Segundo día en MBFW Madrid: Rarezas, 'croissants' y Lindsay Lohan

Parece que a la moda española le cuesta madrugar, al menos, los sábados. Ifema estaba casi vacío minutos antes de que estrenara la segunda jornada de Madrid Fashion Week el diseñador masculino García Madrid. A pesar del vacío de los pasillos, el café y los 'croissants' han volado en la sala de prensa, la gasolina del mundo 'fashion', que come, digan lo que digan.

La sala se ha llenado para sorpresa incluso de la organización, que sabe que a primera hora todo flojea. No lo ha hecho así el desfile. Trajes cuidados, con americanas cortas y anchas, corbatas extra largas y todos en chanclas. Los bordados en los bajos de los pantalones y las rayas de todo tipo han desfilado con más garbo del que se espera con el madrugón y en una colección exclusivamente masculina, una rareza en la semana de la moda madrileña. Manzanas (comestibles) y pajaritas (de terciopelo) han sido los regalos para los madrugadores asistentes.

Segundo round y otro café

Ailanto ha llenado de pavos reales, tucanes y cacatúas sus vestidos en una colección inspirada en la pintora impresionista americana Jessie Arms Botke. Todo el mundo decía eso tan agradecido de “me podría poner cualquiera de ellos”. Algo que la moda española necesita con urgencia. Los invitados se han podido llevar un par de preciosos cuadernos, para los que siguen escribiendo con bolígrafo y papel, otra rareza.

Ana Locking ha colocado una gigante cabeza del presidente Trump a la cabeza de la pasarela y un cartel en los asientos reivindicando un poco de silencio entre la marabunta de predicadores y creyentes que inundan la actualidad. 'Preachers' (en tonos azules) y 'believers' (en amarillos) han desfilado junto Ana que salía al final con una camiseta de Davidelfin en la que ponía Forever, a modo de homenaje.

Roberto Torretta ha tenido el 'front row' más comentado del día, y eso que Lindsay Lohan se ha sentado en la primera fila de Malne horas después, pero es que Marta Ortega (la heredera de Inditex) ha acudido junto al hijo del diseñador Carlos Torretta a ver la colección inspirada en el arte y el placer de viajar. El halo de los flashes ha cegado al resto de invitados. Para estas horas Ifema estaba a pleno rendimiento y no había 'corner' sin cola. Tampoco quedaban 'croissants'.

Justo lo contrario de lo que se respiraba dentro del siguiente desfile: calma y quietud. Menchén Tomás también se ha inspirado en el viaje para esta segunda colección que presenta en Madrid después de años en la 080. El color como protagonista para una propuesta que dice buscar la felicidad, que a esas horas (las cuatro y media de la tarde) era otro café.

Malne ha sido el último desfile en Ifema, todavía quedaba Pepa Salazar pero ya en el centro de Madrid. Para cerrar la jornada una propuesta intensa con unos preciosos vestidos blancos llenos de detalles florales y espigas que querían representar, nada más y nada menos, que El renacimiento de Venus, el nombre de la colección. Abogan más por la alta costura que por el prêt-à-porter y así lo parecía tanto en la presentación como en la propuesta. Han cerrado el desfile con una paloma al hombro que movía las alas para asombro de Lindsay, Lohan claro, por si todavía no sabéis que anda por Madrid...