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Vestidos rojos, negros y blancos, estas han sido las tres opciones principales de las actrices, directoras y artistas que han acudido a la 38 edición de los Premios Goya, que en esta ocasión se celebraban en Valladolid. En general podríamos decir que ha sido una alfombra roja correcta, sin grandes sorpresas, poco arriesgada y en la que han predominado los looks con sello español -Redondo Brand ha sido uno de los preferidos por las asistentes-. Sin embargo, como en todas las alfombras rojas, hay excepciones y algunas de las invitadas optan por estilismos que llamen la atención, lo que se traduce normalmente en llevar transparencias, escotes de vértigo o cortes imposibles. Y en este grupo, donde podríamos incluir a la directora Carla Pereira, se encontraba Rosanna Zanetti.
La mujer de David Bisbal, que hoy también actuaba en esta gala repleta de sorpresas, ha elegido un llamativo vestido con bustier de inspiración lencera y falda totalmente transparente, rematada por tiras de volantes. Se trata de un diseño de Marchesa que reúne las dos tendencias del momento: por un lado esa total transparencia que tanto está triunfando este invierno en todas las alfombras rojas y por otro el color azul bebé que, como ya hemos adelantado, será uno de los que más éxito tenga la próxima primavera 2024.
Como complementos, Rosanna Zanetti tan solo ha llevado un brazalete y unos anillos a juego, que no le quitaban protagonismo al potente vestido que estaba perfectamente coordinado con el estilismo de su marido.
