De entre todos los eventos que se celebran a lo largo del año; Semanas de la Moda, entegras de premios, festivales de cine...; hay uno que genera especial interés. La gala benéfica de la moda del Museo Metropolitano de Nueva York, celebrada cada año el primer lunes de mayo, resulta el mayor acontecimiento de la industria a nivel internacional. Cruzar las puertas del espacio cuesta alrededor de 25.000 dólares –21.600 euros–, e incluso pagándolos, es la editora Anna Wintour, anfitriona de la velada, quien tiene la última palabra. Tú sí, tú no.

Cualquiera querría ir, ya sólo por el despliegue. ¿O no? La actriz Amy Schumer, invitada por primera vez este año, ha contado en el programa de radio SiriusXM que para ella el asistir al popular evento fue más "un castigo" que una suerte.

"La gente intenta fingir que está teniendo una conversación, y a mí no me gusta la farsa", decía Schumer. "Estamos todos allí vestidos como si fuéramos un montón de malditos idiotas".

La humorista, que acaba de lanzar el libro The girl with the lower back tattoo, asistió a la gala vestida de Alexander Wang y acompañada por él. Lo único que Schumer destaca de la noche es la conversación que tuvo con Beyoncé. "Conocí a la gran Queen Bey y me dijo: "¿Es tu primera gala del Met?" A lo que yo respondí: "¡Y la última!".

La actriz de 35 años no siente gran afecto por el sector. Más de una cabecera la ha sacado en su portada como "talla grande". "Ni me preguntaron ni me avisaron", escribió Schumer en las redes sociales. "No se siente nada bien. ¿Las chicas ven mi cuerpo pensando que es una talla grande?, ¿Qué piensan?".

La protagonista de la cinta Trainwreck lo ha dejado del todo claro en el programa radiofónico: "Simplemente no me gusta. No tengo el más mínimo interés en la moda. No me importa".