Homosexualidad y valentía: una historia de pioneros
Recuperamos los nombres de un puñado de valientes que han sido precursores en la defensa de los derechos de su minoría.
Cuando uno cree que la homosexualidad está más que aceptada, que no hace falta reclamar nada –“¿Por qué no hay un Día del Orgullo heterosexual?”, oiréis–, ocurre lo de Orlando: el pasado junio, un hombre de 29 años abrió fuego en una discoteca popular entra la comunidad gay del estado matando a 50 personas e hiriendo a otras 53. Es, dicen los medios, “el peor tiroteo múltiple registrado en la historia del país”; en el globo(o al menos entre la gente civilizada y algo cultivada que lo habita) la brutal refriega quedará registrada en el recuerdo como una escena más de barbarie que, lejos de estar justificada, engrosa los tabúes, la ignorancia y, en definitiva, la lacra que gays, lesbianas, bisexuales y personas transgénero cargan consigo desde siempre.
Como sí hace falta reclamar algo (la libertad sexual, la no violencia, el respeto) y el de junio es el mes del Orgullo, cuya noción básica radica en que ninguna persona debe avergonzarse de lo que es, recuperamos los nombres de un puñado de valientes que han sido pioneros en la defensa de los derechos de su minoría. De Harvey Milk a Frank Ocean pasando por Tom Daley y Jesús Tomillero: homosexualidad y valentía: una historia de precursores.
Pedro Zerolo
Zerolo, miembro de la Ejecutiva Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y secretario de Movimientos Sociales y Relaciones con las ONG del mismo partido, fue uno de los activistas LGBT más importantes de la historia de España, así como uno de los mayores promotores de la ampliación del derecho al matrimonio y a la adopción de parejas homosexuales en el país.
Gracias a la ley que permite el matrimonio igualitario aquí, en 2005 el político contrajo matrimonio con Jesús Santos. Zerolo falleció en junio de 2015 víctima de un cáncer de páncreas.
El pasado mayo, en el madrileño barrio de Chueca, la hasta entonces Plaza Vázquez de Mella fue renombrada en su honor como Plaza de Pedro Zerolo.
“La homosexualidad es tan natural como la heterosexualidad. Se da en la naturaleza y se da entre los seres inteligentes. Lo que es antinatural es reprimir los sentimientos, las emociones y el pulso sexual del ser humano”.
Colton Haynes
Qué duro es que Colton Haynes, nacido en 1988, aparezca en prensa internacional abrazado por titulares como “sano y muy feliz tras declararse gay”. Haynes, actor (y sí, homosexual), popular entre el público por la ficción Teen Wolf, zanjó los rumores que circulaban sobre él a toda prisa en favor de su salud. “Debería haber hecho un comentario o una declaración antes”, compartió con Entertainment Weekly en la que se vendió como su primera entrevista fuera del armario. Los ataques de ansiedad que padecía por ocultar su orientación le hicieron pasar por rehabilitación. “La gente no se da cuenta de lo que se siente al fingir las 24 horas del día, es lo más agotador del mundo”.
Hoy Haynes es uno de los jóvenes actores que mayor respaldo da al colectivo LGBT de Estados Unidos.
Klaus Wowereit
“Soy gay, y está bien que sea así”. Clara, concisa y real. Con tal sentencia, el político alemán Klaus Wowereit, miembro del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) y ex alcalde de Berlín –cubrió el cargo de 2001 a 2014–, hizo pública su orientación sexual.
Conforme comenzó a gobernar la capital germana, Wowereit se convirtió en el primer político del SPD en pactar con el Partido del Socialismo Democrático a nivel de estado federado.
Berlín apreció de inmediato la naturalidad con la que movió los engranajes de la política y la moral pública. Años más tarde, cuando la Iglesia Evangélica de la ciudad invitó a Wowereit a decir unas palabras en un servicio ofrecido con motivo del Christopher-Street-Day, el alcalde predicó que “todos somos hijos de Dios y por eso los gays y las lesbianas no deben ser solamente tolerados, sino también aceptados”.
Frank Mugisha
Ni somos racistas ni somos homófobos, ¿no? Que se lo digan a Frank Mugisha (Uganda, 1979). A él, uno de los mayores defensores de los derechos LGBT de Uganda. Ganador de los premios Robert F. Kennedy (de derechos humanos) y Rafto (por su activismo), Mugisha es digno de alabar por la prominencia de su defensa.
