Los mejores planes en Shoreditch para principiantes
Es el barrio que ha recogido el testigo de la bohemia, la vanguardia y el punk en Londres, el distrito de moda más alternativo.
Cuando el West End de Londres se convirtió en un distrito imposible en el que vivir, con alquileres a precios muy altos y muchísimos turistas -quizás demasiados- en cada esquina, muchos de sus vecinos, que acudieron allí en su día en busca de un entorno cultural alternativo, comenzaron a mudarse a una zona al norte de la City, al este de la ciudad, de la que pocos habían oído hablar: Shoreditch.
La elección no fue casual. Estaba a un paso de Old Street, donde comenzaron a asentarse hace algo más de 15 años nuevas firmas de tecnología. El ‘efecto llamada’ fue rápido y, en nada, Shoreditch estaba lleno de restaurantes, cafeterías y hoteles de diseño, con artistas ocupando lo que hasta entonces eran almacenes y naves en ruinas, perdidas en calles sucias y poco acogedoras. No es que se haya convertido en la zona más limpia de Londres, pero sí la de las calles más vanguardistas, artísticamente hablando, en tanto que se llenaron de grafitis, algunos de ellos firmados por los más afamados artistas.
Recorrer sus calles, al igual que las de Dalston o Hackney, supone encontrarse con ese Londres singular y único, contestatario e inconformista. Y, al mismo tiempo, tendremos a nuestro alcance todo un abanico de posibilidades en los que el arte es la moneda común, el diseño industrial y el gráfico se entrelazan y, lo mejor, con posibilidades para todos los bolsillos.
El triángulo que forman las estaciones de Shoreditch High Street, Hoxton y Old Street se convertirá en tu escapada más inesperada a Londres. Estos son los planes que no te puedes perder allí.
Recorrer los murales más impresionantes.
Las calles de Shoreditch están llenas de grafitis y murales, pero no unos cualquiera. Los han firmado artistas locales como Banksy, Eine, D*Face, Sweet Toof o Pure Evil, así como otros grandes nombres internacionales de la talla de Swoon, Roa, Blek Le Rat o Vhils, entre otros. La gran mayoría, con un mensaje político y social que trata de remover conciencias y que ha ayudado a que el barrio no haya perdido su esencia alternativa. Más info.: shoreditchstreetarttours.co.uk
Aceptar el desafío '¿Dónde está Wally?'
Lo ha creado el artista callejero francés STRA y es nada menos que un homenaje a los mejores referentes del arte urbano alternativo. Se trata de ir recorriendo las calles del barrio mientras se 'cazan' Wallys en los que las cabezas, en vez de la del personaje de los libros, son los símbolos de Banksy (un mono) Shephard Fairey (el obey) o D*Face (su personaje D*Dog).
De compras en los mercadillos de Brick Lane
Es el mercadillo por excelencia del barrio de Shoreditch (entre Rivington St. y Redchuch St.) y se monta todos los domingos de 11 a 18 horas (aunque a partir de las 17 h. se comienza a desmantelar, por lo que es mucho más recomendable ir a primera hora). Déjate sorprender por los muchos objetos de segunda mano (muebles incluidos) que aparecerán, así como moda y accesorios alternativos.
Mucho más que té en The Tea Rooms
Cada fin de semana abre sus puertas en una antigua cervecería el The Tea Rooms, que es prácticamente un mercadillo en sí mismo, también en Brick Lane. Pero uno muy particular, pues es posible encontrar desde taxidermia a máquinas de escribir, pasando por joyería de pequeños artesanos, ropa vintage, porcelana clásica inglesa pequeños bocados dulces (casi todo vegano). Sábados de 11 18 h. Domingos, de 10 a 17 h.
Una parada gastronómica en Albion
Son muchos los locales en Shoreditch que ofrecen bocados ricos en un entorno creativo y de diseño. Pero quizás es Albion el que no deberíamos perdernos por nada, en tanto que esta cafetería-bar-restaurante (para algunos los mejores desayunos del distrito se sirven aquí), con su propio horno panadero y de dulces, fue fundado por Terence Conran, el creativo que puso en pie Habitat
Sobremesa en The Book Club
Si nuestro fin de semana en Londres lo podemos alargar hasta última hora del domingo, estamos de enhorabuena, porque podremos disfrutar del Sunday Night Nibbles de The Book Club, un local en el que es del todo recomendado tomarse una copa cualquier día de la semana, pero más en domingo. Cócteles clásicos se pueden acompañar de un picoteo variado (desde nachos a olivas, pasando por frutos secos o patatas fritas), en un ambiente moderno y musical, con sus propias exposiciones de arte.
Noche de club en Cargo
También Shoreditch tiene su club nocturno de referencia, que en este caso responde al nombre de Cargo, con una política musical que ellos mismos definen como 'clásicos comerciales, R'n'B, Hip-Hop y Pop'. Actualmente cuenta con 12 dj's residentes y sus días grandes son viernes y sábados (especialmente) por la noche. Cierra a las 3 de la mañana y las copas rondan las 11 libras (algo más de 12 € al cambio).
Los mejores bagels de Londres
No es posible marcharse de Shoreditch sin haber probado uno de los muchos bagels que ofrecen en Beigel Bake, una panadería que se fundó en 1974 y que se encuentra abierta las 24 horas. Además de los bagels horneados sin más, se puede solicitar todo tipo de rellenos, desde el clásico de crema de queso con salmón ahumado al de carne, que es prácticamente una comida completa (a partir de 11 libras). Se pueden comprar también pequeños pasteles para completar la comida. En 159 Brick Ln.
Visitar Village Underground
Es donde se encuentra el mural callejero más grande de Londres, en la pared que da a Holyweel Lane, y que se repinta cada tres meses. Forma parte de Village Underground, un recinto coronado por dos antiguos vagones de tren que se reconvirtieron en espacios creativos. Si eres amante del arte más vanguardista, debes comprar entradas online para visitarlos en su interior. Si no, desde fuera ya merece la pena. Las exposiciones suelen quedarse sin entradas rápidamente.
Cine alternativo en Barber & Parlour
El Barber & Parlour es mucho más que un simple edificio. En su interior se encuentra una barbería clásica y un centro de manicura de lo más sofisticado pero, además, una sede del Electric Cinema, en el que ver películas alternativas y clásicas en cómodos butacones antiguos. La experiencia es tan única que no es difícil ver el cartel de no hay billetes en las proyecciones de las películas más icónicas.
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