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Las redes sociales vuelven a echar humo por otra de las absurdas y peligrosas modas por buscar la imposibilidad del cuerpo humano. Se trata de Ab Crack, la nueva tendencia que ha surgido en Instagram y que promueve conseguir marcar una fina línea en el centro del abdomen. La inspiración, una vez más, se ha encontrado en modelos y celebrities que publican imágenes con físicos imposibles de conseguir. En este caso, se trata de la escuela de algunas famosas como Emily Ratajkowski, Stella Maxwell o Hannah Bronfman, que publican, constantemente, fotografías en las que se marca este elemento, dentro de un vientre superplano.

Esta marca corresponde a la línea alba, un tendón que recorre nuestro cuerpo desde el esternón hasta el pubis. El problema no es querer marcar un abdomen musculado (algo perseguido por la gran mayoría), sino los métodos para conseguirlo. La expresión Ab Crack significa, literalmente, rotura abdominal, por lo que podemos imaginarnos en qué consiste. Se trata de realizar ejercicios abdominales hasta que se rompe el tejido que une a ambos, así que se separan y el tendón que queda en el centro se marca. Esta peligrosa práctica puede derivar en diferentes lesiones que, en los casos más graves, puede acabar en cirugía, pror una hernia o excesiva debilidad abdominal; llegando, incluso, a peligrar el desplazamiento de órganos internos.

Pero, por desgracia, esta no es la primera tendencia que se pone de moda en el terreno físico. Los hashtags, las instantáneas y los 'antes y después' parecen haber creado una cadena en las redes sociales a las que, cada vez más, chicas de todo el mundo se unen haciendo gala de los límites a los que someten a sus propios cuerpos.

Pero, además de peligrosas, estas prácticas superan todos los grados de lo ridículo y absurdo. Hace un par de meses, Instagram quedaba invadido por fotos de chicas cuyo objetivo era mostrar la separación entre los muslos. Las imágenes las acompañaban con el hashtag #ThigGap , cuya musa era Cara Delevingne y donde los ejercicios para conseguirlo pasaron a un segundo plano, ya que las chicas comenzaron a someterse a peligrosas operaciones (eliminación de la grasa de los muslos a través de la cavitación). Pero no solo entre muslos, parece que la existencia de huecos y espacios entre diferentes partes del cuerpo es la nueva obsesión de muchas jóvenes. La última moda (que realmente comenzó como una broma pero que, casi sin quererlo, se ha convertido en otra tendencia loca) es el Bikini Bridge, que consiste en mostrar un hueco entre los huesos de la cadera y la tripa, tanto con bikini como con lencería, y que supone un síntoma de extrema delgadez.

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¿Hasta qué punto son favorables las influencias (aunque solo sean visuales) de las omnipresentes modelos e it girls en Instagram? Aunque de forma involuntaria, estas chicas crean una escuela nada positiva para la salud de las mismas. Si ahora es Emily Ratajkowski, en su día lo fue Cara Delevingne. Y no hay que olvidar, por supuesto, a la reina por excelencia de todas las tendencias, Kim Kardashian. Su cintura es la obsesión de muchas mujeres y se han llegado a llevar a cabo prácticas peligrosísimas para conseguirla. Desde los ejercicios con con corsets (que las propias Kardashian recomendaban) que prometían reducir los centímetros de cintura en tiempo récord, hasta el #A4Waist, un hashtag que se popularizó (especialmente entre mujeres asiáticas) acompañando imágenes de chicas que demostraban que su cintura era más estrecha que un folio Din A4.

En definitiva, las redes sociales vuelven a sacar a la luz la parte más negativa del ser humano. ¿Por qué buscamos lo imposible como perfección? ¿En qué momento conseguir unos cánones de belleza dejaron de lado la salud física de cada uno? Parece que esta cadena sigue sumando eslavones y que el poder de un hashtag sigue siendo imbatible.