Su historia, Matria, ha conmovido a quien la ha visto y, a tenor de las buenas críticas, parece que han sido muchos. Ramón Gago, gallego de pura cepa, conoce bien la realidad de muchos de los pueblos costeros de su tierra natal. Más aún desde que la vida de Ramona y la suya se cruzaron. Tal fue la conexión de ambos y la pureza de lo contado, que aquel corto de 2017 en el que se contaba la historia real de una mujer luchadora, capaz de solapar trabajos precarios para sobrevivir y sacar a su familia adelante, se convirtió en la película que, en 2024, cuenta con varias nominaciones a los premios Goya en las categorías principales. A pocas horas de saber si se alzará con el galardón a Mejor dirección novel, hablamos con el director.

¿Principal rasgo de tu carácter?
Melancólico y burlón cuando estoy en confianza. De vez en cuando me paso haciendo el payaso y puedo resultar un poco pesado. Soy consciente de ello pero me cuesta un montón frenarme en ese momento. Ha ido mejorando con la edad.

¿El mejor consejo profesional que te han dado?
Trabajar de manera que la gente de tu alrededor piense que eres mejor persona que cineasta.

¿Cuál ha sido tu fuente de inspiración?
Mi familia, mi tierra (Galicia) y sus gentes (Francisca Iglesias en particular).

El rodaje más difícil de tu carrera.
El rodaje de mi primera película corta. Nuestra inconsciencia e inexperiencia nos llevó a un límite que nunca volveré a tocar.

¿Y el rodaje que llevas guardado en el corazón?
Todos y cada uno de ellos. Es el deseo de volver a sentir desde ese estado emocional alterado tan intenso en el que te sume un rodaje, que te convence de que hacer una nueva película es una buena idea.

¿A quién le darías un Goya y por qué?
A tod@s l@s cineastas de este país, para que así ganar un Goya dejase de ser un objetivo.

¿Una pasión confesable?
El ASMR y los polvorones Felipe II.

¿Una manía a la hora de trabajar?
Caminar me ayuda a pensar. Camino mucho.

¿Una película histórica de la que te hubiera encantado formar parte?
Ahora mismo te diría Fanny & Alexandre, de Bergman o One A.M., de Charles Chaplin. Mañana podría decirte L’albero degli zoccoli, de Olmi o Cinema Paradiso, de Tornatore, y pasado mañana The Rider, de Chloe Zhao, Amarcord, de Fellini o­­ Once Upon a Time in America, de Sergio Leone.

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D.R.
Cartel de ’Matria’.

¿Tu actor/actriz favorito/a?
María Vázquez. Después vienen unos nombres que componen un lista que es muy posible que fuese diferente cada día. Ahora mismo me decanto por Liv Ullmann, Olivier Gourmet, Lola Dueñas, Juliette Binoche, Mads Mikkelsen, Paul Mescal y Ana Rujas.

La última serie que has visto.
La Mesías. Wow.

La primera película que viste en un cine.
No lo recuerdo. Sí recuerdo la primera película que me fascinó y que se quedó a vivir dentro de mí: Vértigo, de Alfred Hitchcock.

¿Tu héroe de la vida real?
Mi padre, un héroe imperfecto de lo cotidiano. Mi madre fue mi heroína. Su lugar lo han ocupado ahora todas las mujeres a las que Guadi Galego hace referencia en su canción Matriarcas como "las brillantes activistas del día a día".

¿Qué hábito ajeno no soportas?
No soporto a los abusones.

¿Qué virtud desearías poseer?
Serenidad y un espíritu positivista.

Lo que más admiras del cine español.
Su diversidad, su altruismo y su capacidad para resistir en un contexto que con frecuencia lo menosprecia y tilda a sus profesionales de vagos y vagas subvencionadas.

¿Cuál es el estado más común de tu ánimo?
La curiosidad y la inseguridad.

Si no fueras director/a de cine serías…
Una persona más sensata. Y quizás arquitecto. Mi ignorancia me dice que se puede cambiar el mundo desde ese lugar.

Si te llevaras el Goya 2024 se lo dedicarías a…
Todas las personas que son red y sostén en mi día a día y a las Ramonas de Galicia y de España.