Hace unos días distintos medios generalistas se hacían eco de que Sabrina Vega, ajedrecista de Gran Canaria, había decidido no asistir al Campeonato del Mundo de Ajedrez por organizarse en un país que discrimina a las mujeres. ¿Por qué una mujer preparada y condecorada ha tomado una decisión así?

Sabrina Vega es la actual campeona de España de ajedrez y junto con toda la selección nacional femenina, han cancelado su participación por el Campeonato del Mundo de Ajedrez Rápido y Relámpago en Riad, Arabia Saudí. En sus propias palabras, “Esta temporada es muy larga y no me sentí con las fuerzas suficientes para dar una respuesta inminente y ceder ante ciertas reglas de conducta del país musulmán”.

Está más que claro que la decisión es muy valiente y acertada con los tiempos que corren, sin embargo, a pesar de la decisión tan loable, prácticamente casi nadie ha seguido el ejemplo. Vega no ha sido la única en renunciar al título, pero no todo el mundo lo ha hecho, finalmente, unas cien jugadoras asistirán al certamen mundial. Además, ni un solo hombre ha negado su participación o se ha pronunciado con respecto a este asunto. Magnus Carlsen, jugador que ocupa el primer puesto en la clasificación mundial masculina, sí ha acudido.

Sin embargo, no es la primera mujer que ha tomado una decisión así. Hace unas semanas, otra jugadora y campeona de ajedrez mundial ha renunciado a sus títulos para luchar contra el machismo.

facebookView full post on Facebook

Anna Muzychuk, ucraniana de 27 años y doble campeona de ajedrez, se ha negado a participar en este certamen que comenzaba el 26 de diciembre, por los motivos que ella misma explicaba en su post de Facebook.

"En pocos días voy a perder mis dos títulos mundiales, uno a uno. Solo porque he decidido no ir a Arabia Saudí; por no jugar con las reglas de otros, por no llevar abaya, por no tener que ir acompañada cuando estoy en la calle y, en resumen, por no sentirme una criatura secundaria.

Hace exactamente un año gané esos dos títulos y era la persona más feliz en el mundo del ajedrez, pero ahora me siento muy mal. Estoy preparada para luchar por mis principios y saltarme esa convocatoria, en la que podía haber ganado más que en una docena de competiciones juntas.

Todo esto es muy molesto, pero lo más decepcionante de todo es que a casi nadie le importa.

Es un sentimiento realmente amargo, pero no lo suficiente como para que cambie mi opinión y mis principios. Lo mismo pasa con mi hermana Mariya y estoy muy contenta de que compartamos el mismo punto de vista. Y sí, para aquellos que les interese... ¡Volveremos!"

Datos sobre Arabia Saudí como que no ha sido hasta el año 2015 que las mujeres han podido votar por primera vez, que a finales de 2017 una mujer dio un concierto en solitario. O, que a partir de este año 2018, las mujeres van a poder conducir solas, asistir a estadios de fútbol o a cines públicos, son los que han llevado a la ajedrecista a no apoyar un certamen en un país tan cerrado de mente con respecto a los derechos de la mujer.

No es la primera vez que una ajedrecista toma una decisión así. En el año 2016, la representante de ajedrez estadounidense Nazi Paikidze, se negó a participar en el mundial femenino del 2017 en Teherán, Irán, porque no quería sentirse obligada a ponerse un hijab.