"Si habéis seguido mis stories en Instagram ya sabréis de qué va esta publicación. Pero si os suena a nuevo, esto es lo que va a pasar. Esta semana, el mundo será testigo de otro desfile de Victoria's Secret, donde reforzarán unos estándares de belleza muy específicos en la sociedad. Muchas se sienten mal con sus propios cuerpos y rostros al ver el espectáculo, como si el botón de autodesprecio fuese pulsado una y otra vez". Así es como explica Khrystiana, modelo y activista del movimiento body positive, el desfile que tuvo lugar ayer en pleno centro de Nueva York que reunió a más de veinte modelos de todas las tallas, formas y colores para reivindicar la diversidad entre las mujeres y denunciar los estereotipos y cánones de belleza difundidos por firmas como Victoria's Secret.

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Un desfile que las propias modelos titularon como Guerrilla de Lencería, en respuesta al desfile de Victoria's Secret y todo lo que este supone y provoca en mujeres de todo el mundo para dejar claro que la belleza, la sensualidad y sobre todo, el cuerpo femenino, no tiene nada que ver con medidas estrictas ni piernas kilométricas. Khrystiana y el resto de modelos organizaron esta pasarela para desfilar en lencería, en temperaturas muy gélidas, y hacer que su mensaje calara en el público y, sobre todo, en las redes sociales.

"Fue increiblemente inspirador estar rodeada de tantas y tan diversas mujeres, que se apoyan las unas a las otras. Muchas de nosotras estábamos asustadas a al hora de hacer este desfile, por muchas y muy complejas razones. Sin embargo, lo más increible fue ver cómo nos ayudábamos unas a otras a acabar con esa ansiedad; y cómo nos crecimos una vez pisamos la pasarela. No teníamos miedo. Y continuamos horas después haciéndonos fotos sin que el frío congelador nos parase. Eso fue lo más inspirador que pudimos ver. Todas allí éramos diosas", explicaba una de las participantes en el desfile, Liz Harlan, que hizo hincapié en el esfuerzo y la valentía de de Khrystiana a la hora de organizar este evento.

Al final, puede que aquel desfile no reuniese a tantos medios ni contase con una inversión y difusión posterior como la de Victoria's Secret, pero, sin duda, el mensaje transmitido fue mucho más fuerte e inspirador que el de cualquier espectáculo de la industria. Tal y como culminaba Liz Harlan en su alegato: "Esto es lo que ocurre cuando las mujeres se unen y se apoyan las unas a las otras. Porque cuando las mujeres unen sus fuerzas se vuelven invencibles".