El protagonista del día es Justin Bieber. El cantante ha anunciado, a través de las redes sociales, su propia versión del hit del año, Despacito, en colaboración con Luis Fonsi, y ya no se habla de otra cosa. En menos de 24 horas, el clip de audio publicado en el canal oficial de Luis Fonsi en Youtube, cuenta ya con más de dos millones de reproducciones.

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El tema en cuestión es una adaptación de Despacito al idioma anglosajón, aunque conserva el estribillo y otras partes de la canción original, a las que pone voz Luis Fonsi, mientras que Bieber se encarga de entonar la parte en inglés. ¿Que será un éxito? No nos cabe ninguna duda; ya que dado el recorrido del tema original en unos meses, y el impecable currículum del cantante canadiense, el estrellato lo tiene a la vuelta de la esquina. ¿Que nos parece un atentado contra la música? Tampoco quepa duda alguna. Pero que quede claro que no es el primero, ni de Justin Bieber ni de una serie de artistas (nacionales e internacionales) que en algún momento vieron una buena idea en versionar, latinizar o, directamente, destrozar un tema ya compuesto. Estos son solo algunos ejemplos de por qué deberíamos dejar de españolizarlo todo.

Sorry, de Justin Bieber y J. Balvin

No es la primera vez que Bieber se lanza con una rara combinación de idiomas. De hecho, colaboró en la adaptación/destrozo latina de uno de sus temas más populares, Sorry, donde J. Balvin (el nuevo rey del electro latino) ponía el toque hispano. Así fue la iniciación de Justin en el universo reggaetonero.

Hate that I love you, de Rihanna y David Bisbal

Podíamos esperarlo de otras artistas cuyo despegue se dio más adelante, o que no tenían una personalidad musical concreta cuando comenzaron. Pero ninguno de los dos casos es el de Rihanna. Entonces, por favor, que alguien nos explique POR QUÉ hizo una colaboración con David Bisbal, con el siguiente resultado: una canción en spanglish y para la que no fueron capaces de sacar ni un ratito para cantar juntos el estribillo (¡qué menos!).

Te miro a ti, de Miley Cyrus y David Bisbal

¿Creíais que la de Rihanna fue la peor colaboración de Bisbal? Eso es porque no recordabais ESTO. Sí, cuando Miley Cyrus todavía era Hannah Montana hacía versiones con el famoso triunfito. Versión, por cierto, en la que cada uno va a lo suyo (literalmente): ella toca el piano en una playa de California mientras él deja que el viento de Almería revuelva sus rizos dorados.

A mi manera (My way), de Julio Iglesias y Paul Anka

El My way de Frank Sinatra podría catalogarse como uno de los temas más versionados de la historia de la música. Y, entre tanta cantidad de temas, los hay mejores y peores. Nosotros nos quedamos con este (no sabría añadir un calificativo), que mezcla la versión anglosajona con la hispana, en las voces de Julio Iglesias y Paul Anka y que nos transporta a la década del apogeo de las salas de fiestas de Benidorm.

Si yo fuera un chico, de Beyoncé

Feat nadie más, porque ella sola se sobra y se basta. Si yo fuera un chicóooooo. ¿Por qué, Queen B, por qué?

Cama de rosas, de Bon Jovi

Corría el año 1992 y Bon Jovi decidió hacer, con uno de sus temas más emblemáticos, lo que nunca debería haber hecho: españolizarlo. Con un castellano casi inentendible y su característica melena rubia decidió, no solo grabar un clip musical, sino un videoclip completo con la versión hispana (y hortera) de Bed of roses. Aquí el resultado:

Breaking ball, de Takanah

Si hubiese unos premios que reconocieran la calidad, el trabajo y la importancia de las versiones musicales, Katanah se habría llevado el galardón a artista revelación en 2013. Sabemos que no la conocéis y que, probablemente, rompa la sintonía del resto de la lista. Pero Katanah y su Braking ball en versión bachata son dignas merecedoras de un puesto en este ránking. ¿Por qué? En vano hoy mi corazón saltó y fue sin preguntar.