Cuando aún se encontraba estudiando en la universidad en 2004, fundó Icebreakers Uganda, red de apoyo a ugandeses LGBT. Actualmente es el director ejecutivo de Sexual Minorities Uganda (SMUG), “una federación libre” que ya engloba cuatro organizaciones.
Anulada la ley “antigay” de Uganda, aquella que quiso endurecer el trato penal a las personas homosexuales, Mugisha compartió en Twitter: “Soy oficialmente legal (…) Ya no soy una criminal. Hoy hemos hecho historia”.
Neil Patrick Harris
Ha actuado en más de una treintena de películas, pero muchos no lo conocen por su nombre real, Neil Patrick Harris, sino por el de Barney Stinson, personaje del show televisivo Como conocí a vuestra madre que le dio la fama.
En el año 2006 Harris hizo pública su orientación sexual durante una entrevista que concedió a la revista People. Según comentó, decidió confesar su homosexualidad para “terminar con el interés de los medios y de la gente sobre sus relaciones y vida privada”.
“La mirada pública siempre ha sido amable conmigo y, hasta hace poco, he sido capaz de vivir una vida bastante normal. Ahora parece que hay especial especulación e interés sobre mi vida privada y relaciones […] me alegra disipar cualquier rumor o malentendido: estoy orgulloso de decir que soy un hombre gay satisfecho con mi situación y viviendo una vida plena, y me siento aún más afortunado por trabajar con gente maravillosa en la profesión que amo”.
Porque sí, un actor homosexual puede hacer de mujeriego. Un cliché de menos que le debemos a él.
Federico García Lorca
Según un informe elaborado por la Policía del régimen franquista en 1965, el genio español Federico García Lorca fue asesinado en 1936 por “socialista y masón”, así como por “hacer práctica de la homosexualidad”.
El mismo escrito dice que el poeta y dramaturgo granadino “estaba tildado de prácticas de homosexualismo”, “aberración”, textual, que llegó a ser vox populi.
Sea como fuere, su homosexualidad fue discreta, nada reivindicativa y un motor: Lorca es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Por lo obvio y por la valentía de vivir del arte en una sociedad retrógrada e injusta.
“La agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por habre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida”.
Grande Marlaska
Un juez gay en el siglo XXI. La noticia de 2006. Aquel año, el bilbaíno Fernando Grande-Marlaska compartió su orientación sexual vía El País Semanal. Desde entonces, Marlaska ha sido cara visible de numerosos actos LGBT.
En el programa Entre la gente, de la emisora Onda Arcoiris, la primera radio online del colectivo, comentó: “Es cierto que no soy muy de entrevistas. No es que me den miedo, más bien las tengo respeto y no quiero estar prodigándome para contar lo mismo de forma reiterada. A estas cosas hay que ir cuando tienes algo que contar”. Y la homosexualidad no es nueva alguna.
Harvey Milk
Harvey Milk fue la primera autoridad electa abiertamente homosexual en un municipio de Estados Unidos. Nacido el 22 de mayo de 1930, Milk fue el primer concejal de distrito homosexual de la ciudad de San Francisco, un cargo que ejerció solamente durante once meses, hasta que fue asesinado en noviembre de 1978 en un despacho del Ayuntamiento.
La lucha del político y activista por los derechos civiles es su mayor legado. Milk ocultó su homosexualidad durante 40 años para, al fin, concentrar sus esfuerzos en canalizar a través de su candidatura las reivindicaciones del movimiento de liberación LGTB de la década de los setenta.
“Sin esperanza las minorías se rinden”
Jesús Tomillero
En pleno 2016, con sólo 21 años, el gaditano Jesús Tomillero se ha visto obligado a dejar de arbitrar (al menos de momento) por culpa de los insultos homófobos que ha recibido.
A Tomillero ser el primer árbitro español abiertamente homosexual le ha valido para oír cosas tales como “A ti el gol te lo van a meter por el culo”.
Con El Confidencial habló sobre la falta de apoyo institucional: “Me encantaría seguir (…) Mi aspiración pasa por llegar a Primera, pero ahora mimo no tengo ningún apoyo, sobre todo por parte de la Federación Andaluza. Llevan demasiados años en el cargo y no se ponen las pilas”.
¿Cambiará la cosa o al banquillo de por vida por homosexual?
Tom Daley
En 2013 salía del armario un medallista olímpico. Tom Daley, de 19 años, lo reveló en un viral vídeo para “poner fin a rumores y especulaciones” sobre su vida privada.
