Con el paso de los años, el cuidado de la piel se convierte en uno de nuestros grandes quebraderos de cabeza. Mantener el rostro firme, terso, sin arrugas e imperfecciones más allá de la década de los treinta no es sencillo, son múltiples factores, más allá de la genética, los que influyen en este proceso. La suma de todos ellos se conoce como exposoma, un término que surgió en 2005 y que actualmente centra millones de estudios en todo el mundo. Pero, ¿sabemos de verdad de qué se trata? ¿Por qué es tan importante para nuestra piel?

¿Qué es el exposoma?

    El término exposoma viene de expo-sición y lo podríamos definir, según explica la Dra. Ana María Molina, dermatóloga en el Hospital Fundación Jiménez Díaz, "como el conjunto total de los múltiples factores de exposición que llenan la vida de una persona desde su nacimiento". Según los últimos estudios entorno al exposoma se ha confirmado que es el responsable de múltiples enfermedades crónicas y "gran causante del envejecimiento de la piel" como bien reflexiona la doctora, de ahí que cada vez cobre más importancia en temas de belleza.

    Y aunque este término fue acuñado en 2005, es vital conocer qué es y en qué consiste para cuidar la piel correctamente. "Desde que nacemos estamos expuestos a factores externos que afectan a nuestra piel. El genoma es la información genética que heredamos y es responsable del 25% de las enfermedades crónicas. El 75% restante se debe a factores externos, internos, medioambientales...", cuenta el Dr. Agustín Viera, miembro de la Academia Española de Dermatología, de la Academia Europea de Dermatología y Venereología y del Comité Asesor European Journal of Dermatology.

    ¿Cuáles son los principales factores que influyen en el exposoma?

    A la hora de hablar acerca del exposoma –un concepto poco conocido al menos para gran parte de la población–, debemos hacer mención a siete factores, así lo determinan la propia Dra. Molina de la mano de los expertos de Cantabria Labs: la radiación solar (incluyendo la luz ultravioleta), la contaminación, el tabaquismo, la nutrición, el estrés, las altas temperaturas y la falta de sueño.

    La radiación solar

    "El exposoma de la piel está formado por múltiples factores que afectan al estado de la piel y pueden acelerar su envejecimiento. En el caso de la radiación solar, el daño solar crónico acumulado a lo largo de la vida debido a la exposición a la radiación solar ultravioleta y la luz visible favorece la aparición de signos de fotoenvejecimiento. Y no solamente eso, también aumenta el riesgo de padecer cáncer de piel", explican los expertos de ISDIN.

    El tabaquismo

    En el caso del tabaco, el humo de éste contiene más de 3.800 sustancias químicas nocivas entre las que encontramos el alquitrán, el amoniaco, la nicotina... "Fumar 10 años envejece la apariencia de la piel 2.5 años y este hecho se percibe en la piel mediante la aparición de manchas, patas de gallo, arrugas marcadas alrededor de los labios y un color de piel grisáceo", añaden desde ISDIN.

    La mala alimentación

    Según indican los expertos de ISDIN, el 30% de la formación de las arrugas depende de la nutrición. Destacan que, un consumo excesivo en azúcar, puede estar estrechamente vinculado a la aparición de arrugas y líneas de expresión, mientras que seguir una dieta rica en antioxidantes como la vitamina A, la vitamina B y la vitamina C ayuda a proteger la piel del daño oxidativo que producen los radicales libres, retrasando también la aparición de los signos de la edad.

    Las temperaturas elevadas

    Sin embargo, el tiempo también tiene que ver con la aparición del exposoma. "La exposición al calor se asocia con mayor expresión de metaloproteinasas, enzimas que degradan el colágeno y la elastina. Las altas temperaturas pueden contribuir al envejecimiento prematuro de la piel, causando daño oxidativo, alterando la vascularización y favoreciendo la aparición de arañas vasculares", explican desde ISDIN.

    El estrés y la falta de sueño

    Cuando sufrimos episodios de estrés, es habitual que nuestra piel se vea alterada, pues éstos dan lugar a la aparición de eccemas, picores, brotes de acné o incluso pueden llegar a empeorar el estado de las enfermedades cutáneas crónicas. Sin embargo, la falta de sueño también puede estar estrechamente ligada al estrés –como consecuencia del ritmo de vida acelerado al que nos hemos acostumbrado– y, por tanto, puede llegar a perjudicar la barrera protectora de la piel y asociarse a una peor respuesta a factores externos.

    La contaminación

    Por último, la contaminación es otro de los factores que influyen en el exposoma. Es una realidad que, quien vive en una ciudad grande, está más expuesto a elevados niveles de polución frente a alguien que vive en un entorno más natural. "La polución está estrechamente ligada al envejecimiento prematuro de la piel como consecuencia de que las microparticulas en suspensión del ambiente contaminado se adhieren a la piel y con el tiempo favorecen la aparición de hiperpigmentaciones y arrugas", cuentan desde ISDIN. Sin embargo, estas no son las únicas consecuencias que tiene la contaminación sobre la piel. También reduce la firmeza y la elasticidad, dejando la piel con un aspecto más flácido y con un tono más apagado.

    ¿Cómo afecta el exposoma al envejecimiento de la piel?

    "Todos los estudios dan mayor importancia a la radiación solar. Parece que por fin está calando en la población, aunque para muchos sigue estando de moda ponerse moreno. Pero si tuviese que elegir solo un factor sería la polución. Cada vez aumenta más, está descontrolada y es tan reciente que de momento no ha calado en la población general, queda camino por hacer", asegura Molina que no duda en hacer hincapié en este término y en su "estrecha relación con la pigmentación de la piel y la formación de arrugas porque estimula las metaloproteinasas, que provocan una degradación del colágeno". Además resalta que estas partículas contaminantes también pueden afectar al cuero cabelludo, en concreto a la alopecia.

    Más allá de la alimentación, clave en cualquier aspecto de la piel, o de la importancia del sueño, Molina pone el foco en el tabaquismo, tantas veces asociado a problemas de salud pero olvidado en términos de envejecimiento de la pie. "Las partículas nocivas del tabaco para la salud se relacionan con la pérdida de luminosidad, la aparición de arrugas y manchas alrededor de la boca", concluye la doctora.