Si en todas las familias siempre hay una voz disonante capaz de meterse en líos cada vez que abre la boca y poner en jaque a todos aquellos que llevan su apellido (y, en este caso, a una institución), en la familia real inglesa esa es la alemana Maria Cristina von Reibnitz, más conocida como la princesa Michael de Kent. Sus meteduras de pata o sus palabras fuera de lugar dan para escribir un libro y no es de extrañar que más de un monárquico tiemble cada vez que ve que se le acerca un micrófono o arranca una conversación que deriva en confidencias en cualquier acto público.

La baronesa alemana Maria Cristina von Reibnitz ostenta el título de princesa de Michael de Kent desde su boda con un primo de Isabel II, el príncipe Miguel de Kent, en 1978. Si bien podría haber llevado una vida de perfil bajo, con apariciones puntuales junto a los Windsor, nunca ha tenido miedo a acaparar todos los focos, es más, parece que disfruta con ello. Y no solo se trata de protagonismo, sino también de polémicas.

Una de las más sonadas fue la que protagonizó hace unos años, cuando apareció en un almuerzo organizado por Isabel II al que acudía Meghan Markle –en una de sus primeras apariciones familiares– con un broche blackamoor (que representa la cabeza de una persona negra) con el que hizo correr ríos de tinta en los tabloides británicos.

No era la única vez que se le acusó de racista: otra de sus célebres meteduras de pata la protagonizó en Nueva York, cuando le espetó a un grupo de personas negras que estaban sentadas cerca de ella que volvieran a las colonias. O en 2021, cuando explicó en un documental que desconocía que su padre había pertenecido durante 11 años al Partido Nazi. Ingenua y arrogante fueron algunos de los piropos que le dedicaron los periódicos ingleses.

La princesa y baronesa "demasiado grandiosa" para la familia real británica

Ella, con su rubia melena y sus ojos claros, siempre ha alardeado de su origen. Nació en enero de 1945 en la ciudad checa de Karlovy Vary, cuando aún pertenecía a Alemania, y era hija del barón Günther de Reibnitz y de la condesa húngara Anna Szapáry.

Miembro de la familia Reibnitz y descendiente de los Burggrafen, que también formaban parte del árbol genealógico de Isabel II, en la página oficial de la familia real inglesa no escatiman en otorgarle un alabado pedigrí: descendiente de Catalina de Médicis, de Catalina la Grande, de Guillermo el Conquistador... incluso se dice que Isabel II le dijo a su marido que sonaba "demasiado grandiosa para nosotros".

princesa michael de kent e isabel ii en las carreras de caballos
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La infancia y adolescencia de Maria Cristina fue viajera: su padre formó parte del Partido Nazi y sirvió como oficial de caballería en la Segunda Guerra Mundial. Cuando sus padres se separaron, ella se mudó a Australia con su madre y su hermano y fue educada en un convento católico. Durante su adolescencia, vivió con su padre en una granja a Mozambique, y Viena y Londres, donde estudió Bellas Artes, serían sus siguientes paradas.

Con 26 años se casó en Londres con su primer marido, el banquero Thomas Troubridge, en una unión que apenas duró un par de años y que fue anulada eclesiásticamente para que Maria Cristina se pudiera casar con Michael de Kent, uno de los primos hermanos más queridos de Isabel II. Para Michael, casarse con ella suponía renunciar a sus derechos al trono por ser ella católica, aunque la Ley de Sucesión a la Corona de 2013 le permitió reingresar en esa lista.

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Los príncipes Michael de Kent el día de su boda, en 1978.

Un matrimonio a prueba de engaños... y enemiga de la princesa Ana, la princesa Margarita y Lady Di

De su matrimonio nacieron dos hijos, Lord Frederick Windsor, que se casó con la actriz Sophie Winkleman, y Lady Gabriella Windsor, cuyo marido fallecía en febrero de 2024, quedando viuda a los 42 años. El matrimonio de los príncipes de Kent de casi cinco décadas no ha estado exento de rumores de infidelidad por parte de ella, e incluso un artículo del diario Express se preguntaba en 2008 cómo era posible que con sus meteduras de pata y sus relaciones extramatrimoniales, su matrimonio hubiera durado más de 30 años...