Daley anunció que tenía novio. “No ha sido una decisión fácil de tomar, espero que me podáis apoyarme”.
Y el público, gran parte al menos, entendió que “al llegar la primavera” Daley conoció a alguien que le hacía “sentir feliz”, y que ese alguien era un hombre.
Ian McKellen
Ian McKellen, uno de los actores británicos más célebres de la historia, no hizo pública su homosexualidad hasta los 49 años. Sobre el tema habló con Vanity Fair, reconociendo su arrepentimiento. “En los 50 no había clubes gais (…) los homosexuales eran avergonzados públicamente y encarcelados”.
Hoy, todo el mundo recibe a McKellen “con los brazos abiertos”. Miembro fiel de Stonewall, una de las organizaciones de derechos LGBT más influyentes de Reino Unido, de la cual sigue siendo portavoz destacado, y Sir –la Reina Isabel II le nombró Commander of the Order of the British Empire en 1979 y Knight Bachelor en 1991–, el actor pone en practica el refrán “nunca es tarde si la dicha es buena”.
Frank Ocean
En 2012 el músico Frank Ocean hizo que los cimientos del hip hop se tambalearan al declararse homosexual.
“Estoy profundamente conmovido por el coraje y la honestidad de Frank”, diría Russell Simmons, su mánager. “Tu decisión de hacer pública tu preferencia sexual le da esperanza e ilumina a muchos jóvenes que aún viven con miedo”.
Ser de color, partidario del hip hop, género musical en el que las construcciones de género están más que fijadas, y gay es compatible.
“Me he enamorado de un hombre, y no pasa nada”
Keegan Hirst
Keegan Hirst es, desde hace un año, el primer jugador de rugby inglés abiertamente homosexual. Tras hacer pública su orientación sexual en 2015, decía: “Ha sido una experiencia muy positiva. Ha venido gente de muchos sitios para mostrarme su apoyo y para decirme que están muy orgullosos de mí”.
En una honesta entrevista que concedió al británico Sunday Mirror, Hirst desveló el calvario por el que pasó hasta “lograr conciliar el pensamiento y la orientación sexual”.
“Me siento cómodo en mi propia piel, probablemente por primera vez en la historia”
Truman Capote
El periodista y escritor estadounidense Truman Capote nunca negó la verdad. Capote, autor de Desayuno con Diamantes y a Sangre fría, solía decir: “Soy alcohólico. Soy drogadicto. Soy homosexual. Soy un genio”.
En 1984, a los 23 años, el natural de Nueva Orleans publicó su primera novela, Otras voces, otros ámbitos, una de las primeras en las que se plantea de forma abierta el tema de la homosexualidad.
“Es imposible que un hombre que goza de libertad imagine lo que representa estar privado de ella”
Eric Fanning
¿El primer secretario del Ejército estadounidense gay? También lo tenemos. Con la aprobación de la totalidad del Senado de EE.UU., Eric Fanning se convertía el pasado mayo en el primer hombre homosexual en los altos cargos de las Fuerzas Armadas.
“Eric es uno de los oficiales más expertos, dedicados y experimentados”, decía Ash Carter, el secretario de Defensa del país, en apoyo a Fanning. “Estoy seguro de que será un secretario excepcional. Su liderazgo será un gran activo para el Ejército en este importante momento”.
¿Será el ascenso de Fanning una muestra del cambio de mentalidad en las Fuerzas Armadas estadounidenses? Hasta 2011 existía la política tácita de prohibir a los soldados u oficiales manifestar abiertamente su homosexualidad…
Keith Haring
Keith Haring, conocido por sus murales y sus grafitis, fue un artista y activista social cuya obra reflejó siempre el espíritu de la generación pop y la cultura callejera del Nueva York de los años 80. Su carrera despegó en los andenes y vagones de metro de la gran manzana.
Tras ser diagnosticado en 1988 como portador de VIH, sus obras se encrudecieron y, abogando por el sexo seguro, comenzaron a ser más comprometidas social y culturalmente.
Haring, lógicamente, se ha erigido emblema de la libertad sexual. En 1989, un año después de saber del trágico diagnóstico médico, el artista fundó la Keith Haring Foundation con la intención de desarrollar programas para niños en los que se hablara y se diera a conocer el Sida.
“No creo que el arte sea propaganda sino una herramienta que libera el alma, que provoca a la imaginación y anima a la gente a ir más allá. Celebra a la humanidad en vez de manipularla”
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