Lejos de la vorágine de la ciudad, podemos encontrar destinos idílicos donde disfrutar de un clima agradable, una propuesta culinaria exquisita y una amplia oferta de actividades culturales. Y es que, hacer una escapada de fin de semana en primavera es garantía de viajar en uno de los momentos menos concurridos del año, disfrutando de una perspectiva totalmente distinta y cautivadora de cualquier destino. En los últimos años, las Islas Baleares se han convertido en una de las propuestas más atractivas para una escapada de fin de semana gracias a que 48 horas resultan ser suficientes para desconectar en un enclave idílico conectando de una forma más íntima con la naturaleza.

Pero, ¿qué tienen las Islas Baleares para querer visitarlas fuera de la época estival? Quizás te hayas hecho esta pregunta en más de una ocasión y, por ello, queremos decirte que el clima suave es una de las razones por las que muchos viajeros escogen visitar destinos como Mallorca durante esta época del año. Las temperaturas permiten disfrutar de rutas por senderos naturales, explorar pueblos pintorescos y disfrutar asimismo de paisajes únicos como los acantilados escarpados, las playas de agua cristalina y el parque natural de Mondragó, un espacio natural situado en Santañí con más de 700 hectáreas en el que habitan las especies propias de la isla y desde donde se pueden contemplar los barrancos, las playas y los acantilados costeros.

Sin embargo, si planeas una escapada de fin de semana, hay un destino que, además de destacar por su situación privilegiada que permite conocer toda la isla o los rincones de ensueño de la capital mallorquina, combina actividades de bienestar con el fin de ofrecer un plan personalizado para cuidarse por dentro (y por fuera).

Hotel ZEL, el destino en Palmanova que aúna el espíritu mediterráneo con el bienestar

Palmanova es una de las primeras localidades turísticas que se construyó en Mallorca y que es conocida por sus playas de aguas cristalinas y su ambiente relajado, convirtiéndose en el destino perfecto para los amantes del mar y de la relajación.

Con una propuesta basada en el mediterráneo, la actividad y el bienestar, el Hotel ZEL se ha convertido en el punto de encuentro de viajeros de todo el mundo donde la vida saludable, la diversión y los planes extraordinarios se entremezclan para ofrecer una experiencia única. Situado frente al mar y rodeado de una decoración colorida y vibrante, el hotel es el vivo reflejo de la artesanía local, donde destaca la mezcla armónica de influencias, con guiños y referencias a otros puntos clave de la cultura mediterránea.

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Hotel ZEL

Beso Beach: un llamamiento a los sentidos

En lo que respecta a la gastronomía, este es otro de los secretos mejor guardados de Mallorca. En concreto, la oferta culinaria del Hotel ZEL combina la frescura de los productos locales con recetas tradicionales que han perdurado a lo largo del tiempo, brindando a quien visite su restaurante una experiencia inolvidable. Desde la cultura del vino a la minuciosa selección de pescados y mariscos, la gastronomía mallorquina fusiona sabores mediterráneos únicos ofreciendo una experiencia para todos los sentidos.

Qué visitar alrededor de Palmanova

Más allá de los aspectos culinarios y de bienestar, Mallorca es un destino que invita a la introspección. Alrededor de Palmanova podemos encontrar playas de agua cristalina como Son Maties, la playa de Es Carregador y Puerto Portals, un puerto deportivo que alberga boutiques de moda y restaurantes con una propuesta culinaria muy interesante. Por otro lado, a tan solo 20 minutos desde la localidad de Palmanova encontramos la Catedral de Santa Maria, el castillo de Bellver y el casco antiguo, paradas obligatorias donde inspirarnos de la belleza arquitectónica de la isla.