En 1971, alguien me pasó una copia de Hunky Dory, el cuarto álbum de David Bowie (Londres, 1947). Por entonces yo estaba empezando mi carrera como fotógrafo y él no era tan conocido todavía. El caso es que no podía parar de oír aquel disco. Convencí a un par de revistas de que me encargaran algunos trabajos y así me fui al ayuntamiento de Birmingham para verlo tocar. Era marzo de 1972. Un par de días después estaba de visita en su casa para hacerle una entrevista.
Tenía el sabor del destino en su boca cuando lo conocí. Ya llevaba en el negocio siete u ocho años, desde que era adolescente, pero él mismo sabía que algo especial estaba a punto de sucederle. Por supuesto, yo le creí. Y entonces ocurrió: se reencarnó en Ziggy Stardust. El roquero alienígena. Conforme el fenómeno se iba haciendo más y más grande, la fusión entre uno y otro también era más fuerte. Hasta que llegó a decirme que tenía que matar al personaje antes de que le sobrepasara. Desde el principio estuve absolutamente convencido de su genialidad. Fue como si la pureza de su talento me hipnotizara. Físicamente también era un ser precioso. Estar con él confirmó mi sensación de que, indudablemente, había un submundo transformador dentro del terrenal.
Siempre estuvo muy cómodo teniéndome a su alrededor. Tengo fotos de Bowie durmiendo, comiendo, vistiéndose, maquillándose, grabando, jugando al ping-pong, dando entrevistas, firmando autógrafos, viajando e incluso luciendo un suspensorio (que nunca he publicado). Cuanto más le conocía, más me gustaba y le respetaba. Pero, sobre todo me sorprendió su apabullante cultura. Uno, que había estudiado en la Universidad de Cambridge, nunca había conocido a nadie que supiera tanto de tantas cosas diferentes. Por supuesto, siempre ha sido, y sigue siendo, un ávido lector. Lo mejor que he aprendido de él es ese hambre constante por lo nuevo. La curiosidad infinita.
Trato habitualmente con el pasado, pero no soy nostálgico. Sin embargo, aquella fue una época mágica. Éramos tan jóvenes... Bowie, Syd Barrett, Lou Reed, Iggy Pop, Freddie Mercury, Debbie Harry, Ramones, Patti Smith, Joan Jett. Genios que no solo han dado forma e in"uido en la música popular del último medio siglo, sino también en la cultura general. Y yo... ¡Yo simplemente lo viví!
