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El sector de la medicina estética no deja de progresar y ofrece cada vez más tratamientos y productos para mejorar, entre muchas otras cosas, el aspecto de la piel. Uno de los procedimientos más demandados por sus beneficios son los hilos tensores, que ayudan a que la piel luzca más firme y rejuvenecida desde su aplicación.

¿Qué son los hilos tensores?

Como su nombre indica, son hilos tensores son hilos extremadamente finos que se emplean, generalmente, para combatir las arrugas, las líneas de expresión y la flacidez, para elevar las cejas y redefinir el óvalo facial y el contorno de la mandíbula. Pese a que los resultados sean duraderos –de 12 a 18 meses en la mayoría de los casos–, los hilos tensores son absorbidos por el propio organismo tras 6 u 8 meses desde que se realiza la intervención. Esto se debe a que los hilos tensores se fabrican a partir de materiales reabsorbibles, lo que hace que además de tensar la piel, estimule la producción del colágeno.

"Existen varios tipos de hilos tensores según el material del que están hechos: policaprolactona, ácido poliláctico, PDO o polidioxanona. Todos ellos son biocompatibles y reabsorbibles. Pero, los hilos tensores también pueden clasificarse según su forma: hilos de monofilamento –se usan para estimular el colágeno, aumentar el espesor de la piel y atenuar arrugas finas– e hilos espiculados, que tienen una estructura dentada, indicados para ayudar a combatir el descolgamiento facial y para compactar, ya que permiten dar mayor tensión que los monofilamento", explican las Dras. Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto, especialistas en medicina estética y codirectoras de la Clínica Mira + Cueto.

¿Cómo actúan los hilos tensores en la piel?

Según afirma la Dra. Carmen Ayestarán, directora de Ayestarán Medicina Estética, "los hilos tensores no funcionan sobre cualquier tipo de piel, y en ocasiones requieren tratamientos previos para aumentar la densidad cutánea y prevenir que se noten”; es por ello que existen casos en los que dependiendo de cuál sea el tipo de piel y la propia fisionomía, los hilos tensores podrían ser visibles o hacerse evidentes al tacto, lo que derivaría en un resultado poco natural. Por ello, desde el punto de vista clínico, las personas que se considerarían “pacientes ideales” para someterse a este procedimiento deberían contar con ciertas características.

¿En qué pieles se pueden colocar los hilos tensores?

  • Aquellas con una buena proyección ósea. De esta manera, los resultados que se obtengan serán óptimos.
  • Pieles densas. En definitiva, aquellas que contengan suficiente tejido celular subcutáneo para evitar que los hilos tensores se hagan evidentes al tacto.
  • En pieles maduras donde los pliegues que producen las arrugas y los surcos nasogénicos se hagan evidentes a la vista.
  • Aquellas pieles que además de ser flexibles, dispongan de movilidad.
  • Aquellas en las que existe flacidez en la zona del cuello y de la papada así como los casos en los que la zona entre el ángulo mandibular y el mentón estén poco definidos.
  • Pieles que tienden a ser más flácidas.

Teniendo en cuenta estas consideraciones, la Dra. Ayestarán indica que para las pieles que no cuentan con esas características, existen alternativas y complementos –en la mayoría de los casos– que ayuden a recurrir a los hilos tensores. No obstante, si te encuentras en este escenario, desde Ayestarán Medicina Estética cuentan que “los estimuladores de colágeno pueden prevenir los efectos adversos en el caso de las pieles más difíciles, por lo que se recomienda redensificar la piel para someterse a un procedimiento como éste”.

¿En qué pieles no se recomienda el uso de hilos tensores?

  • Aquellas que son extremadamente finas. En estos casos, las suturas serían muy visibles y lograrían el efecto contrario al que se desea.
  • Rostros con fibrosis. La fibrosis puede ser consecuencia directa de otros tratamientos de rellenos permanentes, por lo que en estos casos se desaconseja el uso de hilos tensores.
  • Las dañadas por la exposición excesiva al sol. Como consecuencia, la piel estará dañada y las suturas no se integrarían adecuadamente.
  • Aquellas que son más fibrosas y/o finas como consecuencia de un exceso de ejercicio físico.
  • Las que presentan arrugas marcadas y profundas en las zonas de inserción ya que los hilos tensores no mejorarán la apariencia de las arrugas.

¿Cuáles son los efectos secundarios de los hilos tensores?

"Cuando se coloca un hilo se produce un estímulo de los fibroplastos (células que generan colágeno), y éstos empiezan a sintetizar colágeno alrededor del hilo. El material de los hilos se va reabsorbiendo, pero el colágeno que generan queda en nuestra piel. Así actúan mejorando la textura, dando soporte y atenuando arrugas finas. Añadir que para el procedimiento ponemos anestesia local previa para disminuir las molestias al colocar los hilos tensores, pero el hilo no es doloroso. Después del tratamiento podemos sentir cierta tensión que irá remitiendo", explican las Dras. Mira y Cueto.

Asimismo, debes saber que la inserción de hilos tensores en la piel puede tener efectos secundarios –aunque éstos son mínimos–. Según la Dra. María Elena Fernández Martín, directora de la Clínica Ortega y Gasset, los efectos secundarios que pueden asociarse a la inserción de los hilos tensores mayoritariamente son los siguientes: el enrojecimiento de la zona de los puntos de inserción, la aparición de edemas leves en la zona así como hematomas en caso de que se rompa algún capilar y la sensibilidad (pasajera) de la piel que desaparece a los pocos días.

¿Qué alternativas existen para tratar la flacidez?

En la actualidad, existen tratamientos de belleza para quienes temen las agujas o no quieren someterse a un procedimiento quirúrgico. Dado que la flacidez es una de las consecuencias más directas del envejecimiento, hay ciertos tratamientos que destacan por su capacidad para estimular el colágeno, como la radiofrecuencia, el láser Electra o el ácido hialurónico. Sin embargo, "es primordial hacer un buen diagnóstico para decidir cuál es el mejor tratamiento para cada paciente en función de lo que detectemos que está sucediendo en su caso en concreto", concluyen las Dras. Mira y Cueto.