La cantante Alicia Keys fue noticia hace un par de semanas no por su música sino porque asistió con la cara completamente lavada a la gala de los MTV Video Music Awards. Este hecho, aparentemente sencillo, revolucionó –cómo no- las redes sociales. Cientos de miles de comentarios sobre por qué lo hizo, por qué no debería haberlo hecho, por qué sí, por qué no, blá blá blá.

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Swizz Beatz, Alicia Keys y Nick Jonas durante la gala de premios MTV Video Music Awards 2016. Fotografía de Larry Busacca/MTV1617 © Getty Images

¿Por qué importa tanto lo que debería vestir o no vestir una mujer? ¿No deberíamos poder llevar lo que nos diera la gana? Aunque estas preguntas y cuestiones son demasiado obvias, a veces parece que no lo son. Actualmente rondan en mi cabeza una y otra vez, porque, tras dos pseudo-relaciones fallidas, descubrí que sí que importa lo que debes/no debes llevar y mucho.

La primera historia que me hizo empezar a hacerme estas preguntas fue hace dos años, cuando un ex-indefinido vino a verme desde Berlín a Madrid durante las Navidades. Todo parecía estupendo –las hormonas hacían ver que así era- y en un momento dado comenzó a preguntarme sobre mi vestimenta. ¿Por qué te tiñes de rubia? Deberías volver a ser morena. Argumenté que al tener la tez blanca y pecas, el pelo negro me endurecía los rasgos y el rubio me los dulcificaba (actualmente si un hombre me pregunta eso responderé amablemente, porque me da la gana). Soslayé este comentario y seguimos como si nada, pero él volvió al tema. ¿Por qué vas con camisetas escotadas? ¿Por qué son tan ajustadas? En vez de ir marcando tanto, quizá sería mejor que fueses con camisetas anchas y con escote, así no llamarías tanto la atención.

Me reí y le dije que porque me quedaba bien y le dije que al ser tan curvilínea, si no iba ajustada no se notaría que estaba delgada y que por tener bastante pecho el llevar ropa ancha da la sensación visual de ser más grande. Cerramos el tema y no le di la más mínima importancia.

Tiempo después descubrí que tenía novia, una novia que, por cierto, era antitética a mí: bajita, cero pecho y nada de maquillaje o ropa llamativa. Aunque eso es lo de menos, en su momento me hizo sentirme bastante mal y poner en duda cómo era yo y cómo debería vestir. ¿Quizá debería ir menos maquillada? ¿A lo mejor sí que parezco una mama chicho/mamarracha vistiendo así? ¿Y si fuese menos llamativa? Una conversación con una gran amiga me hizo entender que yo no le gustaba. Nadia, ¿no ves que todo lo que supuestamente le gustaba y atraía de ti es lo que te quiere cambiar?

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Una vez superada esta historia y bastantes meses después, apareció otro chico en mi vida que, supuestamente, le gustabatal y como era. Le encantaba que llevara tacones con plataforma, camisetas con escote y un nudo en la cintura, aros dorados grandes y me maquillara. Siempre se reía de lo sutil (lo decía irónicamente) que era mi vestuario, pero le encantaba. De hecho, una vez me vio vestida completamente de negro y me preguntó si estaba bien. Todo era divertido hasta que, también, descubrí que empezó a salir con otra chica a mis espaldas. La chica en cuestión, de nuevo, era antitética a mí: cero exuberante, bastante delgada, menuda casi tirando a bajita. Al principio me lo tomé con estoicismo, pensé, bueno, en el corazón la razón no manda, blá blá blá y cosas así. Pero, después, empecé a reflexionar sobre todo ello.

¿Acaso vestía mal? ¿Era vulgar? ¿Quizá demasiada intensidad en el look? Evidentemente, no. Aunque no tenga un estilo sencillo, tampoco es que sea el epítome de lo esperpéntico. Entonces, ¿qué estaba pasando? Dejando a un lado las conclusiones o el trasfondo de cada historia, el aspecto y la apariencia tenían mucho que ver.

¿Por qué importa tanto el aspecto en una relación de pareja? ¿Es por el qué dirán? En teoría, estamos en el s.XXI y cada uno puede ir como quiera y, si encima ya sigues ciertas normas de higiene y decoro, todo debería estar en orden. Pues por lo visto no, quizá haya sido mala suerte y he topado con hombres cerrados de mente, o quizá, también existen pocas personas con personalidad suficiente para entender que cada uno no es que pueda, sino que deba vestir como le apetezca y no sentir vergüenza ajena al presentárselo a los amigos/familia.

¿Por qué debería ser noticia que una mujer famosa por su talento y su voz vaya sin maquillar? Aunque es muy loable el movimiento #NoMakeUp que ha empezado Alicia Keys, desde hace bastante tiempo muchas vloggers y bloggers muestran su rostro sin maquillaje y una piel con defectos al descubierto. A raíz del gesto de Keys, la activista Imandeep Kaur tuiteó que ella ya llevaba diez años sin maquillarse.

Pero no es la primera vez durante este año 2016 que salta a la palestra el tema del maquillaje, en marzo la cuenta de Google Facts dijo que Los hombres prefieren a mujeres que llevan menos maquillaje.Y las respuestas no se hicieron esperar.

¿Qué importa si una mujer se maquilla o no? ¿No debería elegir ella al ser su piel y su rostro? ¿No deberíamos escoger nosotras cómo vestirnos y ya está? Cuando te gusta una persona de verdad ¿no debería dar igual todo eso? Y ya no se trata de temas de pareja sino ¿por qué no puedo hacer con mi pelo, mi cuerpo y mi cara lo que quiera? Tenemos que vestirnos para nosotras mismas y no para los demás. Quiero (des)vestirme sólo por y para mi.