El ácido hialurónico lleva varios años cobrando una importancia sin precedentes hasta el punto de convertirse en uno de los protagonistas del mundo de la belleza. Y es que, es el ingrediente cosmético principal de cremas hidratantes y sérums faciales y además se ha hecho imprescindible en el panorama de la medicina estética. De hecho, cada vez le gana más terreno al bótox, entre otros tratamientos.

¿Qué es el ácido hialurónico?

"El ácido hialurónico es un polisacárido que se encuentra presente en la piel y acta como depósito de moléculas de agua ya que las capta y retiene. Es el responsable, entre otros muchos componentes, de mantener y mejorar la luminosidad, la textura, la función barrera, la resistencia, la elasticidad y la hidratación de la piel", explican los expertos de Cantabria Labs. Sin embargo, el ácido hialurónico es también una sustancia que se encuentra de forma natural en múltiples órganos y tejidos del cuerpo. Además, dado que tiene una gran capacidad para atraer y retener moléculas de agua, es esencial para el correcto funcionamiento de la piel y de otros tejidos.

¿Qué beneficios tiene el ácido hialurónico?

En concreto, lo hace en forma de rellenador, conocido como Viscoderm Hydrobooster, que, según cuenta la doctora en medicina estética Carmen Martín, es un tipo de ácido hialurónico sin reticulación, biodegradable de reabsorción cutánea progresiva, que produce una bioestimulación, retrasando el envejecimiento y revitalizando la piel. Es decir, presenta una función dual: por un lado, hidrata y reestructura el tejido; y, por otro, ejerce un efecto minimizador en las arrugas más superficiales. Se ha diseñado específicamente para corregir las pequeñas arrugas de expresión superficiales, sin que sea necesario acudir a otras sustancias extra.

¿Qué diferencias hay entre el ácido hialurónico y el bótox?

"Es muy común confundir el ácido hialurónico con el bótox y, aunque ambos son tratamientos rejuvenecedores, no son lo mismo. Por un lado, el ácido hialurónico conseguirá un efecto de piel rellena a base de hidratación, mientras que el bótox relaja los músculos y elimina las arrugas de expresión", explican desde Cantabria Labs.

A diferencia del bótox facial, este ácido hialurónico "suaviza las arrugas y alisa la piel sin relajar el músculo de la zona. Pero también está indicado para suavizar aquellas arruguitas más marcadas que el bótox no puede eliminar", explica la Dra. Martín. Además, el objetivo del ácido hialurónico es también hidratar la piel y rellenar las arrugas.

Otra de las diferencias entre el ácido hialurónico y el bótox está en su aplicación. El bótox se inyecta en zonas localizadas a nivel muscular y el Viscoderm se infiltra a nivel superficial en el pliegue que forma la arruga con pinchazos localizados. En lo que sí se parecen el ácido hialurónico y el bótox es en la duración, cerca de unos seis meses y, en este caso, se aconsejan dos sesiones al año para un buen mantenimiento.

¿Cómo se aplica el ácido hialurónico?

Lo primero que se hace, igual que antes de inyectar el bótox, es, como apunta la doctora, hacer un estudio del paciente. A continuación, se procede a canalizar cada arruga de manera muy superficial, especialmente en las patas de gallo, el código de barras, las arrugas de expresión de la frente y de las mejillas, tan difíciles de tratar. En un segundo paso, cuando ya se han tratado todas las arrugas, se realiza una hidratación profunda con una aguja especial que llega directamente a dermis profunda.