se convertiría en una de las mejores futbolistas de todos los tiempos. "Nunca había pensado que podría dedicarme a ello porque las estructuras no estaban como para que una niña de diez años soñara con ser futbolista. Pero siempre he sido muy feliz jugando. No necesitaba más que un balón, y me daba igual lo que hubiera a mi alrededor", explica la centrocampista visiblemente ilusionada. Hoy, dos Balones de Oro, un Mundial, varias Ligas, Eurocopas y Champions después, ella es el referente que nunca tuvo.

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Vladimir Martí
Top de algodón orgánico y pantalón vaquero, ambos de MANGO.

Alexia acaba de terminar de entrenar. Hace un rato que debería haberse ido a casa, pero por distintas gestiones, sigue en el club. Hace unos días perdió inesperadamente a su perrita Nala, la pomerania que la acompaña en estas fotos, su fiel amuleto de cuatro patas. Ha sido un tiempo difícil, pero dice estar "tranquila, centrada en mi trabajo y en mi familia". Prueba de ello es que dos días antes de esta charla se convierte en la máxima goleadora de la historia del F.C. Barcelona, donde juega desde 2012 (tras pasar por el Español y el Levante). Va a hito, casi, por mes, pero prefiere no descentrarse de lo que realmente le importa: su juego. "No lo pienso mucho, ¿eh? De verdad. Prefiero enfocarme en el día a día y en los retos de ahora en adelante, y no tanto en lo que hemos hecho hasta ahora. ¡Ya miraré atrás cuando me retire...!", dice divertida. Vive, piensa y respira fútbol. Y se ilusiona, como lo hacía cada viernes la niña de la plaza, cuando habla de lo que siente al salir al campo: "Soy consciente de que soy una privilegiada. Por estar ahí y por poder dedicarme a lo que me hace vibrar, a lo que me hace ser más yo, a mi forma de expresión más pura", confiesa. La presión por ganar, por ser mejor en cada entrenamiento, es alta, pero admite que también es su motor vital. ¿Cuánto de sacrificado hay en ser una deportista de élite? "Hay momentos, días, cosas que me pierdo, pero no lo veo como un sacrificio porque sé la suerte que tengo. ¡Estoy haciendo lo que me gusta!", apunta.

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Vladimir Martí
Top sin mangas y cuello alto de punto, y falda tableada de lana, todo de MANGO.
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Vladimir Martí
Abrigo de lana y botas altas de piel, todo de MANGO.

No hay un 'pero'. Ni siquiera el del abrumador huracán mediático que ha supuesto que la Selección Española ganara el Mundial de Australia este verano... y todo lo que vino después. Ya saben, el beso no consentido del (ahora ex) presidente de la Federación, Luis Rubiales, a su compañera Jenni Hermoso. Dos meses más tarde, el tema es inevitable, aunque algo incómodo todavía, pues hace tan sólo unos días que Putellas declaró ante el juez por este caso. "He aprendido mucho de esto. Muchísimo. He tenido momentos de orgullo y de tristeza, porque no encuentro normal que haya habido filtraciones y no se garantice cierta privacidad. ¿Por qué pasa esto? Qué pena. Pero también he sentido mucho orgullo, sobre todo por los debates que se han generado. Estamos en un momento, hombres y mujeres, muy importante de deconstrucción y construcción. Y creo que nos podemos permitir equivocarnos, pero tenemos que aprender y mejorar. Sólo eso nos hará una sociedad mejor en la que todo el mundo se sienta a gusto, orgulloso y respetado sea como sea".

