El auténtico termómetro de Milán: su ‘casting’ de modelos

Con Kass contó Versace. La maniquí natural de Estonia, otrora imagen de Calvin Klein, Gap, Chanel o Dior, es de sobras conocida en el sector. Actualmente prefiere sentarse en el ‘front row’. Esta temporada, la etiqueta italiana nos ha recordado que la belleza etérea de Kass sigue en alza.

Sus profundos ojos verdes y su aspecto andrógino le valieron el triunfo. Debutó en 1998 en la Semana de la Moda de París. Conquistado el sector de la moda, Bela decidió probar suerte en el mundo del cine. A mediados de la primera década de los 2000, la moda, huérfana de modelos icónicas, volvió a reclamar su presencia, y en el 2006 protagonizó, nada más y nada menos, que las campañas de Chloé, Lanvin, Donna Karan, Louis Vuitton o Marc by Marc Jacobs.

De Brauw fue descubierta a mediados de los años noventa. Tras realizar algunos trabajos como maniquí a nivel local –en Amsterdam, su ciudad natal–, abandonó la profesión para estudiar la carrera de Bellas Artes. Se graduó y, pasado un tiempo, la industria reclamó su vuelta. Y de qué manera.

Herzigova se hizo famosa en 1994 gracias a la firma Wonderbra. Su rostro aparecía a todas horas en televisión y la imagen de su busto salpicaba las marquesinas de las ciudades de medio mundo. Nació un nuevo sex symbol: Herzigova logró entrar en el mundo de la moda por la puerta grande, la de una campaña (mítica y) global.

A Muse, de 28 años, es difícil verla desfilando. Esta temporada lo ha hecho gracias a Prada. La carrera de la maniquí estadounidense comenzó en el año 2006. A lo largo de su prolífica trayectoria, Muse ha caminado para los mejores diseñadores –los creadores del selecto club de la Alta Costura de París inclusive– y protagonizado importantes campañas de publicidad –Chloé, Fendi, Isabel Marant, Yves Saint Laurent…–. Su portfolio recoge decenas de portadas e incontables editoriales de moda y belleza.

Valade comenzó en la moda en 2009, en Milán. El desfile de primavera-verano 2011 de Balenciaga, en París, cambió su vida: dos años después de debutar en la pasarela parisina de la mano de Nicolas Ghesquière, Valade ya poseía un currículo digno de admirar. En su segundo año como modelo apareció en un total de 91 desfiles, de los cuales abrió nueve y cerró cinco.

Comenzó a desfilar a los 15 años. Van Seenus, hasta la fecha, ha sido imagen de las firmas Chanel, Dolce & Gabbana, GAP, Vidal Sassoon, Jil Sander, Sonia Rykiel y TSE, entre otras. Sobre la pasarela ha desfilado para DKNY, Gianni Versace, Prada, Anna Sui, Givenchy, Lanvin… Y una más: Bottega Veneta.

A los 14 años llegó a la industria; en el 2000 no hubo desfile en el que no estuviera –tampoco campaña de publicidad–. Hermès, Gucci, Cavalli, Armani, McQueen… Las gracias por volver a ver caminar a Zimmermann, a Miuccia Prada.

Desde los 16 años, Elson ha desarrollado una imparable carrera que tuvo su mayor reconocimiento en 1998 cuando ganó el premio Vogue/VH1 a la mejor modelo. Ha sido imagen de Anna Sui, Chanel y Christian Dior y participado tres veces en el prestigioso calendario Pirelli.

Boscono debutó con 17 años en la pasarela de Milán. La industria apostó fuerte por ella de inmediato; le llovieron suculentos contratos publicitarios y un sinfín de editoriales y portadas. Hoy, el único capaz de contar con ella temporada tras temporada es Riccardo Tisci, su fiel amigo y director creativo de Givenchy.

Acompañada por la ‘instamodelo’ Gigi Hadid, Hutton, de 73 años, echaba el cierre al desfile de Bottega Veneta. En 1974 la ex maniquí firmó el contrato más caro de la historia como imagen de la casa cosmética Revlon. Veneta celebró sus 50 años de vida y su 15 aniversario con Tomas Maier al mando trayendo de vuelta a una de las figuras más queridas por la industria.

La diosa de ébano se mueve por la amistad. Donatella Versace hacía marchar a Campbell la semana pasada en Milán. Las filas de Riccardo Tisci suelen contar con ella. Fue el celebérrimo Azzedine Alaïa quien la encumbró en París, a los 16 años. Junto a otras compañeras de generación como Turlington, Crawford, Evangelista o Schiffer, Cambpell reinó en las pasarelas de medio mundo durante la década de los 90.

Kebede dio sus primeros pasos en Nueva York, a los 18 años. Vio despegar su carrera cuando fue seleccionada para los desfiles de Ralph Lauren y Tom Ford. La top etíope fue la primera mujer negra que fichaba con el gigante cosmético Estée Lauder (2002).

Su primer gran trabajo: la campaña de primavera-verano 2003 de Marc by Marc Jacobs, fotografiada por Juergen Teller. Antes de 2005 posó para las de Dolce & Gabbana, Valentino, Mulberry y Max Azria, y se convirtió en ángel de Victoria’s Secret. Trentini fue maniquí habitual durante años.