Si existe algo que nos gusta a todas, independientemente de si eres monárquica o no, es comentar y estar pendiente de los looks de las familias reales. Un encanto especial que por alguna razón, (quizás es por eso que dicen de la sangre azul) nos encandila. Si bien la reina Letizia es el orgullo nacional en cuanto a estilo y que ha conseguido proyectar a nivel internacional, incluso inspirando a otras royals como Rania de Jordania, si existe una familia real que esté siempre en boca de todos, esa es la familia real británica.
A pesar de que durante estos últimos meses todo el protagonismo ha girado entorno a la desaparición pública de Kate Middleton y su dura reaparición y diagnóstico de cáncer, la realidad es que entre escándalos y chismes, esta familia siempre ha destacado por crear y asentar tendencias. La difunta reina Isabel II se adueñó de los total look a color, siempre con el mismo corte de vestido, zapatos de tacón sensato a juego y un acertado tocado en el cabello; con Lady Di surgió el verdadero fenómeno, un icono de la moda que hasta día de hoy continúa inspirando; pero las nuevas generaciones de la familia real comienzan a adoptar ese aire sofisticado tan característico a su propio estilo.
Mientras que Kate Middleton es un gran ejemplo de cómo vestir con trajes perfectos para todo tipo de eventos y vestidos de gala de su marca de cabecera Alexander McQueen, Meghan Markle es el claro ejemplo del lujo silencioso, de un aire más despreocupado. Durante su última aparición hemos comprobado que es el nuevo icono del estilo 'Old Money'.
El look 'Old Money' de Meghan Markle
Meghan Markle y el príncipe Harry acudieron el día de ayer a una competición benéfica de polo en Wellington (Florida), y no pudimos evitar fijarnos en el look tan 'Old Money' de la duquesa de Sussex.
El motivo de este artículo: el vestido blanco midi de Meghan Markle, con un precioso escote cruzado halter, una falda plisada con vuelo a la altura de la cintura, atado con un nudo a la espalda (o a la cintura), de la diseñadora Heidi Merrick. Como complemento estrella, un bolso blanco de piel cruzado de Maison Valentino y unos tacones nude de Aquazzura. Definitivamente, un sueño de look.