Nike y Pepa Salazar, el tándem perfecto

Febrero de 2013. 'S.M.L.XL.': a través del estudio de los patrones, de las tallas y sus errores, Pepa Salazar estructuró una colección –la primera– en la que, lejos de colorismos –sólo encontrábamos un oscuro binomio azul y negro, blancos y tonos vainilla– los volúmenes cargaban con todo el peso de la muestra. Plásticos, poliésters, pieles y lanas fieltradas. El público aplaudió al unísino y su nombre enseguida sonó como favorito. Minutos después la diseñadora valenciana se convertía en ganadora del Mercedes-Benz Fashion Talent. La historia podría terminar así, como una anécdota: vine, ví y vencí – pero no. En 2014 Pepa volvía a MBFWM con su segunda colección. Esa que, en boca de su creadora, era "una involución hacia formas más fluidas" que se alejaban de la sastrería convencional. Ropas atadas al cuerpo, como si de masáis o monjes budistas se tratara, conformaban piezas primitivas y la suma de protagonistas plisados, nudos y tejidos técnicos que caían en forma de togas. Los volúmenes volvían y la joven diseñadora repetía como ganadora haciendo historia.

Otra proeza fue su colección de primavera/verano 2015. 'Hyperdry', esa que financió con la colaboración de Samsung y que supuso una apuesta única por los tejidos hidrocrómicos que integran la tecnología en su interior al cambiar de color entrando en contacto con el agua. Ocho looks que hacían que Pepa se posicionase inevitablemente como uno de los talentos con más proyección de nuestro país.

Suma y sigue. Hoy, dos años después, la valenciana contínua cosechando glorias. La última de la mano de la multinacional deportiva Nike. En este caso nos presenta una bolsa que fusiona el sportwear, la tecnología textil y que despunta por su minimalismo – una constante en el escueto recorrido de la diseñadora. El lookbook de la colaboración es obra del fotógrafo Noel Quintela y de la estilista Laura Vandall.