Así se hizo el vestido de Chanel que Lilly Allen llevó en el Baile de la Rosa

Es Karl Lagerfeld sin duda un hombre de costumbres férreas. No por su particular gusto por beber la Coca Cola –siempre light– en pajita o por su predilección por elegir el fastuoso Grand Palais como ubicación de sus desfiles, sino también por mantener la alianza que desde hace casi dos décadas le une al principado más majestuoso de Europa. El director creativo de Chanel lo es también del baile anual que cada año ve desfilar a lo más granado de su aristocracia por el interior de las Salles des Étoiles del club Sporty de Monte Carlo, que este año se inspiraba en la temática Art Decó y pretendía una vez más reunir fondos para la fundación Grace Kelly. Con Alberto de Mónaco como anfitrión –Charlene se ausentó de la velada para cuidar a su hija Gabrielle, que aquejaba una enfermedad no especificada–, Beatrice Borromeo bailó junto a su prometido Pierre Casiraghi mientras una radiante Carlota Casiraghi aparecía vestida en uno de los vestidos que Lagerfeld diseñó para la ocasión. Sin embargo, un vestido de igual color –rosa empolvado– le robó la atención a cualquiera de los asistentes, gracias a lo estrambótico y cuasicómico de su apariencia: el de la cantante británica Lilly Allen.

El vestido en cuestión, perteneciente a la colección alta costura de primavera/verano 2015 de Chanel, es un modelo a medida confeccionado con tul rosa bordado por la maison Lesage que trabaja para Chanel, y sobre el que se han cosido cientos de hileras de lentejuelas plateadas y perlas rosas. Pero no quedaba ahí: sobre este, una capa de terciopelo rosa con el cuello bordado de camelias realizado por Lemarié y zapatos de terciopelo rosa. "Ha quedado un conjunto bastante divertido", afirmaba a WWD unas horas antes Lagerfeld. Contradecirle es imposible en esta ocasión.