Corría el año 1965 y toda España movió las caderas al ritmo de la voz de Concha Velasco cantando La chica ye-ye en la película Historias de la televisión. La canción se convirtió en todo un símbolo y su estética, en un referente. Más de medio siglo después, Vietnam vive su propia revolución estética en clave pop, y también lo hace con música y cine de por medio. En este caso, con la alta costura como referente y con el ao dai (léase, ‘ao yai’), el vestido tradicional, como referente.

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Co Bâ Sai Gon
Dos de las actrices de ’Cô Ba Sai Gon’ en la presentación del filme.

El estreno el pasado otoño de la película Cô Ba Sài Gòn fue el culpable de que el ao dai haya resurgido de sus cenizas. Arrinconado a días clave y a las escuelas de primaria y secundaria (es habitual que las profesoras lo vistan a diario en las aulas), con las vietnamitas más interesadas en las firmas de moda occidentales y coreanas, las fabulosas sedas se estaban dejando a un lado. Ngo Thanh Van, la actriz protagonista del filme, es la primera que lo admite. “Dejé arrinconado el ao dai para el día de Fin de Año Vietnamita y algunos eventos, pero ahora quiero darle el honor y la belleza que le corresponde”, explica.

Cô Ba Sài Gòn cuenta la historia de la hija y heredera de una de las modistas más importantes de Saigón (la actual Ho Chi Minh City) en 1969. Pija, mimada y más interesada en la moda pop británica, un viaje en el tiempo al Vietnam actual, en el que tendrá que enfrentarse al empuje del diseño internacional y a las grandes firmas, le ayudará a entender el valor fundamental del ao dai como referente cultural, que ella ‘customiza’ al modo ye-ye. Un simbolismo que ha calado hondo en el país, hasta el punto de que los estampados sesenteros de lunares y psicodelia están entre los más demandados a la hora de hacerse con un ao dai.

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Detrás de la película se encuentra el diseñador Thuy Nguyen, propietario de la casa de modas Thuy Design House de Ho Chi Minh City. La colección que él creó para la película, así como una paralela para la venta, en alta costura, ha sido un soplo de aire fresco. Se atrevió con todo, incluso con el nón lá, el sombrero cónico de los agricultores, que llenó de estampados y color; para lograr una serie de prendas a medio camino entre el Londres sesentero y el Saigón del siglo XXI.

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Thuy Design House
Colección ’Cô Ba Sai Gon’ de Thuy Nguyen.

Pero el fenómeno ha ido más allá del propio Nguyen. Con más de 20 años de experiencia patronando y cosiendo a mano fabulosos ao dai personalizados, la casa My Hahn ha tenido incluso que crear una sección especial de vestidos inspirados en la película ante la demanda. “Desde el estreno del filme notamos muchísimo que hay más gente que quiere un ao dai, no necesariamente con lunares, también el clásico. Y se viste con más orgullo”, explican desde este local del distrito 5 de Ho Chi Minh City. Aquí es posible hacerse con uno personalizado en menos de dos semanas tras la toma de medidas. Dependiendo del material elegido y el diseño, el precio parte de los 28 € de los más sencillos a los más de 250 € de los más elaborados.

El fenómeno Cô Ba Sài Gòn es palpable en la que es la capital económica y financiera de Vietnam (la capital del país es Hanoi, en el norte, donde también se vive el resurgir del ao dai), hasta el punto de que muchas tiendas venden ao dai para niñas que calcan el de la película, listos para llevar, como si de un disfraz de Frozen se tratara. Las sedas de rojo brillante con lunares blancos, que caen delicadas sobre el cuerpo, hasta más allá de las rodillas, acompañadas con diademas y pañuelos en la cabeza al estilo brit, permiten un look que funciona igual de bien ahora que hace medio siglo.

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VVAA
Ao Dai en clave pop.

Los amantes de la costura, que reivindican el papel de la modista y la confección artesanal, serán felices viendo la película (está disponible en versión original con subtítulos en inglés). Pero también los que prefieren la moda más actual y las firmas de diseño, con una trama entretenida y una banda sonora que también ha dado la vuelta al país (la historia se trasladó también a los escenarios teatrales, en forma de musical), especialmente las canciones coreografiadas, al más puro estilo k-pop.

En los últimos meses, Vietnam ha vivido una ola de sentimiento patriótico que ha llegado de dos fuentes de lo más insospechadas. Por un lado, el orgullo del ao dai, que resurge gracias al cine y al diseño de moda. Por otro, el fútbol, con su equipo sub-23 quedando subcampeón por primera vez en la historia (nunca pasaron de primera ronda) y jugando incluso en terrenos nevados. Lunares y fútbol. ¿Quién dijo que Vietnam y España no están más cerca de lo que parece?