En pleno 2024 aún queda mucho techo de cristal que derribar. La desigualdad entre hombres y mujeres está presente en el ámbito laboral, se da desde los puestos más básicos del escalafón, pero se hace evidente en el caso de los altos cargos donde el número de mujeres es notablemente inferior al de los hombres. Según el estudio Competencias transformadoras para la igualdad de género en la sociedad y la economía digital del Observatorio de Igualdad y Empleo, en España las mujeres ocupan solamente el 23% de los puestos de trabajo del sector TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones). Y lo más preocupante es que esta cifra apenas ha aumentado en los últimos años, a pesar de que el sector tecnológico es uno de los que más está creciendo y que mejores condiciones ofrece a sus profesionales.

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No podemos ignorar los avances logrados como sociedad, liderados por el movimiento feminista, pero aún queda un largo camino por recorrer y la educación es la base. "Las actividades relacionadas con la tecnología, la mecánica o la electricidad aún a día de hoy se suelen asociar al rol masculino y se fomentan poco entre las niñas; sin embargo, sí se fomentan juegos y actividades vinculadas a los cuidados o la belleza", explica Inés Vázquez Ríos, cofundadora & CEO de Adalab, la primera escuela de España especializada en formación tecnológica para mujeres.

"Las mujeres ocupan solamente el 23% de los puestos de trabajo del sector TIC"
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Stanislaw Pytel//Getty Images

Algo a lo que también debemos sumar la ausencia de referentes femeninos dentro del sector de la tecnología. Figuras con las que las niñas y jóvenes puedan verse identificadas. "Esto provoca que cuando las mujeres decidimos a qué nos queremos dedicar la tecnología no esté ni siquiera entre las opciones", señalan desde Adalab. "Desde los años 80, las matrículas de mujeres en ingeniería informática bajaron del 30% al 16% en las universidades españolas. Y a día de hoy, las mujeres son minoría en las áreas STEM (Science, Technology, Engineering, Mathematics), sectores que están impulsando la revolución digital y muchos de los empleos del presente y del futuro", señalan.

Inés Vázquez Ríos y Rosario Ortiz, también fundadora de Adalab, forman parte de ese grupo de mujeres que decidieron dar el salto al sector tecnológico con grandes miedos y pocos referentes. Ahora, trabajan para que otras mujeres puedan formar parte de la revolución digital con la creación de Adalab y lo tienen claro: "Nuestra misión es cerrar la brecha de género en el sector tecnológico". Asimismo, resaltan el claro objetivo de "visibilizar y crear nuevos referentes que atraigan a las mujeres a un sector lleno de oportunidades: con tasas de desempleo muy bajas, salarios altos, mayor flexibilidad para conciliar y múltiples opciones para crecer profesionalmente".

"Desde los años 80, las matrículas de mujeres en ingeniería informática han bajado del 30% al 16%"

Incorporar a la mujer al sector tecnológico es clave, "ya que mejorará notablemente nuestra empleabilidad, a la vez que permitirá a las empresas acceder al talento del 50% de la población y así, potenciar su crecimiento con perfiles tecnológicos diversos", aseguran. Y continúan: "Nos guste más o menos el futuro es tecnológico, y las mujeres tenemos que pasar de ser espectadoras a ser protagonistas de los grandes cambios tecnológicos que afectan a nuestras vidas. El futuro debe ser inclusivo y gracias al trabajo de todos y todas estamos más cerca de conseguirlo", concluyen ambas fundadoras de Adalab.

8M: Retos pendientes dentro del sector tecnológico

Es innegable que en las últimas décadas los avances conseguidos son notables. No solo en el hecho de no estar calladas, alzar la voz y reivindicar todo lo que queda por hacer, sino en pequeños cambios que suponen grandes cambios y que provocan que poco a poco las nuevas generaciones encuentran referentes, mujeres que están haciendo historia en diferentes sectores y que marcan, de una u otra forma, el camino a seguir -una lucha indispensable para las creadoras de Adalab-. Y no solo dentro de nuestras fronteras, también fuera de ellas.

Un buen ejemplo lo encontramos tanto en los deportes electrónicos como en los videojuegos, ambos al alza en estos últimos tiempo. En el caso de los primeros y a pesar de ser un ámbito en el que mujeres constituyen ya casi la mitad de la comunidad mundial de usuarios, su representación a nivel profesional es aún incipiente, algo por lo que desde Bigetron Era (que destaca en Mobile Legends: Bang Bang) y Bigetron Ace, (en PUBG Mobile), equipos formados exclusivamente por mujeres de Indonesia, luchan cada día. En el segundo sector, los videojuegos, traemos el ejemplo de Kate Gorman Revelli, una de las personalidades más deslumbrantes del sector de los videojuegos que asumió el cargo de vicepresidenta de la franquicia Sims en EA Games. y que, poco a poco se ha comprometido a ofrecer una experiencia de juego más solidaria y de empoderamiento para las mujeres.

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Andriy Onufriyenko//Getty Images

Con la mirada puesta en el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, es importante señalar la importancia de romper con los estereotipos de género y permitir a cada persona desarrollar todo su potencial. Ríos apunta a varios retos pendientes en diferentes niveles para conseguir dar la vuelta a la situación:

  • Es necesario que se fomenten las habilidades científicas y tecnológicas entre las niñas tanto a nivel familiar como en las escuelas.
  • Por parte de las empresas, para atraer talento tecnológico femenino, "considero importante revisar las políticas de reclutamiento para eliminar posibles sesgos; el desarrollo de programas específicos para la incorporación y acompañamiento de perfiles junior (diversos); así como estrategias de retención del talento femenino como el fomento de la flexibilidad, la conciliación y los planes de carrera".
  • A nivel institucional, "fomentar y financiar programas que hayan tenido resultados positivos en la reducción de la brecha de género en tecnología para que estos se puedan escalar".