El metro de Nueva York se convirtió ayer en escenario de uno de los mejores conciertos improvisados del año. Miley Cyrus y Jimmy Fallon dieron una sorpresa a todos los usuarios, disfrazándose de incógnito e improvisando una actuación. A ritmo de Joane, la pareja hizo que decenas de personas se reunieran en torno a ellos, parando por un momento el ritmo frenético del subterráneo de la ciudad.

Pero la gran sorpresa vino cuando Miley Cyrus y Jimmy Fallon se deshicieron de pelucas, gafas y sombreros y descubrieron su verdadera identidad. La gente enloqueció, los móviles grabando se multiplicaron y la multitud se convirtió en el perfecto coro de la cantante, entonando la letra de Party in the U.S.A.