No solo de la pasarela neoyorquina se alimentan las tan necesarias reivindicaciones de este 2017. Al otro lado del charco, Prabal Gurung o Public School, entre otros, se han alzado en contra de las políticas del nuevo presidente estadounidense, así como a favor del empoderamiento femenino. Aquí, y a pesar de que las paredes del pabellón 14 de Ifema absorban hasta hacer creer que no hay nada más allá, también se ha hecho referencia a la situación actual. Ana Locking, con su colección The Dreamer, ha invitado a soñar con que cambiar el mundo está en nuestra mano. La idea nace del ‘I have a dream’ de Martin Luther King, y presenta a todo un batallón de hombres y mujeres con los pies en la tierra y el puño en el aire. “Es alucinante como 60 años después de ese discurso mítico que forma parte ya de la historia de todos, seguimos abogando por lo mismo: derechos de igualdad, para la mujer, de libertad…”, comenta ilusionada desde el backstage a primera hora de la mañana. “Es un momento en el que o nos callamos y aceptamos lo que nos dan o alzamos la voz y decimos ‘esta no es la sociedad que queremos’”. Estéticamente, bebe del movimiento Black Panther, representando a una mujer fuerte y decidida que no pierde, por ello, un ápice de feminidad, visible en siluetas ceñidas en la cintura y aberturas en las faldas, independientemente del largo. Esta vez, la paleta de color de Locking se reduce: “Quería jugar con el color para crear un colectivo que tenga más fuerza y se oiga más”. Tanto, como los aplausos de su público, uno de los más fieles de cada edición, al recibir el mensaje de la colección.

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Uno de los ’looks’ del desfile de Moisés Nieto.

Sobre la pasarela, la jornada arrancó con el desfile de Moisés Nieto. Para el próximo invierno, el jienense plantea la que quizá sea su propuesta estéticamente más potente hasta la fecha. Sueña, como tantos otros con imaginario ochentero, con entrar de lleno en el universo David Lynch. Un mundo descolocado, sin sentido aparente, extremadamente colorido; algo desquiciado a veces, pero inevitablemente atractivo, imantado. “Me interesa, sobre todo, la forma en la que Lynch narra sus películas. No parte de un orden cronológico, sino que va picando toda la información, le da la vuelta, no cierra el final y deja que el espectador reflexione. Y eso es lo que he querido hacer con la colección”, cuenta el diseñador a BAZAAR. La pasarela, transformada en carretera en homenaje a Mulholland Drive, acogía toda una fiesta de color; contrastes en mini vestidos de lurex y guantes casi hasta el codo; medias mostaza y zapatos rosas con tacón marmolado firmados por Leié. Las dos protagonistas de la cinta más clásica de Lynch servían de hilo conductor: la más joven, recién aterrizada en California con siluetas extra cortas, y otra, la más madura, se ilustraba en trajes más elaborados, de largos midi y tejidos fluidos. Entre ellas, tres looks de hombre aparecían presentando Dos Estudio, la línea masculina paralela a Moisés Nieto, con alusiones a Twin Peaks en el estampado geométrico de sus bufandas y a golpe de mensaje, con el clásico Fire Walk With Me. Y una sorpresa más: un carrousel a ritmo del tema de la serie (que, por cierto, vuelve este 2017) mezclado con Como yo te amo cantada por Bimba Bosé a modo de homenaje a la modelo.

Segundos después, la pasarela muta en museo, con cuadros dispuestos para enmarcar a las maniquíes de Miguel Marinero. El diseñador, de la mano de su hijo en las riendas creativas, mezcla inspiraciones tratando de dar por enésima vez con un público más joven, sudadera estampada -ese 'caramelo' millennial- mediante. Aunque si de sudaderas estrella se trata, la de Ana Locking, con el lema ‘All power to the dreamer’, se lleva el protagonismo absoluto de la jornada. El mensaje se plasma también en camisetas, vestidos y bolsos ‘tote’ que prometen, envueltos por la situación global actual, alzarse como el gran éxito de ventas de la colección.

El espectáculo estaba asegurado con Andrés Sardá en el calendario de hoy. Mostrar lencería sobre la pasarela no es fácil a no ser que imagines todo un universo alrededor que lo sostenga y lo haga atractivo, y ese es el gran fuerte de la firma catalana. Su elección temática de este año, la Revolución Francesa, tiene, además, mensaje detrás: “Es una oda a todas las mujeres que lucharon entonces por las libertades, y por todas las que lo siguen haciendo hoy”, cuentan desde la firma. Y una musa (compartida con Jean Paul Gaultier), Victoria Abril, encargada de abrir y cerrar el desfile con el desparpajo requerido para la ocasión.

Clothing, Sleeve, Human leg, Shoulder, Textile, Plaid, Joint, Pattern, Collar, Tartan, pinterest
Desfile de teresa Helbig.

Entre los muchos tipos de mujer que nos deja la jornada, la de Torretta se dibuja sofisticada y minimalista revisando, según el diseñador, las piezas estrella de su carrera. Por su parte, las propuestas de Hannibal Laguna, piezas para princesas maduras repletos de apliques de pedrería, servirán a sus clientas para vestir, sin más demora, la próxima primavera; y es que, see now buy now aparte, desde hace tres temporadas sus diseños se pueden encargar desde el momento en el que salen a pasarela.

La jornada cierra con el estreno de Menchén Tomás en Ifema, no sin antes celebrar los veinte años de Teresa Helbig en la moda con una oda a ese mundo aristocrático que genera tanta curiosidad como los diseños de la catalana. Imagina salones inmensos, grandes candelabros, sillones tapizados, bibliotecas infinitas y ventanales gigantes desde los que observar la campiña inglesa. Las filas del Helbigang se llenan esta vez de princesas consentidas de apellido compuesto; de encajes trabajados al milímetro, lentejuelas transparentes bordadas sobre vestidos estampados que brillan inevitablemente, de lazadas gigantes al cuello y de escudos familiares. Un sueño más, el de Helbig demostrándonos (no solo con su ecléctico juego estético, también en patronaje y acabados) que aquí también se pueden hacer las cosas bien. Y mucho.