El mundo de las citas (digitales o no) está fatal y esto es algo que no hace falta que te digamos. Lo lees en los medios, lo ves en las series, lo lees en los grupos de Whatsapp y lo escuchas de tus amigas y de tus amigos una y otra vez: Nada tiene sentido, está todo fatal, de verdad que no le entiendo, parecía que sí pero no, y bla bla bla.

Si en otros artículos te hemos hablado del ghosting o el breadcrumbing y aún así sigue habiendo cosas que no te encajan en el comportamiento del pretendiente en cuestión, no te preocupes, no es cosa tuya; simplemente, han aparecido nuevas modas y/o tendencias en el mundo de las citas. Sí, si el ghosting y el breadcrumbing ya eran algo horrible, prepárate, porque en el Diccionario del Horror Sentimental (que no existe pero, quizá, debería) no dejan de aparecer nuevos términos y nuevas páginas. En esta ocasión te vamos a hablar del cushioning, el nuevo -ing de las relaciones del siglo XXI.

Sin embargo, antes de seguir, debemos entender qué es el benching porque ¿por qué no añadir un término más a las historias interminables con todos tus ligues? ¿Eh? ¿Como si no tuvieras suficiente jaleo ya? Benching viene de bench (banco en inglés) y, significa, lo que ya te estarás imaginando, tener a alguien en el banquillo. Así de cruel, ni más ni menos. Quizá estas personas no sean conscientes pero les gusta tener a las personas ahí, esperando por ellos. A diferencia del ghosting, el benching existe para que la persona que lo haga se sienta mejor. No rompe nunca de forma directa o clara, siempre lo deja ahí, abierto. No desaparece del todo. Si en el ghosting la persona no deja rastro, el benching te da señales para que pienses que es una opción factible. ¿Y qué pasa con el breadcrumbing? Pues, la diferencia entre el benching y el breadcrumbing es que que, por ejemplo, hacen preguntas, quieren saber cómo estás, (des)quedan pero nunca se materializa la cosa. Quizá sólo quieren tener un subidón al ego y saber que tienen a alguien ahí, por si las moscas. Es el siguiente paso evolutivo del ghosting y el breadcrumbing. La delgada línea emocional del descaro diferencia a estas dos formas de relacionarse sentimentalmente.

Antes de que lo digas, sí, estas aventuras existen a nuestro alrededor desde hace bastante tiempo y el refranero popular ya ha acuñado expresiones con respecto a ellas. Por eso, es más que normal que te preguntes a qué viene ahora tanta terminología y tanto concepto distinto. Muy fácil, gracias (y por desgracia) a la tecnología, el mundo de las citas, las parejas y los (des)amores han evolucionado hasta situaciones que no habíamos visto (o vivido) hasta este momento.

Entonces, ¿qué es el cushioning y por qué debería asustarte tanto o más que todas las anteriores?

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Captura de pantalla del diccionario ’Urban Dictionary’.

Según Urban Dictionary (un María Moliner virtual 3.0 y guiri): Cushioning es una técnica de citas donde, aunque tengas a tu pareja principal, tienes también varios cushions (almohadones) que son personas con las que flirteas de vez en cuando para que sirvan de cojín cuando tu relación principal se rompa y, así, no te quedes solo. ¿Extraño? Piénsalo dos veces. ¿A que en más de una ocasión alguien te ha dicho aquello de 'no pongas todos los huevos en una sola cesta'? Ea. Pues eso es lo que es el cushioning.

Es irónico porque la gente hace cushioning para evitar sufrir y no quedarse solo -hay individuos muy propensos a solapar relaciones en esta vida- pero, ¿tener cushions no incrementa las posibilidades de que tu pareja descubra esos cojines emocionales y rompa contigo? Algunas personas dirán que es de cobarde no lanzarse a por todas en una relación (cuando te gusta alguien de verdad, claro); otras, reflexionarán y clamarán aquello del no querer cerrarse puertas porque, oye, nunca se sabe...

Entonces, ¿por qué es tan terrible el cushioning? Porque fusiona todas las anteriores. La persona cushioneadora -la que hace el cushioning- sabe que tiene algo serio o intuye que va a ser algo más; sin embargo, no quiere alejar esas otras opciones porque ¿por qué dejarlas escapar? ¿Por qué decirles uno a uno a los ligues que tiene por las diferentes vías y redes sociales que está saliendo con alguien (más) especial que cualquier otra y, así, dejar escapar cualquier posible relación con alguien que le atrae más o -como suele pasar en estos casos, perdonen la expresión- le pone más?

Algunas personas explican que el cushioning les ayuda a tener pareja. Alegan que la persona con la que salen es el equipo A y los cushions son el equipo B. Las meteduras de pata y la ansiedad las muestra a la persona que le importa menos y, así, parece menos ansiosa y desesperada ante la persona del equipo A (o la que le gusta más).

¿Cómo evitar el cushioning (hacerlo y que te lo hagan)? Como la opción de la reclusión y el celibato no es viable (que si lo es, es completamente respetable) y no se te ocurren muchas más, lo mejor es que aceptes que salir con personas en el s.XXI, en el año 2017, está bastante complicado y delicado así que, si no te quieres volver loca, será mejor que te tomes todo con filosofía y respires hondo. O, al menos, engañes a la persona que te interesa y te muestres súper chill y relax y súper easy sexy y te desahogues con tus amigas. Porque, ¿cómo vas a ser tú misma delante de la persona que te gusta? ¡Qué locura! ¿Verdad? Ser honesta, clara y directa está demodé, claro.