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Vladimir Martí
Alexia posa con camisa de algodón, bandana de piel sintética y pendientes de metal, todo de MANGO.
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Vladimir Martí

De ese día de agosto en el que, con el pelo teñido de rosa chicle ("por una apuesta", apunta entre risas), se convirtió, junto a sus compañeras, en Campeona del Mundo de fútbol femenino, tiene un recuerdo inolvidable. Venía de una lesión larga, de unos meses complicados, y haber podido estar allí, y de aquella manera, fue un sueño cumplido. Recuerda especialmente el abrazo a su madre al terminar el partido: "El posoperatorio fue muy duro, ella estuvo conmigo cada día, y tenía ganas de que viviera algo alegre. Cuando la abracé, supe que se había quitado dos mochilas de encima", comparte emocionada. La polémica puso el sabor agridulce... "A ver, sí, por la magnitud que tuvo el tema, que ha sido la que tenía que ser. Lo que pasó no es algo aislado del fútbol femenino, es algo que pasa en demasiados ambientes, y justo fue a dar con un lugar en el que la expectación y la visibilidad fueron mundiales. Pero nuestro título no va a perder importancia por ello. Vamos a ser Campeonas del Mundo, como mínimo, 4 años más. Y eso no nos lo quita nadie. Eso es lo que vamos a recordar", apostilla. También quedará para siempre la sororidad y el compañerismo intachable que demostraron ante el mundo entero las jugadoras bajo el claim '#SeAcabó'. Fue algo ejemplar. "Es que no podía ser de otra manera. No había otra forma de reaccionar. Pasó algo super desafortunado y estar a su lado y apoyarla era lo mínimo que podíamos hacer".

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Vladimir Martí
Chaqueta de ante, jersey de lana, shorts de algodón y pendientes de metal plateado, todo de MANGO.

Ahora la vida sigue. Y el fútbol, también. Admite que las primeras semanas de vuelta al ruedo fueron raras, que hubo "reuniones y citas muy diferentes a las que debe de tener un deportista de élite. Pero bueno, eso ya pasó. Se tenía que hacer. A nosotras nos ha tocado esto; a las generaciones de futbolistas anteriores les tocó que las insultaran por jugar. Y quizá a las futuras les saldrá otra cosa...". Pero ojalá que no, que lo que están construyendo abra un camino y oportunidades diferentes a las que vienen detrás. Dice que su vía de escape del bullicio mediático es seguir jugando. "Entrenando, realmente. Es entrar en el campo, dejar el móvil en la taquilla, alejarme de llamadas y mensajes, y centrarme únicamente en jugar, en el balón". Y en sus siguientes objetivos: la próxima Champions, cuya final se celebrará en Bilbao; o los Juegos Olímpicos de París, en los que Putellas sueña con estar junto a la Selección Española, ahora liderada por la entrenadora Montse Tomé. La rueda no para.

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Vladimir Martí
Top de algodón y pantalón ancho vaquero, todo de MANGO.
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Vladimir Martí
La futbolista posa con americana (al hombro) y camisa, ambas de piel sintética, y pantalón de algodón, todo de MANGO.

Alexia, como cualquier deportista de su nivel, es difícil de encontrar. Su compromiso con su trabajo es absoluto, y lograr un momento de su tiempo para tener esta conversación es un honor. Para ella lo es también el ser nombrada Deportista del Año en los premios Women of the Year 2023 de esta cabecera, que se han celebrado este mes en Madrid. Admite que la moda le divierte cada vez más, sobre todo desde que colabora con Mango, la marca con la que unió fuerzas el pasado marzo para crear una camiseta solidaria junto a Save The Children por el Día de la Mujer. Las causas sociales forman parte de su discurso desde que su pasión le permite ser altavoz de las mismas. Y su reflexión personal antes de terminar este año de éxitos para ella, pasa también por ahí: "Analizo mucho el momento en el que estamos. Creo que tenemos que permitirnos fallar, pero no puede darnos igual; tenemos que sacar una conclusión de ello, aprender, que nos sirva. Y bueno, bien, estoy bien. Intentando ser positiva ante todo lo que está pasando, y tratando de aprovechar lo que me da la vida, los pequeños momentos, el día a día. Tenemos que valorarnos entre nosotros, respetarnos y querer lo mejor para el de al lado. Eso nos hará ser mejores como individuos y como sociedad".

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Vladimir Martí
Alexia, junto a su perrita Nala, lleva chaqueta y chaleco, ambos de algodón, pantalón de lana, bailarinas de piel y pendientes de metal, todo de MANGO.

Peluquería y maquillaje: Mónica Marmo (Kasteel Artists Management). Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistente de estilismo: Sofía Soler.