La nuestra es una marca que nació con una intención muy clara: hacer sentir bien a un arco de consumidoras que por ahora tiene pocas opciones de compra. Detectamos que las mujeres con curvas estaban deseosas de seguir las tendencias, así que decidimos lanzar esta colección con un objetivo muy claro: ofrecer un producto de moda a un público joven (con un rango de tallas que abarca desde la 40 hasta la 52) a través de prendas confeccionadas y pensadas para estilizar y favorecer cualquier silueta.

El patronaje constituyó nuestro punto de partida. Estuvimos varias semanas realizando un estudio muy concienzudo del cuerpo femenino en sus diferentes tallas porque necesitábamos saber cómo funcionaba el volumen en este tipo de cuerpos. Para vestir a una mujer con curvas hay que conocer muy bien sus formas. Se hizo un trabajo muy extenso con la intención de cubrir todas sus necesidades. Desde entonces, cada modelo nuevo que nace pasa primero por el equipo de patronistas, que analiza desde la forma de un pantalón (para que quede perfecto en la talla 46 o en la 52) hasta el perímetro de una camisa (el contorno de pecho y de sisa son muy importantes para no impedir el movimiento de la prenda), pasando por la altura de las chaquetas (más largas de lo habitual para cubrir bien la retaguardia).

La tarea es ardua si la comparamos con la del resto de las firmas. Las tallas 34 y 36 exigen por norma un patrón más estándar, más sencillo, mientras que el nuestro es más complejo de trabajar. Nuestra decisión de empezar en la 40, aunque Mango llegue a la 44, obedece a la morfología de estos cuerpos que necesitan, por ejemplo, pantalones de tiro más alto o tops más cómodos. Una 44 de Violeta no tiene nada que ver con una 44 de Mango. Nuestra idea no fue nunca la de ampliar el escalado de tallas de la colección de esta última. La diferencia reside en el diseño de las prendas y en el cuidado de modificar las formas talla a talla, buscando siempre un patrón confortable, con un contorno correcto y utilizando tejidos más elásticos y apropiados para a un cuerpo con curvas. Nos sentimos orgullosos de haber conseguido dar en el clavo y ver que nuestras clientas salen con una sonrisa de la tienda. Las mujeres deben sentirse guapas y vestidas a la moda, independientemente de sus medidas.

Desde su lanzamiento en 2014, toda esta estrategia se ha ido puliendo y rectificando, pero sin perder de vista nuestra mujer tipo, la que representa a la perfección Vicky Martín Berrocal. Femenina, sexy, bella, nuestra embajadora encarna a la mujer real, sin miedos, sin complejos, segura y con una actitud rotunda y positiva ante la vida. Una mujer a la que no le importa la talla impresa en una etiqueta.