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El color que baña a Almería es uno de los más bonitos de nuestra geografía. Situada al suroeste de España, compartiendo el mediterráneo mar de Alborán con Marruecos, y presumiendo de ser una de las regiones con más horas de sol de toda la península, esta provincia andaluza cautiva. Los paisajes deslumbrantes se bañan en el azul de su costa y contrastan, en una conjunción perfecta, con el ocre y el rojo de sus tierras semiáridas, creando un combo cromático que satisface, ya de primeras, nuestra vista. Lo hace, eso sí, para dirigirnos hasta allí con el propósito de mostrarnos los otros muchos atributos que la convierten en uno de los destinos turísticos más acertados para disfrutar de las vacaciones.
Desde las tranquilas aguas del Parque Natural de Cabo de Gata hasta las playas urbanas con todas las comodidades en la capital de la provincia, la diversidad de opciones para disfrutar del mar y el sol en Almería es sorprendente. Los acantilados escarpados y las calas escondidas añaden un toque de misterio a la costa, mientras que el desierto de Tabernas (el único que ha sido catalogado como desierto en Europa) nos invita a explorar un paisaje de película. De hecho, fue escenario de cintas como El bueno, el feo y el malo (1966), Indiana Jones y la última cruzada (1989) o Martín Hache (1997); y de algunos capítulos de series tan afamadas como The Crown, Los hombres de Paco o, por supuesto, La veneno, ya que Cristina Ortiz era natural del pueblo de Adra.
La historia almeriense es rica, tal y como podemos observar al fijarnos en su arquitectura. La imponente Alcazaba, una fortaleza árabe del siglo X, domina la ciudad desde lo alto, ofreciendo vistas panorámicas y transportándonos a épocas pasadas. La Catedral de Almería, un magnífico ejemplo de arquitectura gótica, y los restos de la Muralla de Jairán, que rodeaba la ciudad en tiempos de los musulmanes, son testigos silenciosos de los siglos de influencia y cambio cultural por los que pasó este enclave andaluz. Sin embargo, si hablamos de historia debemos mencionar su gran tradición culinaria. Un gran festín para los sentidos. Los amantes del marisco se verán tentados por la frescura de las gambas rojas, las quisquillas y los calamares fritos, que capturan el sabor del Mediterráneo en cada bocado. Y, más allá de las tapas con las que siempre nos conquista Andalucía, si pensamos en un plato almeriense por excelencia, no podemos dejar escapar el de los gurullos con conejo, probablemente el más representativo de la provincia.
Dónde comer en Almería
Siguiendo los Soles Guía Repsol
Y es que poca duda cabe en decir que, para los amantes del buen comer, Almería es un destino perfecto. De hecho, la Guía Repsol concede varios Soletes Guía Repsol a muchos establecimientos almerienses que, como este sello define, cuentan con encanto especial y sorprendente que te harán recomendarlos a tu círculo más cercano. Si decides visitar la capital de esta provincia del suroeste de España, apunta varias paradas. Para comer puedes parar en Errante, en el Kiosko Amalia, en El Homenaje Grill & Bar, La Cuarta Planta o, entre otros muchos Soletes Guía Repsol, en Buono. Este último, situado frente a la playa de San Miguel, merece más que la pena. Al contrario que el resto, su cocina no es precisamente la que más esencia de Almería respira, sino que se centra en el made in Italy, pero cuenta con unas vistas al mar que completan con sobresaliente los sabores de sus platos, como sus pizzas o los gnocchi a la sorrentina.
Almería y sus alrededores ofrecen una experiencia inolvidable que combina paisajes impresionantes, historia cautivadora y una cocina que deleita los sentidos. Ya sea relajándote en la playa, explorando la rica historia de la región o saboreando la auténtica comida local, este destino tiene mucho que ofrecer a los viajeros que buscan una experiencia única en España. Así que prepárate para dejarte llevar por su magia y descubrir todo lo que este rincón del mundo tiene guardado para ti.
La Costa, una cocina con Dos Soles Repsol
Después de recorrer todo Almería, tú eliges por dónde moverte. Y, vayas a donde vayas, la aplicación de la Guía Repsol nos propone una parada que va un paso más allá, una de esas que se sitúan como la excusa perfecta para darse un capricho. Si decides ir de Almería a Granada, reserva mesa en el restaurante La Costa, en la Avenida Bulevar, 48, en El Ejido. Catalogado como el mejor restaurante de Andalucía (y el séptimo de España), y avalado por, nada menos, que Dos Soles Guía Repsol, es un viaje en el tiempo y en los sentidos. José Álvarez, un maestro culinario arraigado en la tradición local, ha sido el guardián de este rincón gastronómico durante décadas.
