El pasado viernes, Balenciaga ponía fin a su era Wang. Período que duraría exactamente dos años y diez meses –el californiano fue nombrado director creativo de la casa fundada por Cristóbal Balenciaga (Guetaria, 1895) el 3 de diciembre de 2012–. Las colecciones-despedida dejan siempre un extraño sabor de boca. Así pasó cuando Marc Jacobs terminó su relación con Louis Vuitton. La colección del texano fue oscura; de luto. Nada que ver con la de Wang. El blanco reinó en esta. Una muestra de lencería –camisones, picardías, batines, chinelas...– que, sorprendentemente, no desentonó en demasía con los viejos códigos de la maison. Ahora, cero melancolías. "Siento como si fuera el último día de colegio", comentaba Wang reverenciándose. "Quería hacer algo inesperado". Y así fue. Una atmósfera íntima y relajada que pronto se vería encapotada por el inevitable proceso de especulación que suele regir esta clase de situaciones. El detonante era claro: ¿Quién sustituirá a Wang? La duda.

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Paco Rabanne

Después de aquella última gran ronda que reubicaría a John Galliano y Nicolas Ghesquière –uno en Margiela, otro en Vuitton–, el panorama de la moda parece haber cambiado a favor de lo desconocido. El dúo de Valentino –Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccoli–, por ejemplo, sólo es popular ahora. Así como sabemos de Alessandro Michele gracias a Gucci –a su mando desde el pasado enero– o de Massimo Giorgetti por Emilio Pucci. ¿Seguirá Balenciaga, firma matriz del grupo Kering –aquel que también incluye Gucci– un recorrido similar? Ante el interés que suscita tal cuestión, las apuestas han comenzado.

De nombres que se barajan. El primero (y quizá favorito): Julien Dossena, director creativo de Paco Rabanne desde enero de 2013. El fichaje de Dossena –quien tuvo que dejar de diseñar su firma Atto para dedicarse por entero a Paco Rabanne– se entendió como un acto de absoluta necesidad. El francés tenía la ardua tarea de vitaminar la debilitada casa de moda fundada en 1965. Dossena se convertía en el tercer diseñador que tomaba las riendas de la maison en un lapso de tres años. "Siempre he sentido fascinación por la actitud visionaria e innovadora de Paco Rabanne", expresaba el comunicado enviado por el grupo Puig al tiempo de su nombramiento. "Tiene una herencia única" ¿Tanta como para renunciar al nuevo trono vacío?

De acuerdo con Matthew Schneier, experto en moda de The New York Times, la lista de posibles candidatos también incluye los nombres de Bochar Jarrar y Chitose Abe; la primera, miembro de la Chambre Syndicale, lleva desfilando su marca homónima durante el calendario oficial de la Alta Costura desde 2010. La segunda –Chitose Abe– dirige Sacai desde hace más de diecisiete años. El colectivo que recientemente fundó Vetements también se incluye como opción válida.

Sea como fuere, resulta imposible saber a ciencia cierta el nombre del posible sucesor. Aún buscando paralelismos. Si bien es cierto que Michele era un desconocido antes de Gucci, Hedi Slimane tenía peso previa contratación en Saint Laurent –ambas marcas forman parte del mismo conglomerado–. Lo más importante es encontrar a alguien que pueda canalizar el ADN de la casa. La excitación reside más en el talento que en el nombre.