Pero su mezcla de glamour, arrogancia e inteligencia parecen haberse convertido en su fórmula del éxito. El documental sobre ella que emitió Channel 5 en 2020 aseguraba que había sido la princesa Ana la encargada de bautizarla como la 'princesa prepotente'. No era su única 'enemiga' dentro de la familia: la princesa Margarita, hermana de Isabel II, tampoco la soportaba.

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Maria Cristina y su marido, en el balcón real junto a la princesa Ana y la Reina Madre, en el Remembrance Day de 1979.

Más allá de su arrogancia, a la princesa le quemaba la sangre que Maria Cristina, divorciada y católica, hubiera podido casarse con Miguel de Kent mientras que ella tuvo que renunciar a su gran amor, el capitán Peter Townsend, también divorciado. Las rígidas convenciones sociales de la época no aprobaban su relación, y él fue enviado como agregado aéreo en la embajada británica de Bruselas para que la distancia acabara con su amor.

Que Maria Cristina se llevara mal con la princesa Ana y la princesa Margarita no era obstáculo para que la reina Isabel II mostrara su gran estima hacia su primo Miguel. De hecho, otra de las polémicas que vivió la pareja surgió en 20o2, cuando se supo que la reina les había alquilado por un módico precio el apartamento 10 del Palacio de Kensington, una casa con cinco habitaciones y todas las comodidades, siendo los únicos inquilinos de este palacio que no tienen agenda oficial. Un escándalo que se silenció en 2010 cuando la soberana les subió la mensualidad.

princesa michael de kent y lady di
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La princesa Michael de Kent junto a Lady Di en el Trooping the Colour de 1981.

Ni siquiera Diana de Gales mantuvo buena relación con ella. Según la experta royal Katie Nicholl, Maria Cristina decía que Lady Di era desagradable y amargada, y para ahondar más en la llaga, aseguraba que Carlos estaba celoso de la fama de su mujer.

Interiorista, escritora... y una jubilación forzosa

El pasado mes de enero, la princesa Michael de Kent, que preside cerca de 45 instituciones benéficas, cumplía 79 años. Su perfil público se ha ido reduciendo en los últimos años, más si cabe desde que se anunciara en 2022 que el príncipe Michael de Kent se jubilaría al cumplir los 80 años, el 4 de julio de hace casi dos años.

Desde entonces, su presencia pública ha disminuido y la pareja sigue residiendo en Kensington, disfrutando de todos los privilegios de ser royal pero con la comodidad de no tener que asumir compromisos oficiales. Quizás todas sus polémicas han ensombrecido una trayectoria profesional que merece ser mencionada. Maria Cristina estudió Historia de las Bellas Artes y las Artes Decorativas y creó su propia empresa de Diseño de Interiores, Szapar Designs.

royals attend the chelsea flower show 2022
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La princesa visitando el Chelsea Flower Show en 2022.

Más tarde dejó de lado su papel como interiorista para explorar el mundo editorial y centrarse en su carrera como escritora: novelas de ficción, de temas históricos y de la realeza que ha compaginado con su papel como conferenciante y su trabajo por la conservación de los animales en África. Su último libro, publicado en 2018, sobre la frágil vida del guepardo, un animal con el que entabló una especial relación durante su infancia, tenía carácter autobiográfico: "Habría preferido mantener mis recuerdos personales dentro del círculo de mi familia y amigos, pero estaba convencida de que es necesario ser consciente de la frágil existencia del guepardo", declaró en una entrevista para la revista de viajes Bradt Guide.

Unas palabras que tienen mucho que ver con su afición a mantener sus asuntos en privado mientras se entretiene en hacer públicos los de los demás.