Era la década de los 60 cuando La Costa abrió sus puertas en un modesto rincón de un polígono industrial. Comenzó siendo un sencillo establecimiento de menús del día que ya destacaba por la pasión y dedicación de José Álvarez en cocina. Con el paso de los años, el lugar evolucionó, convirtiéndose en un auténtico templo de la cocina almeriense.
La esencia del restaurante radica en su compromiso con la calidad y autenticidad de los productos locales. En una tierra donde el mar y la tierra convergen de manera sorprendente, ha sabido capturar esta riqueza en cada uno de los aperitivos y 14 platos principales de su menú degustación. Allí puedes encontrarte desde una bullabesa vegetal, hasta un róbalo, una emulsión de tomate Raf o sabrosos gambones que te llevan el mar a tu paladar.
En La Costa, los invernaderos que tiñen la tierra de azul y el mar de verde son la fuente de inspiración para una carta que rinde homenaje a la frescura y diversidad de la región. El producto del mar, procedente de las lonjas de Adra y Almería, llegan a las manos expertas de su cocina para ser transformados en creaciones que encarnan el espíritu del Mediterráneo. Sus quesos, son seleccionados por un afinador profesional que, como dice el chef del restaurante les "ayuda a expresar ese cóctel de atributos únicos y los convierte en un auténtico manjar". Además, también las verduras de la huerta almeriense se convierten en protagonistas de sus platos, celebrando la autenticidad de los ingredientes de su tierra. Cada una de ellas cuenta una historia de su paisaje, un relato que somos capaces de sentir desde nada más probarlas.
Una parada en Cabo de Gata
Si tu camino se dirige hacia el lado opuesto, es decir, si tienes pensado pasar por Murcia o Alicante, entonces seguro que ya tienes apuntado en tu ruta Cabo de Gata. Y si no, también deberías apuntarlo. Es uno de esos enclaves en los que muchos reservan solo por y para dormir allí. Una zona donde podemos ver acantilados que se mezclan con arenales de dunas y áreas abruptas de rocas, y desde cuyo faro o mirador de las Sirenas verás uno de los mejores atardeceres del país. Que allí el turismo de autocaravana sea uno de los que más proliferan no resulta raro, pues emerge en el seno de un Parque Natural preservado, el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Si lo visitas, toma nota de otro de los restaurantes con Solete Guía Repsol que destacan por su tradición y pescado local, el Blanca Brisa Cabo de Gata, un establecimiento donde degustar opciones como pulpo o arroz, y que se debe probar antes de continuar el camino.
Saborear la tradición en la Terraza Carmona
También en Almería, pero en Vera, encontrarás la Terraza Carmona, con Un Sol Guía Repsol desde 2004. Se trata de un negocio familiar que nació en 1947, pero que ahora se encuentra regido por la tercera generación de la familia que le da nombre. Destaca por contar tanto con menú del día, como con uno degustación. En cualquiera de estas dos opciones, la Terraza Carmona asume el pasado de su historia respetando los sabores de la región ("conservando el fuego eterno de los progenitores", dicen ellos), pero al mismo tiempo adapta sus recetas al presente con propuestas innovadoras y creativas que juegan experimentando en el paladar y logran resultados de éxito.
Muchos comensales que lo han visitado lo han aplaudido por sus quesos, las berenjenas o carnes. Desde la Guía Repsol también destacan su degustación de guisos típicos almerienses, el gallo Pedro horneado al aroma de Jerez, cualquiera de sus mariscos, los galanes fritos a la andaluza, el carré de cabrito de Los filabres relleno, y otros muchos platos. Además, otro de los puntos fuertes de este espacio que le suma puntos es que completa también su oferta con instalaciones hoteleras, un plus magnífico situado a tan solo 7 kilómetros de la ciudad que invita a cenar allí con calma y despertarse en alguna de sus íntimas 38 habitaciones al día siguiente.
¿Qué distingue a un Solete Guía Repsol de un Sol Guía Repsol?
Tanto los Soles Guía Repsol como los Soletes Guía Repsol son símbolos de la marca Guía Repsol que reconocen la calidad en el mundo de la gastronomía. Los primeros representan un prestigioso reconocimiento que celebra la excelencia gastronómica que cumple con determinados criterios, más allá de los sabores de alta restauración. Pueden ir desde sus niveles de sostenibilidad, productos locales o integración, pasando por su compromiso con la economía circular hasta llegar a la coherencia de entre espacio y proyecto.
Los Soletes Guía Repsol, en cambio, son un distintivo que define a esos rincones encantadores con un indescriptible atractivo que te invita a regresar. Esta definición lo dice todo. A diferencia de los Soles Guía Repsol, esta categoría marca establecimientos más asequibles, así como también abarca un grupo aún más diverso; incluyendo bares, restaurantes, terrazas, heladerías, pizzerías, chiringuitos o pastelerías, entre otras tipologías de locales.
