La retención de líquidos es el término general con el que se designa la acumulación excesiva de líquidos en el organismo, que se manifiesta con síntomas como hinchazón y distensión (sobre todo alrededor del estómago y las piernas), fatiga y dolor de piernas. Por suerte, aunque debes consultar a tu médico de cabecera en caso de retención de líquidos crónica, hay multitud de pautas sencillas que puedes incorporar en tu estilo de vida para mejorar los síntomas, como explica el nutricionista Georgios Tzenichristos, de la clínica LipoTherapeia.

¿Qué es la retención de líquidos?

La retención de líquidos, también conocida como edema, es la acumulación anormal de líquido en los tejidos del cuerpo. Sus causas son variadas, entre ellas, problemas circulatorios, insuficiencia cardiaca congestiva, enfermedades renales o hepáticas. Por lo que es importante acudir a un médico para determinar las causas de dicha retención, así como posibles soluciones o cambios en la rutina.

Esta retención está vinculada a un aumento de sal en la dieta, por una vida sedentaria, o por el consumo de alcohol, aunque también puede deberse a ciertos medicamentos, problemas circulatorios o embarazo. Si tu cuerpo registra mayores niveles de sal, intentará compensarlos almacenando más agua. Si se deshidrata, también. Es decir, el cuerpo retiene líquidos cuando hay falta de equilibrio. Los lugares clave son las extremidades y el vientre. Allí se va almacenando el agua entre los vasos sanguíneos. Esa agua se pone de manifiesto sobre la báscula y en el espejo.

Síntomas de la retención de líquidos

Los síntomas comunes de la retención de líquidos incluyen hinchazón en las piernas, los pies y los tobillos, aumento de peso repentino, rigidez o dolor en las articulaciones y un aspecto hinchado o inflamado en el cuerpo. Este tipo de patologías conlleva, además un aumento de peso considerable y una mayor fatiga. Incluso puede desencadenar en problemas para respirar, si esto ocurre, se debe acudir al médico.

Para prevenir la retención de líquidos es importante llevar una dieta saludable y equilibrada, reducir la ingesta de sodio, hacer ejercicio regularmente y evitar estar sentado o de pie durante largos períodos de tiempo. También se debe tratar las condiciones médicas subyacentes, como la insuficiencia cardíaca o la enfermedad renal.

¿Cómo se trata la retención de líquidos?

Mantente activo

Cuanto más se contraen los músculos, más ayudan las venas y los vasos linfáticos a bombear sangre y linfa desde las extremidades –donde la retención de líquidos es peor– hacia el corazón. Prueba a caminar, correr, montar en bicicleta o nadar, y aprovecha los beneficios del ejercicio para la circulación sin tener que luchar contra la gravedad.

Para mejorar la circulación en la parte inferior de las piernas, también puedes flexionar las pantorrillas. Intenta hacer 50 repeticiones cada vez, varias veces al día, para ayudar a drenar el agua que se acumula en la zona de las pantorrillas.

Dúchate con agua fría

Tanto las duchas de agua fría como las de agua caliente y fría (de contraste) estimulan la contracción de los vasos sanguíneos y linfáticos y, por tanto, la circulación sanguínea y el drenaje linfático. Incluso una ducha fría sólo para las piernas puede ayudar a aliviar los síntomas de la retención de líquidos.

Masajea la parte inferior de las piernas y los muslos

Realiza movimientos firmes, largos y ascendentes utilizando una pequeña cantidad de aceite. Incluso unos minutos al día bastan para aliviar los síntomas, y es mucho mejor para quienes sufren retención de líquidos que el cepillado en seco, que puede arañar la epidermis.

Prueba a realizar un tratamiento en cabina

Un masaje manual de drenaje linfático es el tratamiento preferido para la retención de líquidos, ya que es muy suave. Dicho esto, cualquier tratamiento de masaje relativamente firme que incluya movimientos ascendentes largos (effleurage) y algo de amasamiento (petrissage) ayudará a estimular la circulación y el drenaje linfático. O prueba la presoterapia (terapia de compresión alterna), que es una forma estupenda de eliminar el exceso de líquido.

