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Moda y cine siempre han ido de la mano, ya sea porque un diseñador desarrolla su colección inspirándose en el atrezzo de una película o porque la actriz protagónica aparece luciendo las últimas propuestas vistas en pasarela. De ahí que sean tantas las películas que, de una forma u otra, guardan relación directa con el mundo de la moda y que toda persona interesada en la materia debería conocer.

Recogemos el estilo cinematográfico de una década prodigiosa resumida en dos volúmenes: el del pelo y el de las hombreras.

Las mejores películas de moda de los años 80

'Aquel excitante curso' (1982)

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El instituto, el tópico. El chico surfero, el skater, el baile de graduación y la chica del montón que se transforma. Sean Penn y Jennifer Jason, los personajes principales de la película, sorprenden. Ahora, la escena por excelencia, esa que se clava para siempre en nuestra retina, es la protagonizada por Phoebe Cates emergiendo de la piscina como Linda Barrett, la chica de ensueño. A veces basta con un bikini rojo, ¿verdad? Estamos, probablemente, ante una de las escenas más icónicas de todos los tiempos –en lo que a trajes de baño se refiere–.

'Heathers' (1988)

Winona Ryder, Shannen Doherty, Kim Walker y Lisanne Falk, el equivalente a Lindsay Lohan, Rachel McAdams, Amanda Seyfried y Lacey Chabert en Chicas malas en versión ochentera. Populares y diabólicas. Tanto el guión como el argumento son una delicia –en cuanto al vestuario, impresionante: hombreras, blazers, coleteros y pelo, mucho pelo–. Un ejercicio de estilo que agradeceremos eternamente a Michael Lehmann, su director.

'Risky Business' (1983)

Tom Cruise está pletórico como Joel Goodsen en Risky Business, protagonizando una de las escenas más emblemáticas de todos los tiempos. Ataviado con una simple camisa mal abrochada, calcetines blancos altos y unas Ray-Ban, la escena del baile del salón es un momento único que bien podría repetirse en cada película.

Working Girl (1988)

Moda es, muchas veces, sinónimo de poder y Melani Griffith en Working Girl es un buen ejemplo de ello. Ann Roth, la diseñadora de vestuario del filme, transforma el personaje interpretado por Griffith de una chica mona (y con poco estilo) de Staten Island a una prestigiosa empresaria de Manhattan. Sólo cambiándole la ropa. El antes y el después de Griffith capta a la perfección el estilo de la década, viajando de lo extravagante a lo profesional.

'Scarface' (1983)

Al Pacino está perfecto como Tony Montana, refugiado cubano que lidera un cártel de droga en Miami, pero la trama de Scarface queda totalmente eclipsada por el armario del personaje de Michelle Pfeiffer. Estilo Halston. El vestuario de Elvira Hancock, diseñado por Patricia Norris, es impecable: escotes pronunciados, siluetas ceñidas, cortes altos... Una femme fatale en toda regla, la reina de la pista. El Studio 54 de Andy Warhol hubiese estado encantado de recibir a Hancock.

'Footlose' (1984)

El estilo rebelde adolescente se eleva al máximo nivel en esta película protagonizada por Kevin Bacon. La trama de Footlose gira en torno a Ren, un joven que se instala en un pequeño pueblo en el que el estricto pastor de la iglesia local ha prohibido el baile. Bacon es el último rebelde, vaqueros y camiseta blanca básica incluidos. Una manada de adolescentes de la época se inspiraron en el armario del joven Ren.

'The Breakfast Club' (1985)

Sin duda, una de las películas de los 80. The Breakfast Club es pura referencia y nos recuerda que no hay nada más importante que ser fieles a nosotros mismos – y a nuestro estilo–. Cinco estudiantes muy distintos entre sí que reflejan bien los estereotipos estudiantiles de aquel entonces. Del chico malo al atlético pasando por la chica hiperfemenina; estos adolescentes prueban que un libro nunca debe ser juzgado por la portada.

'Flashdance' (1983)

Baile y ejercicio, la obsesión de la década. Si a semejante tándem le sumas sudaderas, calentadores y leotardos, el éxito es inminente. Jennifer Beals interpreta a Alex Owens, la bailarina. Esa que cada adolescente de la década quería ser a toda costa.

'Buscando a Susan desesperadamente' (1986)

Si pudiésemos coronar a una persona como máxima representante de la moda de finales de los 80, esa sería Madonna. En la cinta, Roberta Glass es una veinteañera aficionada a leer los anuncios personales del periódico. Es así como se entera de que alguien está buscando desesperadamente a una tal Susan. También ella quiere encontrarla. En el camino, Glass quedará fascinada por una neoyorquina (Madonna) que vive según sus deseos y que concibe la vida como una gran aventura. El vestuario acompaña tal figura. En Buscando a Susan desesperadamente los guantes de encaje y el exceso de joyas comparten protagonismo.

'La chica de rosa' (1986)

La chica de rosa, película dirigida por Howard Deutch y escrita por John Hughes, incluye a Molly Ringwald como Andie Walsh, la chica de clase obrera que se enamora del chico más pijo del instituto (interpretado por Andrew McCarthy). Los abundantes cambios de vestuario en la película dejan clara una cosa: las distintas tonalidades de rosa son vitales. El armario de Ringwald recoge algunas de las tendencias más aplaudidas de la época, incluyendo sudaderas extra grandes, lazos y bombines.

'La mujer explosiva' (1985)

Dos adolescentes, Gary y Wyatt, crean por ordenador a la chica de sus sueños: Lisa, interpretada por Kelly LeBrock. Buena elección teniendo en cuenta que LeBrock fue una de las caras más populares de la década, así como la última fantasía de cualquier adolescente de los 80. Los cambios de ropa de LeBrock en el filme son múltiples, permitiéndonos ver los estilos reinantes en las distintas situaciones de la vida diaria. Looks deportivos, de noche... Una fiesta de la moda para tus ojos.

'Girls Just Want To Have Fun' (1985)

Antes, mucho antes, de que Sarah Jessica Parker encarnase a Carrie Bradshaw hizo de Janey Glenn, esa adorable adolescente del clásico ochentero Girls Just Wanna Have Fun. Cuando Janey se muda a Chicago conoce a Lynne (Helen Hunt), quien le inspira a dejarse llevar y a desobedecer las órdenes de su padre bailando para un concurso televisivo. La película profundiza en la transformación de su personaje principal, pasando del estilo propio de una chica buena al de un espíritu libre. En aquel entonces, fue un éxito.