Nadie nos enseña el arte de perder el tiempo, pero todos acabamos haciéndonos expertos. Las horas es te escapan de las manos y, al final de la jornada, caes en la cuenta de que no has hecho todo lo que deberías. Ay, esa culpa, como pica. La procrastinación te hace sentir indisciplinado, vago y desastre. Pero, ¿y si resulta ser beneficiosa? ¿y si te aporta más cosas positivas que negativas?


Los expertos diferencian entre dos tipos diferentes de procrastinación: la pasiva y la activa. La primera sería, por ejemplo, tirarse todo el día tumbado en el sofá. No te aporta nada más allá de una sobredosis de descanso.


Sin embargo, la segunda, la activa, sí tiene su parte buena. Mientras pierdes el tiempo leyendo o haciendo otras cosas, lo estás utilizando en algo valioso, aunque no esté relacionado con lo que deberías estar haciendo. De esa procrastinación activa, sacarás conocimientos e ideas.
-Sabrás lo que te importa de verdad
Es muy raro que dejes para mañana (o pasado) las cosas que te encantan. Cuando algo te apasiona, no lo postergas en el tiempo. Si estás retrasando ese nuevo proyecto mientras te dedicas a procastinar con otras cosas, quizá es que no es tan importante para ti como creías.
Según este artículo de Forbes, la procastinación nos ayuda a priorizar. Al tener ese tiempo para pensar, podremos ver con más claridad las tareas que son más importantes para nosotros.
-Te hace más creativo
Durante el tiempo dedicado a procrastinar, te has alimentado con muchas ideas y conocimientos nuevos. Eso te ayudará a ser más creativo y probablemente lo utilices en algún proyecto.
-Te ayuda a motivarte
Si estás procrastinando en lugar de hacer eso tan importante que tienes aún pendiente, es porque te falta motivación. Si eres consciente de eso, intenta encontrarla mientras pierdas el tiempo, piensa en qué cosas te interesan más y ve hacia ese lugar.
-Mejores decisiones
Llevas horas, días, procrastinando en lugar de tomar una decisión. Vas dejando pasar el tiempo, porque en realidad no lo tienes nada claro. La procrastinación te ayuda a tomar una decisión precipitada; de alguna manera, durante ese tiempo que pierdes, la vas madurando, y por eso estarás más preparado cuando por fin lo hagas.
Según este artículo de Fast Company, la procrastinación permite a nuestras mentes pensar detenidamente y sopesar las diferentes opciones. Frank Partnoy señaló en su libro Wait: The Art and Science of Delay que cuando se retrasa algo es un buen momento para recopilar y revisar la información necesaria para tomar la mejor decisión posible.