Mantén las piernas en alto

Si puedes, apoya las piernas en un taburete mientras trabajas con el ordenador y, por la noche, coloca un par de cojines bajo las piernas durante media hora o más. Esto ayudará a limitar la retención de líquidos en las extremidades.

Bebe más agua

Puede sonar contraintuitivo, pero la deshidratación hace que el cuerpo retenga agua en exceso, aumentando así la retención de líquidos. El café puede marcar una diferencia rápida a corto plazo porque es un diurético, pero el consumo excesivo de cafeína aumenta la retención de líquidos, al igual que el alcohol, así que evita excederte.

Adapta tus hábitos alimenticios

Hay multitud de cambios nutricionales que puedes hacer para combatir la retención de líquidos. En primer lugar, controla el consumo de sal, ya que el sodio hace que el cuerpo retenga agua. También se debe reducir la cantidad de azúcar que se consume, ya que provoca glicación e inflamación crónica de bajo grado, que afectan a la función de los vasos sanguíneos.

Al igual que con cualquier estilo de vida saludable, también se debe limitar el consumo de grasas saturadas e hidrogenadas, ya que pueden causar una serie de problemas de salud. Para ello, evita la carne grasa, los alimentos fritos y los aperitivos ultra-procesados, como la bollería y las galletas, y sustitúyalos por pescado azul, semillas y nueces, ricos en grasas omega-3. De este modo, ayudará a controlar y reducir la inflamación, reducir la coagulación de la sangre y mejorar la circulación.

Incorpora más fruta a tu dieta

Las frutas son ricas en potasio, especialmente los plátanos, las sandías y los melocotones, que pueden ayudar a reducir los niveles de sodio y actuar como diuréticos. Las bayas son especialmente buenas, ya que todas ellas contienen polifenoles que ayudan a mantener los vasos sanguíneos y linfáticos.

¿Has probado los suplementos alimenticios?

Está demostrado que los suplementos como el extracto de centella asiática, el extracto de arándano, el extracto de castaño de Indias y los flavonoides con vitamina C ayudan a estimular la circulación y a combatir la retención de líquidos, mientras que la cúrcuma, ingrediente de belleza de culto, contiene curcumina, conocida por su acción antiinflamatoria. Las infusiones de hierbas, como la hoja de diente de león, la ortiga y el hinojo, también pueden ayudar, ya que tienen un efecto diurético natural en el organismo.

Si tienes problemas específicos de retención de líquidos premenstruales, toma suplementos de magnesio. El magnesio es un mineral del que muchas personas son deficientes, a pesar de que participa en 300 procesos corporales.

Favorece tu función intestinal

El estreñimiento puede aumentar la retención de líquidos al inhibir la función de los vasos sanguíneos y linfáticos en la zona de la pelvis. Un par de cucharadas de semillas de lino molidas o de chía con dos vasos grandes de agua o zumo pueden devolver la regularidad a la mayoría de las personas. El consumo de verduras, frutas y beber mucha agua también son esenciales para una mejor función intestinal.

Deja de fumar

Todos conocemos los problemas de salud relacionados con el tabaco, y se sabe que tanto el alquitrán como la nicotina tienen un efecto negativo en los vasos sanguíneos y la circulación. El vapeo tampoco es una buena alternativa, ya que puede tener un efecto similar.

Utiliza medias de compresión o calcetines de vuelo con moderación

Las prendas de compresión pueden ayudar a aliviar los síntomas de la retención de líquidos, pero a largo plazo tienden a debilitar la circulación y función de drenaje, así que úsalas sólo como medida de emergencia.

Prueba una dieta de eliminación

Aunque se recomienda hablar con el médico antes de eliminar cualquier alimento de la dieta, las intolerancias alimentarias pueden contribuir a la retención de líquidos, por lo que una dieta de eliminación o una prueba de alergia pueden ayudar a identificar alguna de ellas.

Vía: Harper's BAZAAR UK