De todas las artistas españolas del pasado, hay una cuyo nombre resuena hoy en día más que nunca, el de María Gutiérrez-Cueto Blanchard, más conocida como María Blanchard. La cántabra se convirtió en la máxima referente del cubismo español a principios del siglo XX, cuando París era cuna intelectual y artística, ciudad en la que se consolidó como artista y que actuó, en varias etapas de su vida diferentes, también como su casa. Y, tal y como podremos ver en la exposición Pintora a pesar del cubismo, en el Museo Picasso de Málaga, ahora goza incluso de mayor prestigio.

Conviviendo en la misma escena de nombres como Picasso, Braque o Gris, fue de las pocas mujeres que tuvieron la fortuna de destacar con nombre propio, aunque no lo suficiente como merecía. Pero ella viajaba, participaba en reuniones, y tenía voz. Gozaba de una, tímida, potestad poco usual para una época que encorsetada el universo creativo femenino. Logró destacar gracias a su empeño en visibilizar su obra, la cual encontraremos en las salas de esta emblemática institución andaluza desde este 30 de abril, hasta el 29 de septiembre de 2024.

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La muestra nace con el objetivo de darle el lugar que le corresponde, poniendo "de relieve la riqueza simbólica, el compromiso social, la complejidad formal y el carácter innovador propios de su trabajo en su relativamente corta trayectoria artística". Así, bajo este propósito, en el Museo Picasso de Málaga veremos pinturas que nos llevan a comprobar que desafió los estereotipos de género que primaban en su época, su faceta más innovadora como primera mujer en España en emplear el método cubista para construir imágenes, y, en palabras de los organizadores, también su "singular combinación de elementos geométricos y la diestra simultaneidad de perspectivas confieren una personalidad original tanto a sus representaciones más abstractas de la primera época como a los desarrollos figurativos de su obra posterior a 1920".

Pocos son los temas que la artista se dejó sin trasladar a sus cuadros. Marcada, de por vida por una malformación física que le llevó a sentirse siempre acomplejada, trasladó esa frustración empleando los pinceles, así como temáticas que van desde la maternidad, pasando por el trabajo doméstico, hasta llegar a una espectacular manifestación de las emociones humanas.