Cada nueva edición de los Oscar, hay ciertos rostros que destacan como protagonistas, por haber participado en las películas más aclamadas o haber sido nominados por los papeles interpretados. Este año, Margot Robbie es una de ellas, gracias a su papel en Yo, Tonya, donde interpreta a la emblemática patinadora estadounidense Tonya Harding. La actriz australiana ha recibido su primera nominación al Oscar por esta película, sin embargo, sus últimas declaraciones dejan claro que no todo es tan fácil como parece. Al menos, así sucede en Hollywood.

La actriz ha hecho unas declaraciones para Digital Spy durante la promoción de la película en Reino Unido, que demuestran que conseguir el papel de tu vida en la industria del cine no es tan fácil como podemos pensar. "No creo que nadie me hubiese dado este papel si no lo hubiese buscado, y no estaba dispuesta a esperar diez años para que alguien me ofreciese un papel así", afirmaba Margot Robbie, asegurando que no cree que hubiese sido elegida de no haber producido ella misma el proyecto.

Margot Robbie y su marido, Tom Ackerley, produjeron Yo, Tonya a través de su propia empresa de producción, LuckyChap Entertainment, y en 2016 consiguieron firmar un acuerdo con Warner Bros para producir largometrajes. "Fue un guión difícil de hacer y encontramos un montón de desafíos: nunca te van a dar una tonelada de dinero por algo tan poco convencional", asegura la actriz. "Es un guión de la época, que abarca cuatro décadas y nos llevó un gran, aunque increíble, trabajo producir esto. Arriesgamos mucho con una apuesta así, pero ha dado sus frutos".

Margot Robbie no es la primera actriz que se estrena en el ámbito de la producción. Cada vez son más las mujeres de la industria que apuestan por producir películas sobre mujeres y dirigidas por mujeres, para dar más presencia al sector femenino en Hollywood. Sin ir más lejos, Reese Witherspoon y Nicole Kidman produjeron la exitosa serie de HBO, Big Little Lies, que ellas mismas protagonizan.