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Se ha abierto un gran debate en torno a los aceites minerales para la piel. En teoría, la legislación europea prohíbe que las firmas cosméticas incluyan en sus productos el reclamo "sin aceites minerales" y es que muchos consumidores huyen de ellos. Pero también aportan una sensación de hidratación y suavidad instantánea que nos cautiva al momento. Pero lo cierto es que los aceites minerales no son buenos para la piel y no deberían formar parte de tus cosméticos.

¿Qué son los aceites minerales?

Los aceites minerales se utilizan principalmente en tratamientos como cremas, productos capilares y productos cosméticos y, según afirman desde L'Oréal, "son eficaces para el aseo y el desmaquillado gracias a que mejoran la calidad de las texturas". Sin embargo, como explica Paola Gugliotta, fundadora de la firma Apoem y máster en dermocosmética y postgrado en genética e inmunología por Harvard, "los aceites minerales son muy baratos, fácilmente emulsionables y nada más extenderse sobre la piel dan el ‘pego’ aportando una irreal sensación instantánea de hidratación y suavidad. Sin embargo, son derivados líquidos del petróleo, compuestos por varios tipos de hidrocarburos."

¿Cómo actúan los aceites minerales en la piel?

Además, esta hidratación es falsa: "los aceites minerales se limitan a formar una película grasa que obstruye los poros y dificulta la homeostasis, el proceso natural de la piel por el cual regula su temperatura, su humedad, que le permite, en definitiva, realizar sus funciones. La consecuencia es el efecto contrario, deshidratan la piel y modifican su función de barrera natural. Hacen la ‘trampa’ de impedir la deshidratación, y dar una sensación falsa de hidratación al absorber la humedad de las capas más internas de la piel para que la capa externa se muestre jugosa. Además, entorpecen la respiración cutánea y la eliminación de las toxinas, provocando a la larga la aparición de acné, impurezas, rojeces o irritaciones", señala la experta.

¿Qué consecuencias tienen los aceites minerales para el medio ambiente?

Además, no solo no beneficia a la piel sino que tampoco al planeta: "los aceites minerales se obtienen de la petroquímica, es decir, de recursos no renovables. Además, los aceites minerales no son biodegradables, son bioacumulables (se quedan dentro del organismo de algunos animales marinos sin poder ser expulsados) y además son de gran toxicidad para el medio acuático", explica. Por su parte, desde L'Oréal añaden que la calidad de estos aceites está cuestionada como consecuencia de la presencia potencial de impurezas y componentes policíclicos (CAP) que son cancerígenos. "En cosmética, a veces se perciben como comedogénicos y oclusivos, es decir, que pueden obstruir los poros de la piel. Desde un punto de vista medioambiental, los aceites minerales se ven acusados de no ser reasimilables por el medio ambiente y también se dice que su utilización contribuye al agotamiento de los recursos naturales".

¿Qué aceites minerales se deben evitar?

Según apunta Gugliotta, los que hay que evitar para asegurarnos de que no estamos extendiendo sobre la piel derivados del petróleo o hidrocarburos son: Paraffinum liquidum, aceite de parafina, PEG, aceite mineral, vaselina, vaselina líquida, petroleum y petrolato.