Volvamos a leer la pregunta del titular, fijémonos en el sujeto: el matrimonio. Sólo es un estado civil, pero le echamos la culpa de todo. DE TODO. Del aburrimiento, de las peleas, de la desidia... Estar casado, en el imaginario popular, es sinónimo de todo eso. Ay, el veneno del amor, la cama me está matando.

Pero, ¿y si es mentira y resulta que los solteros están peor? ¿Y si hay matrimonios que sobreviven a esos males y disfrutan del sexo juntos como el primer día? Si somos capaces de responder a esas preguntas es porque sólo hay una verdad: el matrimonio no tiene culpa de nada, somos nosotros los culpables. Y conviene hacérnoslo mirar.

Dice el viejo chiste aquello de "foll*s menos que un casado", pero yo conozco esposos y esposas con las libidos más altas que las torres Petronas. Y pasean por la vida su satisfacción con la felicidad de un mono tití. También los conozco sedientos, como a muchos solteros, pero, ya lo hemos dicho, hoy venimos aquí a escribir sobre el matrimonio y sus crisis sexuales.

Mi querida Pepa Marcos confesó aquí que tiene fobia al matrimonio, por muchas razones, a ella no la parieron para casarse. Pepa habla de la convivencia, del compromiso y de la fidelidad. Pero también nos descubre algo muy importante sobre el amor:

"He basado mis relaciones más en el apego que en el amor (...) Hemos creído que esa persona nos pertenecía y que su cometido era hacernos felices y cumplir con nuestras expectativas, cuando el amor es justo lo contrario: si amas a una persona quieres que sea feliz, independientemente de si está contigo o no".


Esa sabias palabras de Pepa Marcos tienen que ver con la pareja, casada o no, y de lo mucho que olvidamos el verdadero significado del amor. Olvidado eso, nos queda el egoísmo, el aburrimiento y la desidia. Y entre una cosa y otra, el cansancio (ahora sí, hemos llegado) la falta de sexo.

Quizá la alarma debió saltarte cuando te diste cuenta de que ya ibas para seis meses prefiriendo mantita y Netflix a tener sexo con tu marido o mujer.

Para empezar, deja de excusarte pensando en que eso que te pasa (no querer nunca sexo con tu pareja) es lo normal porque ya lleváis juntos un montón de años. La normalidad es un concepto muy tramposo que usamos a nuestro antojo. Créeme si te digo que hay parejas que llevan juntas 18 años y aún siguen teniendo buen sexo. Las hay, vaya si las hay. Mejor que tomes a esas como ejemplo y no a las que están como vosotros, o peor.


La consejera matrimonial Rachel Sussman contóa Bussiness Insider que los principales problemas que suele haber en un matrimonio con falta de sexo suelen ser:


-No tienen los mismos gustos sexuales. El problema más habitual. Por lo general, uno de los dos quiere tener sexo con más frecuencia que el otro. En este caso, según la experta, la persona con la libido más baja tendrá que buscar cómo subirla. Y la que tiene más apetito sexual, deberá trabajar la paciencia y modular sus expectativas. Un consejo que suele dar: acurrucarse, darse cariño, de modo que quien tiene mayor deseo aprenda a resistir su impulso.

-Ya no tenéis nada de sexo. Según Sussman, a estas parejas no les molesta no tener relaciones sexuales, pero sí se preocupan, por si no es normal. Para saber si hay un problema o no, la experta aconseja recordar cómo eran cuando empezaban a salir. Si tenían una vida sexual más activa, hay que descubrir qué ha cambiado. Puede ser estrés o aburrimiento o incluso timidez. O que uno de los dos tenga una aventura. El consejo que suele darles es que vuelvan a tener sexo y luego aumenten la frecuencia de sus encuentros.