Días antes de que Selena Gomez arrancara gira, los medios publicaban la noticia de que la joven durante ésta no pisaría ni China ni Rusia por, aseguraba un puñado de buenas tintas, su vinculación con el Dalái Lama. Todavía discutiendo los motivos, hoy la también estrella del pop Lady Gaga se ha visto envuelta en una tesitura similar. Una reunión entre la mother monster y el líder espiritual del lamaísmo retransmitida en directo a través de Facebook puede llevar a China a prohibir actuaciones de la cantante en el país.

El (para muchos peculiar) encuentro se produjo tras la Conferencia anual de los Alcaldes de Indianápolis en la que ambos, Gaga y Lama, participaron con la lectura de discursos. Una terminó relegando al otro preguntas sugeridas por sus seguidores de la red sobre cómo ayudar a los jóvenes a gestionar la baja autoestima, los trastornos de alimentación, las adicciones, la salud mental, la meditación o el suicidio.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hong Lei, fue preguntado por el asunto y se mostró sorprendido e ignorante acerca de la identidad de Gaga, ya que lo primero que expresó fue “¿quién?” para luego apuntar que “el propósito de las visitas y actividades en otros países [del Dalái Lama] simplemente es promover su propuesta para independencia del Tíbet. Esperamos que la gente de la comunidad internacional pueda ser plenamente consciente de sus verdaderas intenciones”.

A la autora de Bad Romance intentar poner remedio a los dramas sociales le ha valido no sólo el achaque de Lei sino también el de buena parte de la comunidad china. El Dálai Lama, que “en China”, según un follower asiático de Gaga, “es visto igual que Bin Laden en Estados Unidos” habló por su parte de “la falta de compasión” del mundo moderno así como de la “cultura materialista”. El vídeo se puede ver aquí.

La natural de Nueva York ahora podría ser persona non grata en el país. El Dalái Lama, ardía la red, “quiere separar la región Himalaya del Tíbet del resto del territorio”, y a Lady Gaga probablemente le salpique.