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El arte siempre ha estado en la vida de Anna Delvey. La estafadora, que se hizo pasar por una gran heredera alemana de la jet set de Nueva York, antes de esta polémica, era fotógrafa de moda. Su caso es de esos que guardan una picaresca y astucia tan increíble que se ha llevado recientemente a pantallas en la película de ¿Quién es Anna? de Netflix.

Anna Delvey, cuyo nombre real es Anna Sorokin, es una mujer rusa-alemana que tras vivir en París se trasladó de la capital francesa a la Gran Manzana, ciudad en la que comenzó su andadura en una revista de moda internacional que actuaría como puente para comenzar su gran entramado de mentiras. Aprovechó su contacto con celebridades como trabajadora de la revista para entablar relación con ellas y fingir ser poseedora de una gran fortuna de millones de dólares con un único fin: formar parte de la élite neoyorquina y arrebatarle el dinero. Así fue como Anna hizo de su vida una farsa. Vestía firmas de lujo, vivía en los hoteles más caros y viajaba en aviones privados, pero las mentiras tienen la vida corta.

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En el 2017, tras las primeras sospechas y confirmaciones de estafas, fue detenida en Malibú. A partir de ahí toda su historia se resume en juicios, prisión y una fama que era, precisamente, la opuesta a la que ella quería llegar.

Ahora que su caso se ha convertido en uno de los más mediáticos y que ella misma ha confesado estar escribiendo sus memorias y experiencias desde prisión (incluso creó un blog cuya primera entrada se titula: La vida es dura: soportar el COVID-19 en una prisión del norte del estado de Nueva York), se han desvelado algunos bocetos de la colección que realizó durante su estancia en estas instalaciones.

Si bien su imagen ya es una de las más conocidas a nivel mundial, sus bocetos también prometen serlo. Los ha expuesto en el Lower East Side de Nueva York en una exposición que se llama Free Anna Delvey, comisariada por los artistas Julia Morrison y Alfredo Martínez. Este último también fue arrestado por vender obras falsificadas en nombre de Basquiat.

En esta muestra se encuentran también otros muchos nombres de fotógrafos y artistas cuyas obras guardan relación con la gran estafadora del Soho. Una vez más parece que Anna logra salirse con su propósito.