Tan querida como odiada (a todas nos puede resultar agotador), la plancha ha sido, sin duda, lo mejor que le ha pasado a la peluquería en casa. Pero como todo, tiene su técnica, y puede que tú no estés ejecutándola correctamente. Recogemos los errores más comunes que solemos cometer con una plancha en la mano, y les ponemos solución para que empieces a disfrutar solo de sus ventajas.

- No empiezas bajo el agua. No nos referimos a que te duches con la plancha en la mano, pero sí a que tengas a mano champú y acondicionador alisadores. Sí, ninguno obra milagros sin el trabajo de secado y alisado posterior, pero ayudan a preparar el pelo a la vez que lo hidratan para trabajarlo.

- La dirección del secador. Aunque no lo parezca, el secador es la herramienta que más daña el pelo. La forma más adecuada de utilizarlo es dejando que el pelo caiga naturalmente y moviendo el secador hacia delante y hacia atrás con la muñeca. Cuando tengas tiempo, intenta que termine de secarse al aire libre.

- No utilizar protector de calor. Empieza a mentalizarte de que las planchas pueden adquirir la temperatura necesaria para hornear una pizza, y que tu pelo no está preparado por sí mismo para soportarlo sin acabar mostrando el daño.

- El vapor de agua. Si al pasarte la plancha se desprende vapor o escuchas ese característico sonido del agua al contacto con el calor de la plancha… para. Puede ser que no te lo hayas secado bien o que te hayas pasado con la aplicación de aceites o productos de acabado.

- No trabajas por partes. Coger mechones al azar no funciona si quieres un acabado uniforme. Divide el pelo en secciones que la plancha pueda trabajar en función de su anchura, probablemente acabarás incluso antes.

- Repites pasadas. Si la plancha es mejor que el secador es, precisamente, porque el pelo sufre menos trastorno. O debería. En realidad, con una pasada debería bastar. Si tienes que repetir es porque no aplicas tensión suficiente, o porque estás eligiendo mechones demasiado grandes.

- Te olvidas del acabado. Si tu pelo tiende a rezarse o encresparse, necesitas un producto de acabado que mantenga alejada a la humedad. Utiliza uno sin aceite y sin siliconas, que potencie su brillo natural.

- Tu plancha del pelo es de otra era. Si tienes el pelo normal o fino, utiliza una de cerámica. Si tienes el pelo rizado, opta por una de titanio. Para acceder a todas las zonas (incluida la raíz), la plancha no debería tener más de 5 centímetros de ancho.