La diseñadora mallorquina Carmen March abandona Pedro del Hierro después de tres años ejerciendo como directora creativa. Así lo anuncia un escueto comunicado enviado por la oficina de prensa de la firma propiedad del Grupo Cortefiel desde 1990, en el que sorprendente no aparecen las predecibles palabras de agradecimiento de un diseñador hacia la casa que le haya acogido en su regazo. Un divorcio inesperado para una alianza que llevó a March y a PdH a la semana de la moda neoyorquina para presentar las colecciones de la firma, la cual despedía a su fundador en abril de este mismo año.
Desde el despacho de prensa de la firma propiedad del grupo Cortefiel refrendan las frases del comunicado: "el agradecimiento a Carmen March por su dedicación y esfuerzo, que ha contribuido a que Pedro del Hierro Madrid haya tenido un enorme impacto y reconocimiento en sus tres años en la firma", pero se asegura imposible ampliar la información por lo precipitado de su naturaleza.

No solo esta despedida incluye dicha nota, también se anuncia que el proyecto Pedro del Hierro Madrid se paraliza para dar prioridad a otras divisiones del grupo, entre las que sí se encuentra la línea comercial homónima que por el momento se seguirá produciendo con normalidad. Esto implique probablemente que la firma no seguirá desfilando en Nueva York, pero es de momento una incógnita si March volverá a abrir su taller, paralizado definitivamente desde junio de 2010 tras 11 años de trabajo.
Con esta noticia pierde fuerza el salto que la industria nacional parecía haber dado hacia la posibilidad de dar vida a nuestros diseñadores más allá de su propia carrera. Esto es, hacer de ellos nombres de empresas sólidas que sobrevivieran con talentos que continuaran su legado. March estaba en el proceso de conseguirlo con Pedro del Hierro, como Josep Font también demuestra hoy en día al frente de Delpozo.