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Cuando Esther y Maria Fàbrega, dos hermanas de la Costa Brava, hicieron un viaje a Nepal, volvieron enamoradas del cashmere. De esa historia de amor y cuando ambas estaban aún en la universidad surgió Cashfana, que coge precisamente su nombre del preciado tejido de unas bufandas de las que se enamoraron en el viaje así como de las primeras letras del apellido de las hermanas y termina por rendir homenaje a Anna, amiga de ambas que les acompañó en este viaje transformador. Lo que en aquel momento se quedó como un sencillo hobby para las dos hermanas, que después se se formarían y trabajarían como abogadas durante años, volvió a cobrar vida en la pandemia, cuando Esther se quedó sin trabajo y decidió retomar aquel sueño de construir algo juntas.
A día de hoy el nombre Cashfana no es ningún desconocido en las calles madrileñas, ni para todas aquellas que trabajan en el sector de la moda o para aquellas amantes de las firmas con encanto. Menos aún ahora, cuando la reina Letizia no ha dudado en apostar por unos pendientes de la firma para acudir a Arco, siendo este siempre uno de sus looks más especiales.
Con motivo de este momento y para conocer más a fondo la firma hablamos con Esther Fàbrega, cofundadora de la firma, quien nos cuenta más sobre los pendientes elegidos por Letizia: "Son unos pendientes muy luminosos, con mucho brillo, que aportan mucha luz al rostro. Sin duda son una creación muy especial porque son diferentes el uno del otro y que además se pueden llevar tanto para ir a una boda como para ir al trabajo. Que la reina los llevara a ARCO no pudo ser más acertado, ya que creo que encierran ese espíritu artístico e innovador del arte.", explica.
Antes de Letizia también han estado Sassa de Osma, Isabelle Junot o Blanca Miró, tres grandes adeptas de la firma, además de una larga lista de influencers patrias que se han enamorado especialmente de sus joyas coloristas. Sobre esto, Esther nos cuenta que aún no se acostumbran a tener esta gran acogida: "Nos seguimos sorprendiendo cada vez que llevan alguna de nuestras piezas. Siempre que aparece alguna de ellas nos parece como si hubiéramos alcanzado ya lo máximo posible y, sin embargo, igualmente nos motiva a ir a por próximos retos, a que lleguemos a más gente".
De todas sus colecciones, creadas por manos artesanas de Italia, Colombia, India o México, la más emblemática de la firma tiene que ver con la Testa di Moro siciliana y, es que, fue precisamente con un viaje a Italia como surgió la nueva etapa de la firma.
"Poco antes de la pandemia y de que mi empresa cerrara, habíamos estado en Italia y habíamos conocido a una estupenda artesana. Hablamos con ella y le pedimos diseñar algunos collares, aceptó y comenzamos a vender tres diseños de collares. Comenzamos comprando 20 collares y esas mismas navidades ya se multiplicaron por muchos más. No diría que el comienzo fue sencillo, pero la firma tuvo gran acogida, creo que por ser un tipo de joya muy única que no se ve en redes ni se encuentra en tiendas".
A día de hoy, dentro del colorista y optimista universo de las joyas únicas de Cashfana, sus collares italianos hechos en cerámica y pintados a mano siguen estando más que presentes en cada colección. Además de ellos, pueden hallarse collares con frutas, animales y también un universo que va más allá de las joyas e incluye bikinis, bolsitos o bandanas.
Conversando con estas hermanas sobre la artesanía nos cuentan que siempre tuvieron muy clara esta apuesta. Con cada producto quieren poner en valor la artesanía de diferentes países, además de apoyar a las diferentes comunidades ayudando económicamente a las familias de los artesanos. Sin duda, una apuesta en la que diseño, sostenibilidad y propósito se unen para dar vida a unas de las joyas más especiales del momento.
